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Deportes

El método Pincha en los Mundiales: de Bilardo y Sabella a Scaloni, el finalista de la inteligencia

Esta nota la escribo como hincha de Estudiantes. Los tres DT pasaron por el club y aunque es cierto que Lionel jugó poco lo elijo como nunca (y acá te cuento por qué).

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Bilardo Sabella Scaloni

Esta nota la escribo como hincha de Estudiantes, como pincha de ley. Primero antes que nada, vale destacar que a Estudiantes se lo ha tildado de “antifútbol”. Nada más falso que ese calificativo, que ese mote.

Esa forma de destrato nos la pusieron aquellos que pregonan que el fútbol es algo parecido a disfrutar de la ópera en un teatro o de una excelsa comida en un restaurante gourmet. Y el fútbol, entiende este declarante, es lo más lejano al disfrute pleno. El fútbol es, en esencia sufrir para ganar. O, de vez en cuando gozar. Vaya si lo saben los que ganan y también los que pierden.

Estudiantes y esta Argentina es fútbol en toda su comprensión. Es defender para que no te hagan goles y atacar o contraatacar para hacer goles vos.

Es entender un partido como un todo, con rivales diferentes, con planteos que rotan, con videos para ver qué hace el otro. Con arqueros que atajan y no arriesgan en vano, con defensores que cortan y si hay que reventar, revientan, con mediocampistas, que juegan y si hay que trabar o barrer, lo hacen. Con delanteros que meten goles y también se sacrifican bajando. Así juega la selección. Y pensar que algunos, por suerte los menos de la vida, la tildan de mezquina, como pasaba con Estudiantes.

Bilardo Sabella Scaloni

El fútbol es algo tan sencillo como la regla misma que este deporte propone: solo ganará quien haga más goles en el arco contrario. Nada de merecimientos o gustos marca el reglamento.

En el fútbol, en la ley del fútbol, no hay ninguna mención a la estética o a la belleza como mecanismo del juego para arribar a un resultado. Eso sí, queda claro en la norma que la competencia del fútbol lo único que persigue es un resultado.

En este mes hermoso del Mundial -la batalla de las batallas del sufrimiento-, queda en claro que Lionel Scaloni, el técnico argentino, el estratega, el mentor, entendió con creces que esta clase de competencia mundial, la reina de las competencias, se juega con inteligencia y con cautela.

Si de resultados se trata el fútbol, el Mundial es la Meca.

Dicho esto me remito a datos objetivos que me fascinan. Carlos Bilardo en 1986 -campeón- y en 1990, subcampeón, Alejandro Sabella, en 2014, finalista y Scaloni, ahora, jugaron los siete partidos que propone esta competencia tan estresante, que detiene la vida.

Es cierto también que César Luis Menotti, fue campeón en el 78, es decir cumplió con la meta ganar.

Y es cierto también que hoy un conocedor del fútbol como Jorge Valdano admite cuán importante es la eficacia en este deporte.

El delantero, campeón con Bilardo fue claro al cuestionar a los amantes de la posesión de la pelota sin sentido como fue esta España que marchó rapidísimo de la competencia.

Aparte yo me pregunto, ¿cuál es el placer de tener algo, sin usarlo? Es decir, de qué sirve tener la pelota, sin usarla para hacer un gol.

Ahora bien, como pincha de ley, no dejo de ver que los autores intelectuales y hacedores ideológicos de la escuela Pincha, siempre jugamos los siete partidos de un mundial. Eso sí es usar la pelota. Tal vez no la tuvimos tanto, pero la tuvimos con precisión mágica.

Por un rato, lo traigo a Scaloni para estas aguas pinchas. Lionel jugó en Estudiantes. Jugó poco, es cierto, pero jugó. Me dirán algunos. Pero es de Newells, pero tiene que ver con Menotti. Pero jugó en el pincha, y eso me alcanza. Me aferro a eso con argumentos.

Cómo emociona cada foto que se viraliza del DT con Sabella -ohh Acá Hay una Escuela, soy Soldado de Sabella- en charlas que sólo puedo imaginar con temario único: el fútbol como un TEG, aquel juego antiguo de estrategia total.

