En medio de denuncias de fraude, Maduro fue proclamado para un mandato hasta 2031 en un país del que han salido más de siete millones de personas. De ellas, tres millones han llegado a Colombia, el principal receptor
Cuando Nicolás Maduro fue proclamado ganador de las elecciones, José Ochoa empezó a alistar maletas para caminar desde Colombia hacia Estados Unidos por la selva del Darién. Como a otros migrantes, la esperanza de volver a Venezuela se le esfumó tras los comicios.
Cuando Nicolás Maduro fue proclamado ganador de las elecciones, José Ochoa empezó a alistar maletas para caminar desde Colombia hacia Estados Unidos por la selva del Darién. Como a otros migrantes, la esperanza de volver a Venezuela se le esfumó tras los comicios.
Cuando Nicolás Maduro fue proclamado ganador de las elecciones, José Ochoa empezó a alistar maletas para caminar desde Colombia hacia Estados Unidos por la selva del Darién. Como a otros migrantes, la esperanza de volver a Venezuela se le esfumó tras los comicios.
Pero en medio de denuncias de fraude, Maduro fue reelegido para un mandato hasta 2031, en un país del que han salido más de siete millones de personas, según la ONU. De ellos, tres millones han llegado a Colombia, el principal receptor.
“Voy a tomar camino hacia Estados Unidos (…) no quería hacerlo pero es una dura decisión”, dijo Ochoa en Madrid, un municipio cercano a Bogotá.
Allí vivía solo en una pequeña habitación. Cuando la agencia de noticias AFP lo visitó, días después de las elecciones, ya había vendido la cama y una bicicleta en la que se movilizaba hasta su trabajo en un campo de flores.
Tenía preparada una mochila con ropa para afrontar el viaje de unos 15 días.
La líder opositora venezolana María Corina Machado ha alertado de una ola de migración sin precedentes si Maduro continúa en la presidencia.
Después de la entrevista, la AFP perdió contacto con Ochoa.
Migrantes, en su mayoría venezolanos, cruzan un río durante su viaje a través del Tapón del Darién desde Colombia a Panamá, con la esperanza de llegar a Estados Unidos (AP Foto/Fernando Vergara/Archivo)
Fin de la esperanza
El día de los comicios Ochoa se sintió “muy molesto”. “No le voy decir que me puse a llorar, pero sí me dio mucha rabia porque todos teníamos la esperanza de que esto cambiara”, confesó.
Pese a la presión de organismos multilaterales y varios países para que revele las actas de las votaciones, la autoridad electoral aún no publica los resultados aduciendo un supuesto jaqueo al sistema de escrutinio.
Un triunfo del opositor Edmundo González Urrutia hubiera motivado a Ochoa para regresar a casa y reencontrarse con su padre. Su madre y una hermana murieron en su ausencia.
Ahora enfrentará los peligros de cruzar el Darién, una selva que divide a Colombia de Panamá donde operan paramilitares y bandas de ladrones.
Para Ronal Rodríguez, del Observatorio sobre Venezuela de la Universidad del Rosario, “ya estamos teniendo” una nueva ola migratoria que agravará la situación humanitaria en ese inhóspito corredor.
En 2023, más de medio millón de migrantes cruzaron esa jungla según cifras oficiales panameñas, la mayoría de ellos son venezolanos.
Migrantes venezolanos a orillas del Río Grande en Matamoros, México (AP Foto/Fernando Llano/Archivo)
Incertidumbre e impotencia
En Brasil, Yajaira Deyanira Resplandor se sintió “derrotada” al ver el triunfo del chavismo.
Estaba “triste, impotente por mi país, por la gente que se ha muerto y los que están presos”, dijo la mujer de 56 años, que trabaja en una fábrica textil y vive en una favela en Río de Janeiro.
Siete años después de llegar por tierra junto con sus dos hijas, aún no se adapta a la vida fuera de Venezuela y anhela el regreso, “siempre y cuando salga el presidente”.
Para William Clavijo, presidente de ONG Venezuela Global, que apoya la integración de venezolanos en Brasil, el resultado de la elección sumergió a los migrantes “en una situación de mucha tristeza”.
“Se crea incertidumbre sobre la posibilidad de regresar, de poder reencontrarse con su país, de volver a tener vidas estables, salarios dignos”, explicó.
Según cifras oficiales hasta junio de 2024, casi 600.000 venezolanos ingresaron y permanecieron desde 2017 en Brasil, donde el idioma es un obstáculo difícil de sortear.
Pese al desánimo, Resplandor aseguró que no pierde las esperanzas. “Dios lo va a sacar de ahí”, sentenció en referencia a Maduro.
El migrante venezolano Cristo Pérez, de 33 años, sentado al sol en un campamento para migrantes habilitado en el exterior de la iglesia de La Soledad, en la Ciudad de México (AP Foto/Marco Ugarte/Archivo)
“Morir en Venezuela”
Mientras los gobiernos de México, Colombia y Brasil intentan mediar entre Maduro y la oposición para solucionar la crisis desatada tras las elecciones, los migrantes en el sur del continente se mantienen a la expectativa.
“Estoy aquí con un ansia de que cambie todo allá y volver pronto. Quiero recobrar mi vida en Venezuela”, suplicó Alba Olivero, de 70 años, en Montevideo.
En la capital uruguaya, Olivero no puede cobrar la jubilación de unos 25 dólares mensuales, pues el gobierno venezolano rompió en 2015 el convenio que regía para eso.
