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Quién es Rolando Álvarez, el obispo secuestrado por el régimen de Daniel Ortega

Hace unos días, con la imagen de Jesús Sacramentado en sus manos, salió a la calle a encarar a los policías nicaragüenses que con patrullas y armas de guerra sitiaban su vivienda.

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Ovispo Daniel Ortega

Monseñor Rolando Álvarez encontró una fila de policías antimotines amenazantes, con escudos, cascos y cachiporras en mano, bloqueando el portón de su casa cuando intentó salir, la tarde del jueves 4 de agosto, para oficiar la misa de las cuatro en la Catedral.

“Las autoridades superiores no han dado permiso”, dijo en un video improvisado para explicar a los feligreses de Matagalpa su ausencia en la misa a la que el mismo había convocado por la mañana. “Nos encontramos aquí seis sacerdotes y seis laicos que nos tienen encerrados en la curia episcopal. Aquí vamos a permanecer sin irrespetar a la Policía, nunca la hemos irrespetado”.

El religioso se cruzó de brazos frente a los antimotines y cantó: “Tú eres mi hermano del alma, realmente mi amigo…”

Álvarez es obispo de la Diócesis de Matagalpa y una de las voces más críticas de la jerarquía católica de Nicaragua. Sus sermones frecuentemente fustigan la violación a los derechos humanos, la persecución religiosa y los abusos de poder.

Tanto Daniel Ortega como Rosario Murillo acusan a la iglesia Católica de Nicaragua de apoyar la rebelión ciudadana que comenzó en abril de 2018, la que califican de “intento de golpe de Estado”, y mantienen un asedio constante contra algunos sacerdotes y obispos. Álvarez es uno de los rostros más visibles. Y perseguidos.

Ovispo Daniel Ortega

El lunes 1 de agosto, el régimen de Ortega ordenó el cierre de siete emisoras católicas de la diócesis de Matagalpa, y fuerzas de la Policía asaltaron la capilla Niño Jesús de Praga, de la ciudad de Sébaco, con la intención de incautar el equipo de la radio católica que ahí funcionaba.

El párroco de Sébaco, sacerdote Uriel Vallejos, se vio obligado a refugiarse en la casa cural, donde permaneció sitiado hasta la noche del miércoles. Otro contingente de policías cercó la vivienda de monseñor Álvarez en Matagalpa.

Según un recuento de la investigadora nicaragüense, la abogada Martha Patricia Molina, la iglesia Católica de Nicaragua ha sufrido, hasta esta semana, más de 250 agresiones de parte del régimen de Daniel Ortega y sus simpatizantes, entre las que cuentan golpizas a sacerdotes, profanaciones a templos, ataques armados, quemas y asedio, entre otras.

En mayo de este año, Álvarez denunció en un video la “persecución” que sufría de parte del régimen sandinista y anunció un ayuno indefinido “a agua y suero” hasta que cesara el acoso.

Hoy he sido perseguido durante todo el día por la policía sandinista” afirmó el obispo de Matagalpa en el video y relató que al preguntarles a los agentes el motivo de la persecución “me han informado que ellos obedecen órdenes” y que lo hacían por su seguridad. “Los que nos hacen sentir inseguros con esa persecución son ustedes, hermanos policías”, les habría dicho Álvarez, según su testimonio.

El 4 de agosto, a la siete de la mañana, monseñor Álvarez, puso de nuevo en jaque a los policías que lo asedian. Cargando la imagen del Jesús sacramentado, y vestido con los ornamentos sagrados de su culto, salió a la calle a rezar y encarar a sus perseguidores. En el video, grabado por algunos de sus ayudantes, se ve cómo coloca la imagen religiosa frente a varios agentes y jefes policiales, que retroceden incómodos. “Esta es una batalla entre el bien y el mal”, proclamó.

Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, 55 años, nació en Managua en un hogar cristiano, donde el padre era obrero y la madre vendía atol. Desde niño mostró vocación por el sacerdocio y sus hermanos lo recuerdan agrupando a la familia en casa para celebrar misa como “el padre Miguel”, según un relato de la hermana mayor, Vilma Álvarez, a la revista Magazine, del diario La Prensa.

Ovispo Daniel Ortega

Durante los años 80, se negó a prestar el servicio militar obligatorio que exigía la revolución sandinista a los jóvenes. “Como dos o tres veces se lo llevaron preso. Y las veces que se lo llevaban llegaban a catear la casa. Nos dejaban todo alborotado. Era mucho dolor y sufrimiento ver lo que hacían… Él nunca se involucró en la política, solo en la religión”, relata su hermana.

Para ponerse a salvo huyó a Guatemala, donde vivió como refugiado. “Creo que nosotros pertenecimos a una generación de jóvenes que nos tocó conquistar a precio de persecución y dolor nuestra libertad”, relató a la revista de La Prensa. En Guatemala toma la decisión de ingresar al seminario católico.

A los 20 años, con una novia que pensaba podría ser su esposa, enfrentó el dilema de su vida dilema. Un año le llevó resolver “si Dios lo estaba llamando a la Iglesia para casarse o para casar a los demás”. En diciembre de 1994 fue ordenado sacerdote en la Catedral de Managua. Tenía 28 años. “Era un sueño, una ilusión a la que finalmente el Señor me había llevado”, dice. El 2 de abril de 2011 asumió la jefatura de la Diócesis de Matagalpa.

A monseñor Álvarez se le ha visto visitando comunidades remotas a lomo de caballo, cocinando, lampaceando pisos o bailando en alguna actividad religiosa.

En mayo de 2018, Álvarez integró el equipo del Conferencia Episcopal que sirvió de testigo y mediador en el primer Diálogo Nacional entre el régimen de Daniel Ortega y la oposición. En ese momento, Nicaragua vivía días de una rebelión cívica que prácticamente habían paralizado el país con más de cien barricadas (tranques) en calles y carreteras y constantes marchas multitudinarias de protestas que llegaron a exigir la renuncia de Ortega.

El diálogo nacional tiene un solo fin: el cambio. El cambio es inevitable, no hay otro camino, no hay otra finalidad. El cambio viene y con él la democratización de la República de Nicaragua”, precisó el obispo poco antes de que las partes se sentaran en la mesa de negociación.

Ortega utilizó el diálogo para coger un segundo aire, y organizar una sangrienta represión con armas de guerras y efectivos militares y paramilitares para desmontar las protestas. 355 muertos calcula la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se produjeron en esas jornadas violentas.

En marzo del siguiente año se realizó el segundo diálogo nacional, pero esta vez el régimen de Ortega vetó la posición de testigo y mediador del obispo Álvarez. La iglesia Católica estuvo representada en esa ocasión solo por el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, y el Nuncio Apostólico Stanislaw Sommertag.

“Cómo se atreve este mal llamado sacerdote (monseñor Álvarez) a explicar lo que debe ser un diálogo entre nicaragüenses si él, violentando los consejos del propio Jesús El Cristo de amaos los unos a los otros, más bien envió a las hordas antidiálogo a masacrar al pueblo en las rotondas con sus temibles barricadas y sus temibles turbas enmascaradas”, descalificó en septiembre de 2018, el oficialista periódico 19 Digital.

El segundo diálogo también fracasó y el régimen mantiene desde entonces la campaña de acoso y persecución contra los obispos y sacerdotes que considera que apoyaron la rebelión ciudadana de 2018.

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EEUU: hallaron cinco cadáveres en los canales de Houston y sospechan de un asesino en serie

La policía confirmó que los cuerpos aparecieron en distintos puntos de la ciudad durante la última semana y describió la situación como inusual

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El estado de Texas atraviesa momentos de incertidumbre luego de que cinco cuerpos fueran hallados en los canales de Houston. Entre los días 15 y 20 de septiembre, las alarmas de la ciudad se encendieron y la inquietud social especula con la posible presencia de un asesino en serie.

