Connect with us

Mundo

Revelaron el macabro plan de Rusia para apropiarse de niños ucranianos huérfanos

Moscú llevó a los menores a su país o a territorios bajo su control sin sus consentimientos, les mintieron, diciéndoles que sus padres no los querían, y los entregaron a familias rusas.

Publicado

on

revelaron plan rusia ucrania

Olga Lopatkina se paseaba por el sótano de su casa como un animal enjaulado. Sus seis hijos adoptados habían quedado varados en Mariúpol y no tenía noticias de ellos desde hacía una semana. No sabía qué hacer.

Su familia se vio atrapada en uno de los asuntos más explosivos de la guerra entre rusos y ucranianos: los esfuerzos de los rusos por apropiarse de huérfanos ucranianos y criarlos como rusos.

Una investigación de la Associated Press reveló que miles de niños han sido sacados de los sótanos de ciudades bombardeadas como Mariúpol y de orfanatos del territorio separatista de Donbás. Se trata de los hijos de personas que murieron en los bombardeos rusos, de instituciones o que estaban con familias de acogida temporal.

Rusia dice que estos niños no tienen padres ni custodios legales, o que estos no pueden ser ubicados. AP, sin embargo, comprobó que las autoridades se llevaron a niños ucranianos a Rusia o a territorios bajo control ruso sin su consentimiento, les mintieron, diciéndoles que sus padres no los querían, y los entregaron a familias rusas, al tiempo que les dieron ciudadanía rusa.

Se trata de la investigación más grande llevada a cabo hasta ahora de la apropiación de huérfanos ucranianos y de la primera que abarca todos los pasos, desde la apropiación hasta la crianza de los menores en Rusia. Se basa en decenas de entrevistas a padres, hijos y funcionarios en Ucrania y en Rusia; en emails y cartas, en documentos rusos y en informes de la prensa rusa.

La crianza de “niños de la guerra” en otro país u otra cultura puede ser un indicio de un genocidio, un esfuerzo por eliminar la identidad de las personas. Varios fiscales dicen que se trata de una política que viene directamente del presidente ruso Vladimir Putin.

“No es algo que se da en el fragor del combate”, sostuvo Stephen Rapp, ex embajador plenipotenciario de Estados Unidos para Crímenes de Guerra, que asesora a los fiscales ucranianos.

revelaron plan rusia ucrania

Las leyes rusas prohíben la adopción de niños extranjeros. Pero en mayo Putin firmó un decreto que permite acelerar la ciudadanía de los niños ucranianos que no tienen quién los cuide.

Rusia preparó un registro de familias que podrían recibir a niños ucranianos, ofreciéndoles apoyo financiero. Presenta las adopciones como un acto de generosidad. La televisión estatal transmite ceremonias en las que se entrega pasaportes rusos a los niños ucranianos.

No está claro cuántos niños han sido apropiados. Las autoridades ucranianas dicen que casi 8.000 menores fueron llevados a Rusia. Los rusos no dan cifras.

En marzo, la defensora del pueblo rusa María Lvova-Belova dijo que mil menores de Ucrania estaban en Rusia. Desde entonces llegaron muchos más, incluidos unos 230 a comienzos de octubre.

La misma Lvova-Belova se hizo cargo de un adolescente y fue sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Australia. Al ser contactada, su oficina se limitó a reproducir lo que le dijo a una agencia noticiosa estatal rusa, que estaba “ayudando a que los niños conserven su derecho a vivir bajo un cielo pacífico y a ser felices”.

AP visitó un campamento junto al mar en la ciudad rusa de Taganrog, donde fueron alojados cientos de huérfanos ucranianos.

Una madre de crianza profesional de la región de Moscú declaró que los servicios sociales la habían llamado para que se hiciese cargo de uno de los niños ucranianos. Ya tenía seis chicos rusos y recibió otros tres de Mariúpol, hoy ocupada por los rusos. Los tres niños recibieron ya la ciudadanía rusa.

Los chicos dijeron que, luego de que su madre de crianza los dejase en un refugio de Mariúpol, los militares rusos se los llevaron. Tuvieron que elegir entre vivir con una familia rusa o en un orfanato ruso.

