Malcolm LaVergne enfrenta un complejo entramado de deudas e intereses. Buscará liquidar propiedades y subastar objetos valiosos, en medio de tensiones
O.J. Simpson acumuló una gran cantidad de deudas que necesitan ser pagadas, incluso después de su muerte en abril de 2024. El albacea de su patrimonio, Malcolm LaVergne, quien fuera su abogado durante mucho tiempo, está enfrentando varios desafíos para reunir los fondos necesarios y afrontar las demandas de los acreedores.
TMZ informó que LaVergne está intentando recuperar más de 269.000 dólares de una de las propiedades de O.J., y puede que tenga que hacerlo a través de su hijo Justin, quien ayudó a su padre a comprar una casa en Las Vegas hace unos años.
La propiedad, adquirida en 2022 con una inversión de aproximadamente 159.000 dólares por parte de Simpson, ha aumentado su valor en más de 100.000 dólares desde entonces. El abogado sostiene que tanto el capital invertido como el aumento del valor de la propiedad forman parte del patrimonio del fallecido.
A pesar de estos intentos por recuperar fondos, la situación financiera del patrimonio de Simpson es desesperada. Según The Blast, LaVergne ha mencionado que la deuda de 33.5 millones de dólares que Simpson debía a las familias de las víctimas después del juicio civil en 1997 ha crecido debido a los intereses acumulados, llegando a casi 100 millones de dólares.
Este incremento se suma a una reciente ejecución fiscal por parte del estado de California, que añade una deuda adicional de 500.000 dólares.
Malcolm LaVergne, albacea del patrimonio de O.J. Simpson, está buscando fondos para afrontar demandas. (Jason Bean/The Reno Gazette-Journal)
El proceso no ha sido sencillo, pues el fiduciario ha encontrado una fuerte resistencia a sus esfuerzos de liquidación de la propiedad de O.J. Simpson. TMZ señaló que el abogado expresó su “decepción por la resistencia que está encontrando en su esfuerzo por recolectar y vender propiedades” del fallecido exatleta, lo que la ha llevado a tener conflictos con la familia.
Además, está buscando otros bienes, como el anillo del Salón de la Fama de Fútbol Americano Profesional y un Rolex de lujo de Simpson, ambos desaparecidos tras su muerte. LaVergne declaró a TMZ: “Pertenece al patrimonio y quiero que esté a mis pies”.
O.J. Simpson falleció en abril de 2023 por cáncer de próstata sin la presencia de sus hijos y nietos.(AP/Ethan Miller)
Dentro de las estrategias para afrontar estas deudas, LaVergne también está considerando la subasta de diversos bienes personales de Simpson. Esta medida podría brindar cierto alivio financiero, al tiempo que ofrece a los aficionados la oportunidad de hacerse con objetos valiosos del famoso exjugador de la NFL.
No obstante, la tarea no es fácil debido a la magnitud de las deudas y la cantidad de acreedores implicados, incluyendo el IRS y las autoridades fiscales de California.
La muerte de O.J. Simpson por un cáncer de próstata en abril de 2023 dejó a sus hijos y nietos sin la posibilidad de estar a su lado en sus últimos momentos. The Blast reportó que a diferencia de los rumores, los hijos y nietos de Simpson no estuvieron presentes cuando falleció; en su lugar, un allegado, cuya identidad no fue revelada, estuvo con él.
A pesar de las dificultades familiares y financieras, LaVergne subrayó que la ausencia de sus hijos en sus últimos momentos no resta valor al amor que sentían por su padre.
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El papa canonizó por primera vez a dos beatos de Venezuela: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles
La santificación, aprobada por el Francisco antes de su muerte, marca un momento clave para la fe católica en el país sudamericano, en medio de la grave crisis social y política que aqueja a la población
La mañana del domingo en la plaza de San Pedro dejó una estampa diferente a la habitual solemnidad romana: una multitud vibrante, colorida y emocionada, con miles de banderas venezolanas ondeando bajo el sol. Era, sobre todo, una jornada de celebración venezolana, marcada por la canonización de dos figuras profundamente queridas: José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, y Carmen Rendiles, fundadora de una congregación religiosa y ejemplo de fortaleza.
