Madison Rueckert, de 23 años, fue sentenciada a 35 años de prisión por el asesinato de su novio, Jonathan Miller, de 24 años, luego de encontrar mensajes con otras mujeres en su teléfono celular, según informaron registros judiciales citados por PEOPLE. La tragedia, que conmocionó a la comunidad de Marshfield, se produjo la noche del 31 de diciembre de 2022, cuando Rueckert, entonces de 21 años, tomó un arma y disparó a Miller mientras este dormía.

De acuerdo con la información publicada por PEOPLE, Rueckert fue inicialmente acusada de asesinato en primer grado y acción criminal armada. Sin embargo, en 2024, tras llegar a un acuerdo con los fiscales, aceptó declararse culpable de asesinato en segundo grado y acción criminal armada. Como resultado del acuerdo, fue condenada a 25 años de prisión por el cargo de asesinato y a 10 años por el de acción criminal armada, penas que deberá cumplir consecutivamente en una institución correccional estatal.
La noche del homicidio, Rueckert se mostró perturbada al encontrar mensajes de texto de otras mujeres en el teléfono de Miller. Según reportó Ozarks First (filial de CBS), la joven esperó a que su pareja se durmiera antes de dispararle en la cabeza. Posteriormente, abandonó el lugar y condujo hacia el condado de Dallas, donde pasó la noche en el bosque antes de acudir a una vivienda desconocida para solicitar hablar con la policía y entregarse, de acuerdo con los documentos judiciales consultados por KY3.
Amy Kopp, madre de Jonathan Miller, expresó su incredulidad tras ser informada de las circunstancias del crimen. En declaraciones recogidas por KY3, Kopp afirmó: “No podía creerlo”. Insistió en que su hijo “ni siquiera le había sido infiel” a Rueckert. La madre añadió que no sabían exactamente qué contenían los mensajes encontrados en el teléfono de Miller, pero consideró improbable que se tratara de mensajes de contenido sexual.
En entrevista con Ozarks First, Kopp comentó: “Dudo seriamente que Jonathan hubiera enviado algo sexual y dejado esos mensajes en su teléfono. Creo que simplemente estaba hablando con otras mujeres”. Esta interpretación fue clave para comprender el desconcierto de la familia frente al acto de violencia, ya que Miller y Rueckert llevaban apenas unos meses de relación.