Aunque la rápida sucesión de hallazgos ha generado temor y numerosas teorías en redes sociales, las autoridades locales insisten en que no existen pruebas que vinculen los casos ni que apunten a un patrón criminal, según reportó Fox 26 Houston. El misterio de los cadáveres se suma a un caso similar en la capital texana, Austin.

Hallaron cinco cuerpos en Houston y temen un asesino serial

 

La policía de Houston confirmó que los cuerpos aparecieron en distintos puntos de la ciudad durante ese breve periodo. El agente Alan Rosen, del Precinto Uno del Condado de Harris, describió la situación como inusual en declaraciones con Fox 26 Houston: “Normalmente, no se encuentran cuatro cadáveres en los pantanos en una semana”.

Asimismo, subrayó que cada caso requiere una investigación individual para determinar si se trata de un acto ilícito, un accidente, un suicidio o si existen otras circunstancias detrás de las muertes. Sin embargo, la comunidad se alarmó en redes sociales por la posibilidad de que haya un criminal serial.

La preocupación dese ha visto amplificada por declaraciones de algunos candidatos políticos, quienes han sugerido que hay alguien detrás de las muertes. Aún así, tanto el alcalde John Whitmire como la jefa del Departamento de policía, Noe Díaz, han desmentido categóricamente estas versiones.

En una rueda de prensa, el pasado 23 de septiembre, Whitmire pidió frenar la difusión de rumores: “Ya es suficiente con tanta especulación salvaje”, afirmó. Díaz, por su parte, recalcó ante los medios que “no hay ninguna evidencia que sugiera que estos casos están conectados entre sí”, sumando que las investigaciones preliminares no han detectado señales de traumatismo en los cuerpos recuperados.

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Tifón Bualoi golpea Filipinas: muertos y miles evacuados 

El fenómeno meteorológico causó destrucciones de decenas viviendas. Equipos de rescate trabajan para despejar rutas bloqueadas y asistir a las comunidades más aisladas

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Las autoridades filipinas confirmaron la muerte de al menos cuatro personas y la evacuación de 100.000 residentes tras el impacto del tifón Bualoi, que tocó tierra en la costa oriental del archipiélago durante la noche del jueves y ha causado destrucción en múltiples provincias mientras avanza debilitado como tormenta tropical severa.

El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) informó que la tormenta, conocida localmente como Opong, provocó la caída de árboles y casas por los vientos que superaron los 165 kilómetros por hora en la provincia de Masbate.

Claudio Yucot, director de la Oficina de Defensa Civil de la región de Bicol, detalló al diario Inquirer que “tres personas murieron en Masbate por el colapso de árboles y viviendas”. Una cuarta víctima mortal se reportó en la provincia vecina de Camarines Norte, donde un residente falleció tras el impacto de un rayo.

En la provincia de Masbate, los evacuados buscaron refugio en una iglesia cuyo techo terminó completamente destruido. “Alrededor de las 4 de la mañana, el viento destruyó la puerta, las ventanas y el techo de la iglesia”, relató el ingeniero municipal Jerome Martínez a AFP y sumó una apreciación impactante: “Este es uno de los vientos más fuertes que he experimentado”.

Tanto adultos como niños sufrieron las ráfagas de viento en sus propios domicilios y cientos resultaron heridos. “Estamos limpiando muchos árboles grandes y postes eléctricos derribados porque muchos caminos están intransitables”, describió Frandell Anthony Abellera, rescatista en la ciudad de Masbate, al destacar que “la lluvia era fuerte, pero el viento era más fuerte”.

En las islas Visayas, al centro del país, los videos publicados por los residentes de la región mostraron a las personas andando por la ciudad en bote y a otras descalzas cruzando la calle con el agua a la altura de la cintura.

Según los equipos de emergencia, se prevé que más habitantes deban ser evacuados durante este viernes, dado que numerosas viviendas sufrieron daños estructurales y algunos techos quedaron esparcidos por las calles.

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