“En cuanto caiga el gobierno de Maduro me vuelvo para ayudar en la reconstrucción” del país, sostuvo. Quiero “vivir y morir” en Venezuela.
Enfoque Now es una plataforma digital dedicada a conectar e informar a la comunidad latina acerca de los acontecimientos que suceden a nivel local e internacional.
México ha entregado a EEUU a 55 líderes de cárteles de droga en operaciones secretas durante el 2025
El operativo incluyó sigilo extremo, drones de vigilancia y sustitución de personal penitenciario. Las autoridades temían fugas, atentados y motines de último minuto
En una de las operaciones conjuntas más ambiciosas entre México y EstadosUnidos, 55 líderes de cártelesmexicanos fueron entregados este año a la justicia estadounidense en dos misiones bajo estrictas medidas de seguridad. La acción, resultado de una presión diplomática ejercida principalmente por la administración de Donald Trump, representa un golpe a las estructurascriminales y un giro en la cooperación bilateral frente al tráficodedrogas.
De acuerdo con información publicada por The Wall Street Journal (WSJ), los reos trasladados representan las cúpulas de organizaciones como Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y Zetas. Entre los extraditados figuran nombres emblemáticos como Rafael Caro Quintero, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985 y prófugo de la justicia estadounidense por décadas.
Durante sus estancias en prisiones de México, estos reclusos contaban con redes de corrupción que les permitían acceso a armas, drogas, mujeres y dispositivostelefónicos. Según funcionarios estadounidenses y mexicanos, desde sus celdas coordinaban el envío de toneladas de heroína, fentanilo, cocaína y metanfetamina hacia EstadosUnidos, además de ordenar homicidios y secuestros.
El proceso de extradición se mantuvo en completo sigilo ante el temor de fugas, motines y posibles atentados contra los propios capos, quienes representaban riesgos de filtración de información sensible. “Nunca en la historia de nuestra agencia hemos visto la remoción de este nivel de criminales desde México”, señaló Derek Maltz, exjefe interino de la Administración de Control de Drogas (DEA).
La transferencia de los líderescriminales requirió la movilización de 2.000 efectivos de fuerzas especiales mexicanas. “Fue una misión que no podía fallar. Cualquier filtración habría encendido alarmas y disparado la violencia”, aseguró un alto funcionario mexicano al WSJ.
El nivel de secreto fue tal que los propios detenidos desconocían su destino hasta pisar territorio estadounidense. “Welcome to America!”, exclamó Maltz al recibir al primer grupo de extraditados. Los raslados se ejecutaron en dos bloques: la primera hace nueve meses y la segunda en agosto. Los prisioneros desembarcaron en ciudades como Chicago, Phoenix, San Antonio, Nueva York y Washington D.C..
Entre los extraditados sobresalen los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño, antiguos jefes de Los Zetas, organización responsable de una oleada de violencia. Conforme a fuentes oficiales mexicanas, los Treviño controlaban desde prisión una red de más de 600 internos y han sido vinculados al asesinato de 18 custodios penitenciarios.
Nicolás Maduro recurre a custodios cubanos y se esconde en múltiples lugares ante el temor de un ataque de Estados Unidos
El dictador chavista ha cambiado su rutina, teléfonos y lugares de descanso, y ha delegado responsabilidades clave de su protección en agentes de inteligencia de La Habana
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reforzado de manera significativa su seguridad personal, incluyendo el cambio de lugar donde duerme, y ha recurrido a Cuba, su principal aliado, ante la creciente amenaza de una intervención militar estadounidense en el país.
Así lo confirman varias personas cercanas al gobierno venezolano. Describen un clima de tensión y preocupación dentro del entorno íntimo del mandatario, aunque aseguran que Maduro considera que mantiene el control y que podrá superar este desafío, el más grave en sus 12 años de gobierno.
Para protegerse de un posible ataque de precisión o de una incursión de fuerzas especiales, Maduro ha cambiado repetidamente de lugar para dormir y de teléfono celular, según dichas fuentes. Estas precauciones se intensificaron desde septiembre, cuando Estados Unidos empezó a acumular buques de guerra y a atacar embarcaciones que la administración de Trump afirma que traficaban drogas desde Venezuela.
Para reducir el riesgo de ser traicionado, Maduro también ha ampliado el papel de los guardaespaldas cubanos en su equipo de seguridad personal y ha incorporado más oficiales de contrainteligencia cubanos al ejército venezolano, indicó una de las fuentes.
Sin embargo, en público, Maduro ha intentado minimizar las amenazas de Washington, mostrándose relajado y despreocupado, haciéndose presente en actos públicos sin previo aviso, bailando y publicando videos propagandísticos en TikTok.
Las siete personas cercanas al gobierno entrevistadas para este artículo pidieron el anonimato por temor a represalias o porque no estaban autorizadas a hablar con la prensa. El Ministerio de Comunicación de Venezuela, responsable de las consultas de medios, no respondió a la solicitud de comentarios sobre el artículo.
La administración Trump ha acusado a Maduro de liderar un “cártel narcoterrorista” que inunda a Estados Unidos de drogas, una narrativa que, según muchos funcionarios actuales y anteriores en Washington, busca en última instancia un cambio de régimen. Sin embargo, Trump ha combinado esas amenazas con menciones a una posible solución diplomática. Él y Maduro conversaron por teléfono el mes pasado para discutir una posible reunión.