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Salud

Nació con una terrible enfermedad, le dieron 5 años de vida y desafió todos los pronósticos: la inspiradora vida del “Niño mariposa”

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Dean Clifford superó las expectativas médicas. Vive hace más de 40 años con epidermólisis bullosa y se convirtió en un símbolo de resistencia

Cuando Dean Clifford llegó al mundo en Australia, los médicos no le dieron más de cinco años de vida. Su condición, epidermólisis bullosa (EB), era un cruel dictamen que envolvía su existencia en un constante manto de dolor. La EB, conocida también como la enfermedad de los “niños de cristal” o “alas de mariposa”, convierte la piel en un tejido tan frágil como el papel de seda, susceptible de romperse con el más leve roce. La vida de Dean ha sido un interminable desfile de heridas crónicas que aparecen, sanan y vuelven a abrirse, marcando cada día con una nueva batalla.

Desde el momento en que su piel comenzó a romperse apenas seis horas después de nacer, su vida se convirtió en una lucha constante contra un dolor incesante y heridas implacables.

Contra todo pronóstico, no solo sobrevivió más allá de los cinco años, sino que actualmente tiene 43, desafiando las frías estadísticas médicas y convirtiéndose en un ejemplo vivo de resiliencia. Desde niño, el dolor era su constante acompañante, una presencia omnipresente que los médicos describían como similar a quemaduras de tercer grado, siempre pulsando en el fondo de su existencia. Pero no se rindió; enfrentó cada diagnóstico fatalista con una determinación férrea que lo empujó más allá de los límites de lo imaginable.

Dean Clifford desafió las estadísticas médicas, convirtiéndose en un símbolo de resistencia

La epidermólisis bullosa no solo afecta la piel externa. En casos severos como el de Dean, la fragilidad también puede extenderse a las membranas mucosas internas, afectando la boca, el esófago y otros órganos internos. Esto puede hacer que actividades simples como comer o beber sean extremadamente dolorosas. A lo largo de su vida, Dean ha necesitado alimentación por sonda en varias ocasiones debido a las heridas en su boca y garganta. La enfermedad también afecta sus uñas, que son gruesas y deformadas, y puede causar fusión de los dedos y las articulaciones debido a las cicatrices crónicas.

La EB es una condición sin cura conocida. Los tratamientos actuales se centran en aliviar los síntomas y prevenir infecciones secundarias, una constante amenaza debido a las heridas abiertas. A pesar de estos desafíos, Dean ha encontrado formas de adaptarse y llevar una vida lo más plena posible. Su condición requiere un manejo meticuloso y constante, un equilibrio delicado entre proteger su piel y mantener su independencia.

En este contexto de dolor crónico y vulnerabilidad extrema, Dean ha desarrollado una resiliencia notable. Ha aprendido a manejar el dolor, a veces describiéndolo como un ruido de fondo constante que puede empujar hacia un lado, aunque nunca desaparecer por completo. Esta capacidad para coexistir con el dolor, en lugar de ser dominado por él, es una de las claves de su extraordinaria historia de vida.

A los 10 años, los médicos le dijeron que nunca volvería a caminar. Sin embargo, Dean decidió no aceptar esa sentencia. Recuperó su capacidad de caminar y llevó la antorcha olímpica en el año 2000, un logro que resonó como un eco de esperanza en su pequeña comunidad de Kingaroy, Queensland. Fue un momento mágico, el único que recuerda haber caminado completamente libre de dolor, y un símbolo de su insaciable espíritu de superación.

La fuerza de Dean no se limita solo a sus logros personales. Con el tiempo, se convirtió en uno de los levantadores de pesas más fuertes en su categoría de peso, siendo capaz de levantar 150 kilos, más del doble de su propio peso. Este impresionante logro físico es solo un reflejo de su fortaleza mental y emocional. Dean ha utilizado su historia de vida para inspirar a millones como orador motivacional, llevando un mensaje de esperanza y determinación a auditorios en todo el mundo. Ha trabajado con el gobierno australiano, grandes empresas como Qantas Toyota, y ha colaborado con organizaciones de caridad para apoyar a otros que enfrentan desafíos similares.

