Fue una leyenda de UFC, pero las adicciones lo derribaron: la historia de Mark Kerr que llegará al cine con “La Roca” como protagonista
Conocido como “The Smashing Machine”, fue un ícono de los pesos pesados. Sin embargo, fuera de la jaula libró la pelea más difícil de su vida, una historia que Dwayne Johnson llevará a la pantalla grande
Mark Kerr fue una vez el hombre más temido dentro del octágono. Lo llamaban La Máquina Aplastante porque literalmente parecía imparable. Con su físico de gladiador y una técnica demoledora, dominó las artes marciales mixtas en una época en que ese deporte aún era un fenómeno marginal, peligroso y al borde de la ilegalidad. Sin embargo, tras el velo del guerrero invencible se escondía una verdad devastadora: la lucha más dura de Kerr no fue contra sus oponentes en el ring, sino contra sus propios demonios.
Mark Kerr nació el 21 de diciembre de 1968 en Toledo, Ohio. De madre puertorriqueña y padre irlandés, creció con la obsesión por la lucha y el deseo de emular a sus ídolos de la lucha libre profesional. A los 15 años ya competía en torneos escolares, y su talento lo llevó a brillar en la Universidad de Syracuse, donde se consagró campeón de la División I de la NCAA en 1992. Fue en esa final donde derrotó, nada menos, que a Randy Couture, quien años más tarde sería leyenda en la UFC.
Tras quedarse a las puertas del equipo olímpico de Estados Unidos para Atlanta 1996, Kerr encontró en las artes marciales mixtas una nueva forma de canalizar su hambre competitiva. Debutó profesionalmente en el Campeonato Mundial Vale Tudo en Brasil, en enero de 1997. Allí, noqueó a tres rivales consecutivos con una violencia clínica que lo catapultó directamente a la UFC. Seis meses después, en su debut en UFC 14 en julio de 1997, arrasó en el torneo de pesos pesados (noqueó a Moti Horenstein y venció por sumisión a Dan Bobish) y repitió la hazaña en UFC 15 (KO vs Greg Stott y sumisión vs Dwayne Cason) estableciéndose como uno de los peleadores más dominantes de su generación.
A finales de los 90, mientras la UFC lidiaba con prohibiciones políticas y la pérdida de cobertura televisiva, Kerr encontró refugio en Japón, donde combatió para el PRIDE Fighting Championship. Allí era una superestrella: sus combates llenaban estadios con más de 50.000 espectadores. En paralelo, brillaba también en lucha de sumisión, siendo múltiple campeón de la prestigiosa ADCC, donde en 2022 fue incluido en su Salón de la Fama.
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La longeva serie Los Simpson volvió a sorprender a sus fanáticos al revelar que uno de sus episodios más peculiares está inspirado en un caso criminal real ocurrido en Estados Unidos.
Se trata del capítulo “Artie Ziff viene a cenar” (temporada 15, episodio 14), donde un personaje se esconde en el ático de la familia Simpson. Lo que parece una trama cómica tiene un trasfondo escalofriante: está basada en la historia de Theodore Edward Coneys, conocido como el “Hombre Araña de Denver”.
En 1941, Coneys vivió oculto durante semanas en el ático de la casa de un conocido, Philip Peters, en Denver, Colorado. Cuando fue descubierto robando comida, asesinó brutalmente al dueño de la vivienda. Lo más perturbador es que continuó escondido en el mismo ático incluso después del crimen, mientras la policía investigaba sin éxito. Solo fue capturado cuando los agentes escucharon ruidos extraños y revisaron el lugar a fondo.
Este caso, que conmocionó a la opinión pública por su nivel de sigilo y violencia, fue adaptado por Los Simpson con su característico tono satírico, transformando una historia macabra en una narrativa accesible para el entretenimiento familiar. El episodio es un ejemplo más de cómo la serie incorpora referencias reales en sus guiones, convirtiéndose en un archivo cultural de la sociedad estadounidense.
Cuando comenzaron su relación en 2002, Harrison Ford tenía 60 años, dos divorcios a cuestas y una fama consolidada como ícono del cine. Calista Flockhart, de 38, era madre soltera y estrella de la serie Ally McBeal.
La diferencia de edad de 22 años y los antecedentes sentimentales del actor generaron escepticismo en la industria y en los medios. Sin embargo, más de dos décadas después, la pareja ha demostrado que el amor puede florecer incluso bajo el escrutinio de Hollywood.
Se conocieron en los Globos de Oro, en un encuentro que algunos calificaron de accidental y otros de estratégico. A pesar de una primera cita poco convencional —con un amigo de Flockhart como inesperado acompañante—, la conexión fue inmediata.
En 2003 ya vivían juntos, y en 2010 se casaron en una ceremonia íntima en Nuevo México. Ford adoptó legalmente a Liam, el hijo que Flockhart había adoptado como madre soltera, y juntos formaron una familia sólida.
A lo largo de los años, enfrentaron desafíos, como el accidente aéreo que sufrió Ford en 2015, pero su vínculo se mantuvo firme. Hoy, con más de 20 años de relación, son considerados uno de los matrimonios más estables de la industria, desafiando estereotipos sobre la edad, la maternidad y el amor en la madurez.