El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, anunció el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales que desarrollaron este domingo, 28 de julio.
El organismo electoral explicó que el actual mandatario venezolano alcanzó el 51,20 % de la votación, lo que equivale a 5.150.092 votos; mientras que su rival Edmundo González obtuvo 4.445.978 votos, para un 44,2 %.
“Felicitamos al nuevo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, candidato Nicolás Maduro Moro”, dijo el Consejo Nacional Electoral (CNE) al presentar los resultados de las elecciones presidenciales.
Amoroso dio el anuncio luego de explicar que se tuvo que solventar una agresión en contra del sistema de transmisión de datos, que retardó la transmisión de resultados.
Según el directivo, el primer boletín se entregó con el 80 % de las actas registradas, lo que marca “una tendencia contundente e irreversible”.
La intervención de Amoroso llegó más de seis horas después del cierre de los colegios electorales, debido a “una agresión en contra del sistema de transmisión de datos”.
Por eso, solicitó “de inmediato” al fiscal general del país que inicie una investigación “sobre las acciones terroristas perpetradas” contra el sistema electoral, contra los centros de votación y los funcionarios electorales.
Hizo un llamado a los venezolanos “para que se respete la Constitución, las leyes de la República y el mandato del pueblo expresado en las máquinas de votación, así como la paz” en todo el territorio.
El presidente de Venezuela Nicolás Maduro participa en las elecciones este domingo 28 de julio. (Photo by Juan BARRETO / AFP)
Enseguida Maduro se dirigió a una tarima en el palacio de Miraflores, donde un grupo de seguidores le esperaba con música y bailes.
Poco antes del anuncio del Consejo Nacional Electoral, el comando opositor había denunciado irregularidades en el escrutinio.
“Solicitamos en nombre de la paz de Venezuela, en nombre de la credibilidad en el voto como instrumento para tomar las grandes decisiones del mundo civilizado, que no den un paso en falso”, había declarado Omar Barboza, secretario general de la coalición Plataforma Democrática, que apoya a González Urrutia.
Denuncias de la oposición
Omar Barbosa, líder opositor, reveló minutos antes de que el Consejo Nacional Electoral entregará el primer boletín, que hasta ese momento solo han recibido el 30 % de las actas, y denunció que están impidiendo a los testigos enviar las actas.
“Todos sabemos lo que ocurrió hoy en Venezuela. Las actas de las cuales disponemos no hacen otra cosa que confirmar lo que vimos en la calle. Nos dirigimos a todo el país para solicitarles, en nombre de la paz de Venezuela, que no de un paso en falso, que por una precipitación autoritaria no trate de destruir la construcción cívica”, aseguró.
María Corina Machado, líder de la oposición y Edmundo González, Candidato Presidencial
Delsa Solórzano, presidenta de uno de los partidos de oposición en Venezuela, aseguró ante medios de comunicación que es importante que no se retiren de los centros de votación hasta que se conozcan las actas oficiales de cada mesa.
Queremos denunciar varias cosas “lo que pasó no es otra cosa que el espejo de una campaña electoral maravillosa acompañada por millones de personas”, dijo.
“Venezuela hoy puede celebrar en paz el ejercicio de la democracia, sin embargo hay algunos que no quieren que esto ocurra”, dijo y aseguró que han ido al Consejo Nacional Electoral y se les ha impedido el acceso para que se puedan tramitar las incidencias como una importante cantidad de centros de votación donde están obligando a retirarse a los testigos.
En otros lugares se estarían negando a “transmitir los resultados del acta”, dijo y aseguró que el CNE ha paralizado la transmisión en muchísimos centros sacando a los testigos de los lugares de votación. “Cumplan con la ley”, dijo.
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El dólar estadounidense cayó a su nivel más bajo desde 2023, afectado por las nuevas amenazas arancelarias del presidente Donald Trump y el creciente riesgo de un aumento en el déficit fiscal, factores que han reducido el atractivo de la moneda.