Una muchacha de 15 años fue a dar a una casa con un jardín y una piscina inflable. Dice que está ansiosa por iniciar una nueva vida en Rusia, en parte porque su escuela en Ucrania fue bombardeada y una de sus compañeras falleció. Casi todo el mundo se fue de Mariúpol, indicó.

Rusia también fue acusada de apropiarse de menores en el 2014, cuando anexó la península de Crimea. Por entonces, Ucrania denunció ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que más de 80 niños de Luhansk habían sido secuestrados en un puesto de control y llevados a Rusia. Separadamente, familias rusas adoptaron a al menos 30 menores de Crimea.

Esta vez, al menos 96 menores fueron devueltos a Ucrania desde marzo, luego de negociaciones, algunas de ellas en los máximos niveles del gobierno.

En Mariúpol, los chicos de Lopatkina pasaron varios días en un sótano en un centro donde estaban de vacaciones.

Su hijo adoptivo Timofey, de 17 años, cuidó de sus hermanos menores, tres de los cuales tienen enfermedades crónicas o incapacidades.

Perdieron el contacto con su madre cuando hubo un apagón. Un médico de Mariúpol logró evacuarlos, pero fuerzas pro-rusas los detuvieron en un puesto de control. Fueron a parar a un hospital en la República Popular de Donetsk (RPD), controlada por separatistas pro-rusos.

Cuando Timofey le envió un mensaje a su madre, ella ya estaba fuera del país. Él estaba furioso.

A Olga Lopatkina le tomó varias llamadas explicarle a Timofey lo que había sucedido.

Para esta maestra de música y artes, que perdió a su madre de adolescente y su casa en el 2014, la pesadilla con sus hijos fue lo peor que le ha pasado en la vida. Cuando estalló la guerra, pronto resultó demasiado peligroso viajar de su casa, en Vuhledar, a Mariúpol, que queda a 100 kilómetros. Su hija biológica, Rada, de 18 años, quedó varada en la casa de un tío cerca de Kharkiv.

Cuando empezaron los bombardeos, Lopatkina decidió irse a la frontera, recogiendo a su hija en el camino. Lograron llegar a Francia.

Ella habló con funcionarios rusos y ucranianos, y también con activistas. Las autoridades de Donetsk le dijeron finalmente que podría recuperar a sus hijos si iba a Rusia a buscarlos. Ella temió que fuese una trampa y se negó a ir.

En la RPD, las autoridades le dijeron a Timofey que un tribunal le quitaría a Lopatkina y su marido su custodia y que sus hermanos menores serían ubicados con familias en Rusia.

Sin embargo, las autoridades de la RPD aceptaron entregarle los chicos a un voluntario con un poder de Lopatkina.

Tras un viaje de tres días en autobús por Rusia, los chicos se reunieron finalmente con su padre en Berlín y partieron hacia Francia.

Timofey se sintió aliviado. “Ya no recaía toda la responsabilidad en mí”, expresó. “Le dije: ‘Mami, hazte cargo. Ahora vuelvo a ser un niño”.

(Con información de AP)

Enfoque Now es una plataforma digital dedicada a conectar e informar a la comunidad latina acerca de los acontecimientos que suceden a nivel local e internacional.

Mundo

El papa canonizó por primera vez a dos beatos de Venezuela: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles

La santificación, aprobada por el Francisco antes de su muerte, marca un momento clave para la fe católica en el país sudamericano, en medio de la grave crisis social y política que aqueja a la población

Publicado

on

La mañana del domingo en la plaza de San Pedro dejó una estampa diferente a la habitual solemnidad romana: una multitud vibrante, colorida y emocionada, con miles de banderas venezolanas ondeando bajo el sol. Era, sobre todo, una jornada de celebración venezolana, marcada por la canonización de dos figuras profundamente queridas: José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, y Carmen Rendiles, fundadora de una congregación religiosa y ejemplo de fortaleza.

En medio de cantos, rezos y lágrimas, la ceremonia oficializó un momento de comunión tanto para los que se congregaron en Roma como para los millones de venezolanos que, desde su país natal, siguieron el acontecimiento en medio de una severa crisis política y económica.

