Luego de que Nicolás Maduro fuera reelegido como presidente de Venezuela, en lo que parece ser un fraude orquestado por la dictadura que está en el poder desde hace varios años, la oposición ha reclamado justicia, transparencia y la salida del poder del actual mandatario, a través de multitudinarias marchas y constantes manifestaciones en las calles.
Ante esto, el régimen ha ordenado a las fuerzas del orden controlar toda aquella muestra de descontento con Maduro, por lo que los militares a servicio de la dictadura han endurecido sus acciones para detener a quienes se manifiesten contra el gobierno, reelegido con un aparente fraude.
El régimen de Maduro ha puesto tarifas por cada opositor detenido.
Al respecto, el periodista peruano Jaime Bayly, ha puesto al descubierto la oscura estrategia de Nicolás Maduro y los organismos militares y de policía que sirven a su gobierno, para detener a los manifestantes y a quienes sean identificados como opositores al régimen.
Según el comunicador, abierto contradictor de Maduro, hay un cruel esquema de beneficios, estímulos y recompensas impulsado por el régimen, para motivar la represión y alentar a sus uniformados para capturar a los miembros de la oposición.
Así funcionan las recompensas por capturar opositores en Venezuela
Bayly dijo que fuentes altamente confiables le revelaron que la dictadura de Maduro está pagando en efectivo y en dólares a los uniformados que capturan a cualquier miembro de la oposición.
Así mismo, indicó que la cifra por cada delatado, capturado y trasladado a las cárceles es de 100 dólares, cifra de dinero que ha servido de motivación a las fuerzas represoras.
“Fuentes altamente confiables han revelado que la dictadura paga y paga en dólares a sus matones uniformados, a sus cuerpos de seguridad, por cada venezolano detenido en las calles, que estaban protestando contra los abusos y los atropellos de la dictadura. La dictadura venezolana paga 100 dólares, en efectivo, a cada persona que haya delatado, informado secretamente sobre la existencia de un opositor”, dio Bayly.
De igual forma, quienes participen en la captura también reciben otra recompensa de 100 dólares; esto quiere decir que, si llegan varios uniformados a capturar a un opositor, cada miembro de esa cuadrilla recibirá dicha suma de dinero.
“Luego viene la brigada que va a detener al delatado, o los guardias que cuando hay protestas callejeras corren a detener a las personas que está manifestándose pacíficamente. La dictadura les dijo, ‘cada uno de ustedes que logre capturar a un detenido y lo lleve a la cárcel va a recibir 100 dólares en efectivo’”, explicó el periodista.
Aunque esto ya suena aterrador, Bayly dejó al descubierto otra terrible estrategia que está en marcha para que cada vez sean más los detenidos; según él, las autoridades entregan una serie de tiquetes o vales por cada detenido, y luego de juntar cierta cantidad, los uniformados serán ascendidos.
“Por cada detención, la policía política del régimen, cada guardia, cada oficial, cada matón uniformado, recibe un ticket. Si llegan a 15 tickets, de inmediato lo ascienden. (…) Es decir, que habrán recibido 1.500 dólares y con el ascenso van a cobrar más dinero”, explicó el periodista.
Además de todo esto, explicó que el ciclo de detenciones también contempla la recepción de sobornos para dejar en libertad a los capturados, pues los militares analizan si el detenido tiene recursos y cobran, por dejarlo salir, entre 1.000 y 5.000 dólares, con lo que se cierra una lucrativa cadena con la que motivan a los militares y policías venezolanos para silenciar a la oposición.
Urgente Venezuela ??
Jaime Bayly reveló hoy que la dictadura está pagando 100 dólares a los delatores y también otros 100 Uds a los militares que lleven a las cárceles a opositores
Bayly cuenta al detalle como funciona este brutal esquema de represión
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Tensión en la frontera entre Afganistán y Pakistán: intensos combates entre el régimen talibán y las fuerzas de Islamabad
El conflicto surgió tras días de hostilidad creciente y coincidió con la visita oficial del ministro de Asuntos Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, a la India
Entre disparos de artillería y fuego cruzado a lo largo de la frontera, latensión entre Afganistán y Pakistán aumentó en las últimas horas debido a una nueva escalada de ataques directos y acusaciones sobre insurgencia y seguridad estatal.