Bilardo Sabella Scaloni

Pero lo que más impresiona es cómo Scaloni comprende el fútbol. Lo elige como Ciencia, es un profesor. No se deja llevar por ideologías soporíferas como el Tiki Tiki sin sentido. Mete cinco en el fondo cuando amerita. Defiende, se repliega. Te fulmina de contra. Te ataca. Desespera a los rivales, desconcierta. Para Scaloni, el partido es un todo. Son momentos, mini batallas. Si se pica, se pica. Si se arma, se arma. Si hay que defender, se defiende, si se puede tocar, se toca. Messi había encontrado su lugar con Sabella. Con Scaloni, es excelencia.

El mejor del mundo se compromete en todo. Juega todo ese partido. Los jugadores son populares, normales. Lloran, emocionan, se emocionan. No olvidan su país, sus orígenes, sus pueblos. Y por sobre todas las cosas, juegan los miles partidos que propone un partido. Ahí atrás está el arte del DT.

Lionel Scaloni llegó para actualizar al Bilardo del 86, al Sabella de 2014. Es la REversión 2022 de los que llegan a las finales. Cuando lo escuché decir que no tiene drama en cambiar, que estudia a los otros, que sus jugadores pueden versionarse, me volví loco. Deliré con él. Lionel es el bajo perfil para todo. Llora con su hijo. Le habla de la vida. Lo acuna en ese festejo. Viene de llorar sus tristezas. Se fuma que lo denosten, que le traten a sus jugadores de vulgares y maleducados. Y ahí va, cerebral. Pensando en estrategias. No entra en provocaciones, no estalla, pide calma. Y la transmite

En 2014, cuando la Argentina de Sabella perdió la final, yo festejé igual. Raro en un pincha. Festejé exactamente y al revés de muchos, por el cómo llegamos a esa final. No se me olvidó el placer que sentí con ganarle a Holanda en semis en los penales tras reducirlos en el partido de los 90 y en el alargue a un equipo insulso. Casi no nos patearon al arco (Gracias Masche por ese corte)

Yo en el 2014 celebré llegar al último partido con Inteligencia y con cautela. Es cierto que se perdió la final. Pero celebre llegar así. Me dirán: “Ganaste jugando mal, ganaste de culo en los penales, y no se cuántas más”. Pero llegamos y también es cierto que perdimos. Yo de se equipo me acuerdo con orgullo.

Es cierto que Scaloni propone miradas del juego diferentes a Sabella. Es cierto que hay más toque. Que se dramatiza menos que con Bilardo -cuando el resultado no es favorable-. Pero también es cierto que esa posesión de la pelota siempre tiene un fin. No es tenerla por tenerla nomás. Es tenerla con un sentido.

Hoy me los imagino a los tres departiendo de táctica. Bilardo diciendo: “Ganar, ganar, ganar. No es Gatorade señorita. Los africanos son potencia”. Sabella desplegando mapas de la cancha y calmándolo. Y Scaloni tomando de ellos, y por qué no de otros, el sentido del fútbol.

Scaloni quiero que lo sepas. No sabés lo feliz que nos hacés a los argentinos, vos y los tuyos. Saber qué somos finalistas en un concurso de inteligencias, es fenomenal. Sabello, o mejor dicho, Sabella.

Agradecidos a tu cerebro.

Fútbol con Enfoque

Colombia: Presente brillante y futuro asegurado

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Por: Jimmy Pizarro – EnfoqueNow

La Selección Colombia vive un momento que marca época. En cuestión de días, el fútbol cafetero volvió a demostrar que su talento no es circunstancial, sino estructural, sólido y en crecimiento. Dos victorias recientes —la de la mayor ante México (4-0) y la de la Sub-20 frente a España (3-2) en el Mundial de la categoría— confirman que Colombia tiene presente, identidad y, sobre todo, futuro.

El golpe de autoridad en Arlington

El contundente 4-0 ante México en amistoso FIFA fue mucho más que una victoria. Fue una exhibición de jerarquía, táctica y madurez. Un partido donde el conjunto colombiano impuso ritmo, controló los tiempos y desnudó las carencias de un rival que llegó al encuentro con exceso de confianza.

Durante los días previos, buena parte de la prensa mexicana había minimizado la importancia del duelo y subestimado a Colombia, considerando que el “Tri” no enfrentaba a un rival de peso. Pero el resultado terminó siendo un golpe de realidad al ego mediático mexicano, que ignoró un hecho innegable: Colombia atraviesa uno de los mejores momentos de su historia reciente, habiendo vencido en el último año a potencias como España, Alemania, Brasil y Argentina.