En medio de cantos, rezos y lágrimas, la ceremonia oficializó un momento de comunión tanto para los que se congregaron en Roma como para los millones de venezolanos que, desde su país natal, siguieron el acontecimiento en medio de una severa crisis política y económica.
Cuando el papa León XIV pronunció en latín la solemne fórmula de canonización para inscribir en el libro de los santos los nombres de Hernández y Rendiles, la ovación cruzó el Atlántico. El eco del aplauso se expandió en plazas y calles de Caracas, donde cientos de fieles siguieron la transmisión en directo, muchos con imágenes de papeles y estampas del doctor-santo y otros encendiendo velas frente a altares improvisados. El júbilo no distinguía entre oficialistas y opositores: la canonización ofreció una de las pocas ocasiones de unidad para el país, distendiendo —al menos durante unas horas— la fuerte polarización política que define a la Venezuela contemporánea.
A la celebración acudieron cerca de 55.000 peregrinos, según informaron las autoridades locales. De ellos, miles ondeaban con orgullo el tricolor venezolano, y camisetas y gorras con el rostro de José Gregorio Hernández y la imagen de Carmen Rendiles resaltaban entre las delegaciones internacionales.
Entre los asistentes, un testimonio fue recogido por la prensa local: José Ramón Malave Contreras, venezolano que reside en Roma. “Mi mamá me puso mi nombre gracias a este santo venezolano porque según la creencia, yo iba a nacer muerto, así que mi mamá me puso su nombre por haberme salvado la vida. Para mí era imperdible este momento”, declaró emocionado.
La jornada en el Vaticano no fue exclusiva de los venezolanos. En esa misma ceremonia, el papa León XIV sumó a otros cinco santos: el arzobispo Ignacio Choukrallah Maloyan, mártir armenio asesinado durante el genocidio de inicios del siglo XX; Peter To Rot, laico de Papúa Nueva Guinea ejecutado en 1945; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y Maria Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo. Pero la devoción popular venezolana marcó la jornada con un fervor y colorido raramente presentes en Roma.
La humanidad se encuentra en un momento sin precedentes. Los planes de visitar la Luna, establecer estaciones espaciales permanentes e incluso arribar a Marte en la próxima década, ya no pertenecen al reino de la ciencia ficción.
Sin embargo, junto con estas ambiciones extraordinarias surgen riesgos desconocidos y complejos para la salud humana, siendo el sistema inmunitario uno de los más vulnerables.
Para comprender mejor estos efectos, un equipo internacional liderado por el doctor Daniel Winer, del Buck Institute for Research on Aging, en colaboración con la NASA, la Agencia Espacial Europea y otras universidades, ha desarrollado un marco científico integral denominado astroinmunología.
Esta subdisciplina analiza cómo los factores estresantes del espacio alteran la fisiología inmunitaria y explora estrategias para proteger la salud de los astronautas en misiones de larga duración.
“El futuro de la humanidad implicará vivir en el espacio exterior o en mundos distantes para algunas personas. El objetivo principal de establecer esta subespecialidad emergente de la astroinmunología es desarrollar contramedidas para proteger la salud de quienes exploran la vida fuera de la Tierra”, señaló Winer.
El trabajo publicado en Nature Reviews Immunology no se limita a describir los problemas observados durante las misiones espaciales, sino que ofrece una comprensión mecanicista de cómo la microgravedad, la radiación cósmica, los cambios en los patrones de sueño y los factores de estrés fisiológico afectan la función inmunitaria.
Estos estudios aprovechan análisis multiómicos modernos, que incluyen perfiles transcriptómicos, proteómicos y metabolómicos, para delinear los mecanismos celulares y moleculares que explican la disminución de la eficacia del sistema inmunitario en el espacio.
Uno de los hallazgos más críticos es el impacto de la microgravedad en las células inmunitarias. En ausencia de la atracción gravitacional terrestre, los linfocitos T y las células NK presentan una proliferación, diferenciación y capacidad de respuesta reducidas. La desorganización del citoesqueleto altera la señalización y la comunicación intercelular, mientras que la disfunción mitocondrial incrementa la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO), que dañan células y tejidos.