Este ambicioso proyecto forma parte de la Campaña del Borde del Cráter en la misión Mars 2020, una iniciativa crucial para recopilar datos que puedan ser utilizados en futuras exploraciones humanas del planeta rojo
Los descubrimientos en la exploración de Marte continúan avanzando, y ahora, el rover Perseverance de la NASA está listo para enfrentar uno de sus mayores desafíos hasta la fecha. A partir del lunes 19 de agosto de 2024, el rover comenzará un desafiante ascenso por el borde del cráter Jezero, un ambicioso proyecto conocido como la Campaña del Borde del Cráter.
La misión Mars 2020 de la NASA, de la que Perseverance es parte esencial, ha tenido como objetivo recopilar datos cruciales para futuras exploraciones humanas del Planeta Rojo. Desde su llegada, el rover ha pasado dos años y medio investigando el suelo y el delta del río en el cráter Jezero.
Según informó la NASA, hasta la fecha, Perseverance ha completado cuatro campañas científicas, recolectado 22 núcleos de rocas y recorrido más de 29 kilómetros de superficie rocosa.
Perseverance ha investigado el suelo y el delta del río durante dos años y medio en el cráter Jezero. (Ilustración/NASA/Getty Images)
Art Thompson, gerente del proyecto Perseverance en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en California, aseguró que el rover está en excelentes condiciones para comenzar esta nueva etapa.
“El equipo está ansioso por descubrir lo que encontraremos en la cima de este lugar”, añadió Thompson en un comunicado oficial de la agencia espacial estadounidense citado por CBS News. Este ascenso, que ha sido descrito como el viaje “más desafiante” para el rover, incluirá pendientes de hasta 23 grados, confiando en gran medida en sus capacidades de auto-navegación.
Una vez que Perseverance llegue al borde del cráter, conocido por los científicos como “Aurora Park”, habrá ganado aproximadamente 304 metros de altitud. Este nuevo umbral de exploración promete proporcionar una vasta cantidad de datos y descubrimientos.
Hasta la fecha, Perseverance ha completado cuatro campañas científicas y recogido 22 núcleos de rocas. (NASA/JPL-CALTECH/ASU/MSSS)
Tal como señaló a ABC NewsEleni Ravanis, científica de la Universidad de Hawái en Mānoa y líder científica de la campaña del Borde del Cráter, las muestras recopiladas en esta área podrían tener implicaciones significativas para la comprensión de la historia geológica del planet rojo.
Las operaciones robóticas de Perseverance hasta ahora han sido meticulosas y exitosas, y el interés por los descubrimientos futuros sigue en aumento. Los investigadores de la NASA esperan que esta nueva campaña ofrezca una visión sin precedentes de Marte y continúe aumentando la colección de datos científicos ya impresionante del rover.
La misión Mars 2020 de la NASA es un proyecto de exploración espacial destinado a estudiar el planeta Marte. La misión tiene como objetivo principal buscar signos de vida pasada y entender mejor la geología y el clima del planeta rojo. La pieza central de esta misión es el rover Perseverance, que fue lanzado el 30 de julio de 2020 y aterrizó en Marte el 18 de febrero de 2021.
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El misterio de los antiguos anillos hallados en una tienda de segunda mano en Canadá intriga a la arqueología
Un inesperado hallazgo en un local benéfico puso a expertos y estudiantes tras la pista de 11 anillos y dos medallones, posiblemente de la época medieval
Un conjunto de once anillos y dos medallones cuya antigüedad podría superar el milenio fue entregado, de forma inadvertida, a la tienda de segunda manoThrifty Boutique en Chilliwack, Columbia Británica, durante la primavera de 2024.
El hallazgo pasó desapercibido para el personal y los voluntarios del local hasta que un comprador, identificado como arqueólogo, reconoció el posible valor histórico de las piezas y sugirió contactar a expertos de la Universidad Simon Fraser, en Canadá.
A partir de ese momento se inició una investigación para determinar el origen y la historia de estos objetos, según informó Smithsonian Magazine.