Desafíos y adaptaciones diarias: la rutina de Dean Clifford

El día a día de Dean Clifford es una coreografía meticulosa entre el cuidado constante de su piel y la búsqueda incansable de una vida plena. Cada mañana, su alarma suena a las 5, marcando el inicio de un ritual de sanación que dura entre cuatro y cinco horas. Con la ayuda de sus enfermeras, Dean limpia y venda cuidadosamente cada una de sus heridas, asegurándose de que estén protegidas contra infecciones. Este proceso es necesario para que su piel, tan frágil como el papel de seda, pueda soportar los rigores del día. Sin embargo, este cuidado no es solo una cuestión de supervivencia; es un acto de preparación para enfrentar el mundo con la mayor fortaleza posible.

Con epidermólisis bullosa, Dean Clifford se convirtió en un levantador de pesas destacado

El manejo de su condición también incluye el uso de tecnologías asistivas financiadas por el esquema NDIS (National Disability Insurance Scheme) de Australia. Un scooter motorizado y modificaciones en su hogar le permiten moverse con mayor facilidad y seguridad, adaptándose a las limitaciones impuestas por su epidermólisis bullosa (EB). Estos apoyos son fundamentales, pero no definen la esencia de su existencia; Dean se niega a ser encasillado por su enfermedad.

Más allá de sus cuidados personales, Dean ha encontrado un propósito en compartir su historia y motivar a otros. Durante los últimos veinte años, ha viajado por todo el país como orador motivacional, llevando un mensaje de esperanza y superación a diversos públicos.

La labor de Dean en el ámbito de la caridad y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad ha sido ampliamente reconocida. Fue embajador internacional de Toyota Australia durante quince años y en 2018 fue incluido en el Salón de la Fama de Empleo para Personas con Discapacidad de Australia por su trabajo incansable en este sector. Su implicación en estas causas no solo subraya su compromiso con la comunidad, sino que también refleja su deseo de utilizar su experiencia personal para mejorar las vidas de otros.

Las mañanas de Dean Clifford empiezan a las 5 con un meticuloso ritual de cuidado

Dean encuentra su mayor satisfacción en inspirar a quienes enfrentan sus propias dificultades. Ya sea en eventos de negocios, escuelas o instituciones de caridad, su historia resuena profundamente. Habla de sus luchas, sus victorias y la mentalidad que le ha permitido transformar la adversidad en una fuente de fuerza. Esta capacidad para conectar y levantar el ánimo de los demás es quizás su mayor logro, un testamento a su espíritu indomable.

En su tiempo libre, dedica horas a su verdadero amor: el deporte. Se ejercita en su gimnasio casero al menos cuatro veces por semana, enfocándose en la fuerza de la parte superior del cuerpo y el core. Levantar pesas no es solo una actividad física para él, es un acto de desafío contra los límites impuestos por su condición. Puede levantar hasta 150 kilos, una hazaña que lo coloca entre el 2% más fuerte del mundo en su categoría de peso.

Para Dean, cada día es una oportunidad para demostrar que, a pesar de la fragilidad de su piel, su espíritu es inquebrantable. Su vida, marcada por el dolor constante y las limitaciones físicas, es un faro de inspiración para todos aquellos que enfrentan adversidades. Es una prueba viviente de que, con determinación y coraje, se pueden superar incluso los obstáculos más insuperables.

Enfoque Now es una plataforma digital dedicada a conectar e informar a la comunidad latina acerca de los acontecimientos que suceden a nivel local e internacional.

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Ciencia

¿Es verdad que las barbas están más sucias que un asiento de inodoro?

Estudios científicos han comparado la presencia de bacterias en el rostro masculino con superficies comúnmente asociadas a la suciedad

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La pregunta:

¿Es cierto que las barbas están más sucias que los inodoros?

La ciencia:

No es necesario buscar la afeitadora todavía. Aunque el vello facial está cubierto de microorganismos, es muy poco probable que tu bigote o barba tenga más gérmenes que el inodoro.

La idea de que las barbas pueden ser portadoras de enfermedades se remonta a unas seis décadas atrás. En un estudio de 1967, el microbiólogo Manuel S. Barbeito y sus colegas rociaron las barbas de los participantes con bacterias y descubrieron que estas permanecían incluso después de lavarlas con agua y jabón.

Años más tarde, la idea resurgió —esta vez comparando las bacterias en las barbas con las encontradas en los inodoros— y se ha mantenido de forma persistente en internet.