Cuando el papa León XIV pronunció en latín la solemne fórmula de canonización para inscribir en el libro de los santos los nombres de Hernández y Rendiles, la ovación cruzó el Atlántico. El eco del aplauso se expandió en plazas y calles de Caracas, donde cientos de fieles siguieron la transmisión en directo, muchos con imágenes de papeles y estampas del doctor-santo y otros encendiendo velas frente a altares improvisados. El júbilo no distinguía entre oficialistas y opositores: la canonización ofreció una de las pocas ocasiones de unidad para el país, distendiendo —al menos durante unas horas— la fuerte polarización política que define a la Venezuela contemporánea.

A la celebración acudieron cerca de 55.000 peregrinos, según informaron las autoridades locales. De ellos, miles ondeaban con orgullo el tricolor venezolano, y camisetas y gorras con el rostro de José Gregorio Hernández y la imagen de Carmen Rendiles resaltaban entre las delegaciones internacionales.

Entre los asistentes, un testimonio fue recogido por la prensa local: José Ramón Malave Contreras, venezolano que reside en Roma. “Mi mamá me puso mi nombre gracias a este santo venezolano porque según la creencia, yo iba a nacer muerto, así que mi mamá me puso su nombre por haberme salvado la vida. Para mí era imperdible este momento”, declaró emocionado.

La jornada en el Vaticano no fue exclusiva de los venezolanos. En esa misma ceremonia, el papa León XIV sumó a otros cinco santos: el arzobispo Ignacio Choukrallah Maloyan, mártir armenio asesinado durante el genocidio de inicios del siglo XX; Peter To Rot, laico de Papúa Nueva Guinea ejecutado en 1945; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y Maria Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo. Pero la devoción popular venezolana marcó la jornada con un fervor y colorido raramente presentes en Roma.

Sigue leyendo

Mundo

Investigan si los viajes espaciales debilitan el sistema inmunitario humano: las estrategias de prevención

Científicos evalúan los riesgos y proponen acciones para preservar la salud de los astronautas. Qué dicen los nuevos estudios

Publicado

on

La humanidad se encuentra en un momento sin precedentes. Los planes de visitar la Luna, establecer estaciones espaciales permanentes e incluso arribar a Marte en la próxima década, ya no pertenecen al reino de la ciencia ficción.

Sin embargo, junto con estas ambiciones extraordinarias surgen riesgos desconocidos y complejos para la salud humana, siendo el sistema inmunitario uno de los más vulnerables.

Para comprender mejor estos efectos, un equipo internacional liderado por el doctor Daniel Winer, del Buck Institute for Research on Aging, en colaboración con la NASA, la Agencia Espacial Europea y otras universidades, ha desarrollado un marco científico integral denominado astroinmunología.

Esta subdisciplina analiza cómo los factores estresantes del espacio alteran la fisiología inmunitaria y explora estrategias para proteger la salud de los astronautas en misiones de larga duración.

“El futuro de la humanidad implicará vivir en el espacio exterior o en mundos distantes para algunas personas. El objetivo principal de establecer esta subespecialidad emergente de la astroinmunología es desarrollar contramedidas para proteger la salud de quienes exploran la vida fuera de la Tierra”, señaló Winer.

El trabajo publicado en Nature Reviews Immunology no se limita a describir los problemas observados durante las misiones espaciales, sino que ofrece una comprensión mecanicista de cómo la microgravedad, la radiación cósmica, los cambios en los patrones de sueño y los factores de estrés fisiológico afectan la función inmunitaria.

Estos estudios aprovechan análisis multiómicos modernos, que incluyen perfiles transcriptómicos, proteómicos y metabolómicos, para delinear los mecanismos celulares y moleculares que explican la disminución de la eficacia del sistema inmunitario en el espacio.

Uno de los hallazgos más críticos es el impacto de la microgravedad en las células inmunitarias. En ausencia de la atracción gravitacional terrestre, los linfocitos T y las células NK presentan una proliferación, diferenciación y capacidad de respuesta reducidas. La desorganización del citoesqueleto altera la señalización y la comunicación intercelular, mientras que la disfunción mitocondrial incrementa la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO), que dañan células y tejidos.

Sigue leyendo