La donación fue realizada por una persona cuya identidad permanece desconocida e incluía una pequeña caja con las joyas, etiquetadas para la venta a USD 21 cada una. La tienda, que recauda fondos para la organización benéfica Chilliwack Hospice Society, no percibió la singularidad de los artículos hasta la advertencia del arqueólogo visitante, quien alertó sobre su posible relevancia.
Sabrina Higgins, arqueóloga de la universidad, mostró interés particular en uno de los medallones, decorado con las letras griegas “CH” y la letra romana “RH”. Según explicó Higgins a Smithsonian Magazine, estos caracteres conforman un Cristograma, un símbolo asociado a Cristo, que indicaría una posible procedencia del antiguo Imperio Romano Occidental.
La falta de documentación sobre la procedencia de las joyas generó inicialmente dudas éticas sobre su aceptación, ante la posibilidad de que hubieran sido obtenidas de manera ilícita antes de llegar a la tienda.
Barbara Hilden, directora del Museo de Arqueología y Etnología, destacó que la universidad suele exigir información precisa sobre el origen de los objetos para su estudio académico, pero en esta ocasión la naturaleza excepcional del hallazgo justificó una excepción: se consideró preferible preservar las piezas en una institución pública antes que permitir su dispersión en el mercado privado.
La autenticidad de las joyas todavía debe confirmarse, ya que podrían ser falsificaciones. Sin embargo, incluso como posibles reproducciones, su análisis puede aportar información relevante sobre el mercado de antigüedades y las metodologías que permiten distinguir piezas genuinas de imitaciones.
Por qué los glaciares podrían empezar a derretirse más rápido en la próxima década, según científicos
Un estudio internacional advierte que un mecanismo de defensa natural está llegando a su límite. Además, la investigación prevé que, en pocos años, sus temperaturas comenzarán a aumentar con mayor velocidad
El fenómeno de autoenfriamiento de los glaciares, que hasta ahora ha servido como una especie de mecanismo natural de defensa frente al calentamiento global, se encuentra en una fase crítica y próxima a su límite, según un estudio internacional liderado por el grupo de Francesca Pellicciotti en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria (ISTA).
Los resultados, publicados en Nature Climate Change, advierten que la capacidad de los glaciares para enfriar el aire circundante alcanzará su punto máximo en la próxima década, tras lo cual se acelerará el aumento de sus temperaturas superficiales y, en consecuencia, su derretimiento.
Cómo se realizó el estudio
Durante el verano de 2022, Thomas Shaw, investigador postdoctoral del grupo de Pellicciotti, se encontraba en el glaciar de Corbassière, en los Alpes suizos, a 2.600 metros de altitud, en una jornada soleada con 17 ℃. Allí, mientras recopilaba datos sobre el estado del hielo, se hacía evidente una paradoja: aunque la temperatura ambiente global ha ido en aumento, las temperaturas cercanas a la superficie de los glaciares muestran un rezago.
Este fenómeno, que se observa incluso en los grandes glaciares del Himalaya, se traduce en la expulsión de vientos fríos por sus laderas, un intento de preservar sus ecosistemas. Sin embargo, este efecto no implica estabilidad a largo plazo.
El estudio dirigido por Shaw demuestra que la reacción de los glaciares al calentamiento global, consistente en enfriar su propio microclima y los entornos valle abajo, está próxima a su límite. “Cuanto más se caliente el clima, más provocará que los glaciares enfríen su propio microclima y los entornos locales valle abajo”, afirmó Shaw.
No obstante, advirtió que este efecto “no durará mucho, y se producirá un cambio de tendencia antes de mediados de siglo”. A partir de ese momento, el derretimiento y la fragmentación de los glaciares, impulsados por el cambio climático de origen humano, se intensificarán y sus temperaturas superficiales aumentarán con mayor rapidez, acelerando su desaparición.
El análisis de los efectos climáticos locales en regiones remotas y la cartografía de su evolución global han representado un desafío considerable, principalmente por la escasez de datos in situ. Esta limitación afecta la precisión de los modelos computacionales que simulan la evolución climática. Pellicciotti y su equipo se sorprendieron al analizar los datos de una estación climática situada a 5.000 metros en las laderas del Monte Everest.