La piel humana está cubierta de microorganismos, como bacterias, virus y hongos. Incluso tenemos ácaros viviendo en nuestras pestañas. “Pero no todos los organismos que encontramos en la piel son malos”, dijo Shari Lipner, profesora asociada de dermatología clínica en Weill Cornell Medicine.

“Hay bacterias en todo nuestro cuerpo, por lo tanto, también hay bacterias en las barbas”, explicó Kimberly Davis, profesora asociada de microbiología molecular e inmunología en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.

Los microorganismos no suelen representar un problema a menos que sean patógenos y entren al cuerpo a través de cortes, heridas u otras rupturas en la piel. Incluso en esos casos, “nuestros cuerpos tienen una capacidad notable para controlar y eliminar microbios”, afirmó Davis.

Los gérmenes en el vello facial pueden ser una preocupación mayor en entornos hospitalarios. Las mascarillas quirúrgicasayudan a proteger a los pacientes de bacterias y otros microorganismos potenciales provenientes de la nariz y la boca del personal de salud. Pero en un estudio pequeño, los investigadores analizaron cómo las bacterias aún pueden desprenderse del rostro, especialmente al mover las mascarillas.

Los investigadores informaron que hubo más desprendimiento de bacterias entre los hombres con barba que entre los hombres afeitados, tanto cuando las mascarillas estaban en reposo como cuando se movían.

Sin embargo, un estudio con más de 400 trabajadores de salud hombres encontró que quienes tenían vello facial no portaban más bacterias que sus colegas afeitados. De hecho, ciertos tipos de patógenos que pueden causar infecciones en la piel y otras partes eran más prevalentes entre los que no tenían barba. Los investigadores teorizaron que los microtraumatismos en la piel causados por el afeitado podrían hacer que los hombres sin barba sean más propensos a portar estos organismos.

En cuanto a lo que esto significa para tu vida amorosa, puedes estar tranquilo. “No esperaría que un caballero con barba o bigote represente un mayor riesgo de infección para nadie, incluidas sus parejas amorosas”, dijo William Schaffner, profesor de enfermedades infecciosas y medicina preventiva en la Universidad Vanderbilt.

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Salud

¿Te resfrías seguido? Estas pueden ser las causas más comunes

Síntomas como congestión, estornudos y tos persistente no siempre responden al azar ni a la estación. Detrás de estos cuadros puede haber factores como el estrés, la edad, hábitos nocivos y la exposición a virus respiratorios

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Congestión nasal, estornudos, tos persistente y fiebre leve. Para muchas personas, estos síntomas no son una excepción de temporada, sino una constante que se repite más de una vez al año. Lo que para algunos es un episodio ocasional, para otros se convierte en un malestar frecuente que interrumpe la rutina, afecta el descanso, limita las actividades sociales y obliga a buscar soluciones, muchas veces sin éxito duradero.

¿Por qué algunas personas parecen atravesar uno tras otro estos cuadros, incluso en estaciones cálidas? El resfriado común, si bien suele clasificarse como una afección leve, es una de las causas frecuentes de consulta médica y ausentismo escolar o laboral.

Según Mayo Clinic, se trata de una enfermedad que “afecta a la nariz y la garganta” y que, aunque habitualmente es inofensiva, “puede no parecerlo” debido a la intensidad de los síntomas en algunos casos. El cuadro es causado por virus respiratorios —principalmente los rinovirus— y puede presentarse con congestión nasal, dolor de garganta, estornudos, tos y fiebre baja, entre otras manifestaciones. En general, se resuelve en menos de diez días sin necesidad de tratamiento específico.

Por qué tengo varios resfríos al año

La causa más habitual del resfriado comúnson los virus respiratorios, en particular los rinovirus, aunque también pueden intervenir otros agentes como los enterovirus no polio, más frecuentes en verano. De acuerdo a Mayo Clinic, los síntomas suelen aparecer entre uno y tres días después de la exposición, y varían entre congestión nasal, dolor de garganta, tos y fiebre leve.

Ahora bien, cuando los cuadros se repiten con frecuencia, puede haber otros factores en juego. “El estrés prolongado es la principal razón por la que las personas empiezan a enfermarse más de lo habitual”, advierte la médica de familia Neha Vyas en Cleveland Clinic. Según explicó, el estrés crónico debilita el sistema inmunológico y favorece no solo los resfríos, sino también enfermedades cardiovasculares y trastornos como la ansiedad y la depresión.

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