El índice Bloomberg Dollar Spot retrocedía hasta un 0,7% el viernes, extendiendo una baja de más del 7% desde principios de año. La divisa ha caído por cuarto día consecutivo en cinco días tras las nuevas advertencias de Trump sobre posibles aranceles dirigidos a la Unión Europea y a Apple Inc., lo que se suma a la preocupación de los inversores con respecto al impacto de su política comercial sobre la economía más grande del mundo.
Un “gran aumento de los aranceles sobre las importaciones estadounidenses procedentes de la UE vuelve a poner sobre la mesa los riesgos de recesión en EEUU junto con una mayor incertidumbre política y económica”, dijo Aroop Chatterjee, estratega de Wells Fargo en Nueva York.
Las pérdidas del viernes se mantuvieron incluso después de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, declarara en el programa Wall Street Week de Bloomberg Television con David Westin que EEUU podría concretar varios acuerdos comerciales importantes en las próximas dos semanas.
Bessent también afirmó que no consideraba necesariamente débil al dólar, y añadió que los recientes movimientos en el mercado de divisas respondían más al fortalecimiento de otras monedas que a una debilidad intrínseca de la divisa estadounidense.
La caída del dólar impulsó a todas las divisas del Grupo de los 10. El dólar neozelandés y el australiano subieron más de 1% frente al dólar, seguidos de cerca por el yen japonés.
La Universidad de Harvard denunció como “ilegal” la medida del gobierno de Donald Trump que le revoca la autorización para inscribir a estudiantes internacionales, una decisión que afecta directamente a unos 6.800 alumnos extranjeros que actualmente cursan estudios en la institución y representa el 27% de su matrícula total.
“Esta decisión amenaza con causar un grave daño a la comunidad de Harvard y a nuestro país”,dijo Jason Newton, director de relaciones con los medios de la universidad, al confirmar la recepción de una carta oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que anula la certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP).
Harvard advirtió que la medida compromete su misión académica y científica, sostenida en parte por la presencia de estudiantes de más de 140 países, quienes contribuyen tanto a la diversidad cultural como a la sustentabilidad financiera de la universidad. Los estudiantes internacionales, que suelen pagar matrículas más elevadas, también sostienen líneas de investigación clave, particularmente en ciencias, ingeniería y salud pública.
“Continuaremos acogiendo a estudiantes y académicos internacionales. La diversidad de nuestra comunidad es esencial para nuestra excelencia académica”,agregó Newton, anticipando posibles acciones legales.
La universidad ya había entablado demandas previas contra la administración Trump por intentos de intervenir en su currículo y políticas internas. Ahora evalúa una nueva ofensiva judicial para restituir su capacidad de inscribir a estudiantes del exterior a partir del próximo ciclo académico.
En diálogo con el diario The New York Times, uno de los estudiantes afectados, Leo Gerden, sueco y activista por los derechos de estudiantes internacionales, lamentó la decisión. “Una Harvard sin su diversidad internacional no será la misma”, dijo. “La administración Trump nos está usando como fichas de póker. Es extremadamente peligroso”, advirtió.
La medida, notificada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una carta formal enviada a la universidad, se basa en acusaciones del gobierno sobre un supuesto “entorno inseguro” en el campus, vinculando a Harvard con manifestaciones antisemitas y presuntos contactos con el Partido Comunista Chino.
Un comunicado de prensa del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU confirmó la acción y envió mensaje claro a los estudiantes internacionales de la universidad: “Esto significa que Harvard ya no puede inscribir estudiantes extranjeros, y los estudiantes extranjeros existentes deben transferirse o perder su estatus legal”.
Desde la comunidad académica, la respuesta ha sido de rechazo generalizado, en defensa de la autonomía universitaria y del principio de acceso global a la educación. Organizaciones civiles y líderes educativos alertaron que esta decisión podría sentar un precedente peligroso y afectar la reputación internacional del sistema universitario estadounidense.