El equipo dirigido por Néstor Lorenzo no solo está clasificado al Mundial de Estados Unidos 2026, sino que terminó tercero en las Eliminatorias Sudamericanas, con un rendimiento que respalda la coherencia de su proceso.

En el terreno de juego, nombres como Luis Díaz, James Rodríguez, Jefferson Lerma, Richard Ríos y, muy especialmente, Daniel Muñoz —quien hoy es considerado por muchos analistas internacionales como el mejor lateral derecho del mundo—, simbolizan la madurez futbolística de una generación que combina talento con disciplina, identidad y compromiso.

La Sub-20, espejo del futuro

Al mismo tiempo, el triunfo 3-2 sobre España en el Mundial Sub-20 elevó aún más el ánimo nacional. Un partido épico, cargado de intensidad y carácter, que tuvo como figura estelar a Neiser Villarreal, autor de los tres goles que sellaron el pase de Colombia a las semifinales, donde enfrentará a la poderosa Argentina.

El talento emergente de jugadores como Rentería, Barrera y Cachimbo demuestra que el proceso formativo del fútbol colombiano está dando frutos de altísima calidad. Esta generación juvenil no solo representa el futuro: es el reflejo de una mentalidad nueva, más competitiva y más ambiciosa.

Colombia, potencia silenciosa

En una era donde los reflectores suelen apuntar a las grandes potencias tradicionales, Colombia se ha ganado respeto en silencio. Su fútbol ya no es solo vistoso o técnico: es estratégico, maduro y eficaz. La victoria ante México y la clasificación de la Sub-20 son más que resultados; son una declaración de identidad.

El país cafetero combina experiencia, juventud y convicción. Y mientras algunos aún la miran por encima del hombro, Colombia sigue sumando triunfos, mostrando evolución y consolidándose como una de las selecciones más completas y consistentes del continente. En un panorama global cada vez más competitivo,aunque hay que continuar con los pies  en la tierra , pensando en que los títulos se ganan partido tras partido , pero esta actualidad nos dice que  Colombia no solo sueña: ya está lista para hacer historia.

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Fútbol con Enfoque

Neiser Villarreal se pierde la semifinal de la Copa del Mundo Sub-20 con la selección Colombia ante Argentina

El máximo goleador del Mundial será baja junto a Carlos Sarabia tras ver la tarjeta amarilla ante España, ambos en jugadas irrelevantes en el trámite del partido

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Con la clasificación de Colombia a las semifinales de la Copa Mundial Sub-20 de Chile 2025, uno de los focos de preocupación recae en la conformación del equipo de cara al compromiso del miércoles 15 de octubre, tras la suspensión de dos jugadores titulares.

El seleccionador César Torres deberá rearmar su alineación ante la ausencia confirmada de Néiser Villarreal y Carlos Sarabia, ambos suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas. Así está expuesto en el Artículo 10 del reglamento de la Copa Mundial Sub-20 de Chile 2025

10.3 En el transcurso del Mundial 2025, no se acumularán las tarjetas amarillas después de cuartos de final.

10.4 Si un jugador o miembro del cuerpo técnico fuera amonestado en dos partidos diferentes, se le impondrá una suspensión de manera automática y no podrá participar en el siguiente partido de su equipo».

Como resultado de una acción polémica en el partido disputado en Talca frente a España, Villarreal, que fue determinante al marcar tres goles en la victoria 3-2, con lo que alcanzó un total de cinco tantos en el torneo, recibió su segunda amonestación.

La tarjeta llegó tras un reclamo por una jugada considerada intrascendente, cuando durante una discusión tocó el rostro de un adversario, lo que motivó la sanción inmediata por parte del árbitro. Esta decisión inhabilita a Villarreal para disputar la semifinal, un golpe que será importante para la ofensiva del equipo.

De igual forma, la defensa se ve afectada, ya que el lateral derecho Carlos Sarabia tampoco podrá estar disponible, habiendo caído también bajo la regla de acumulación de amarillas. El entrenador Torres enfrenta así la doble tarea de modificar tanto el frente de ataque como la zona defensiva para el próximo encuentro, cuyo rival se definirá entre México y Argentina.

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