Las fuerzas afganas ejecutaron ataques calificados como “no provocados” contra posiciones pakistaníes, lo que detonó enfrentamientos armados que se prolongaron durante la noche y alcanzaron varias provincias fronterizas. El conflicto surgió tras días de hostilidad creciente y coincidió con la visita oficial del ministro de Asuntos Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, a la India.
El Ejército de Pakistán respondió de inmediato con fuego de represalia, lo que causó la muerte de decenas de soldados afganos y de presuntos insurgentes pakistaníes conocidos como khwarij.
Según informó AFP, 23 personas, incluidos civiles, murieron el viernes en la provincia paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán, durante un ataque contra un centro de formación de fuerzas del orden.
El atentado, uno de los más letales de los últimos meses, fue reivindicado este sábado, por el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), grupo que ha intensificado su ofensiva armada en la región. Según fuentes oficiales, entre las víctimas figuran 7 policías, 11 paramilitares y 5 civiles. El ataque consistió en la detonación de un vehículo cargado de explosivos, seguida de un asalto armado.
Islamabad responsabiliza al gobierno afgano de proteger a grupos armados antipaquistaníes. Los talibanes pakistaníes, aliados de los talibanes afganos, asumieron la autoría poco después de que Afganistán acusara de violar su soberanía, tras explosiones registradas el jueves en Kabul y Paktika.
El portavoz afgano Zabihullah Mujahid confirmó la explosión en Kabul, pero aseguró que la situación estaba bajo control y no se reportaron víctimas. El ataque agudiza la tensión entre ambos países en medio de una escalada de violencia fronteriza.
Por otro lado, voceros militares detallaron que los combates también se concentraron en sectores de las provincias afganas de Kunar, Khost, Paktia, Paktika y Helmand, áreas tradicionalmente disputadas en la denominada Línea Durand, que separa ambos países con una extensión de más de 2.600 kilómetros (1.615 millas).
El misterio de los antiguos anillos hallados en una tienda de segunda mano en Canadá intriga a la arqueología
Un inesperado hallazgo en un local benéfico puso a expertos y estudiantes tras la pista de 11 anillos y dos medallones, posiblemente de la época medieval
Un conjunto de once anillos y dos medallones cuya antigüedad podría superar el milenio fue entregado, de forma inadvertida, a la tienda de segunda manoThrifty Boutique en Chilliwack, Columbia Británica, durante la primavera de 2024.
El hallazgo pasó desapercibido para el personal y los voluntarios del local hasta que un comprador, identificado como arqueólogo, reconoció el posible valor histórico de las piezas y sugirió contactar a expertos de la Universidad Simon Fraser, en Canadá.
A partir de ese momento se inició una investigación para determinar el origen y la historia de estos objetos, según informó Smithsonian Magazine.
La donación fue realizada por una persona cuya identidad permanece desconocida e incluía una pequeña caja con las joyas, etiquetadas para la venta a USD 21 cada una. La tienda, que recauda fondos para la organización benéfica Chilliwack Hospice Society, no percibió la singularidad de los artículos hasta la advertencia del arqueólogo visitante, quien alertó sobre su posible relevancia.
Sabrina Higgins, arqueóloga de la universidad, mostró interés particular en uno de los medallones, decorado con las letras griegas “CH” y la letra romana “RH”. Según explicó Higgins a Smithsonian Magazine, estos caracteres conforman un Cristograma, un símbolo asociado a Cristo, que indicaría una posible procedencia del antiguo Imperio Romano Occidental.
La falta de documentación sobre la procedencia de las joyas generó inicialmente dudas éticas sobre su aceptación, ante la posibilidad de que hubieran sido obtenidas de manera ilícita antes de llegar a la tienda.
Barbara Hilden, directora del Museo de Arqueología y Etnología, destacó que la universidad suele exigir información precisa sobre el origen de los objetos para su estudio académico, pero en esta ocasión la naturaleza excepcional del hallazgo justificó una excepción: se consideró preferible preservar las piezas en una institución pública antes que permitir su dispersión en el mercado privado.
La autenticidad de las joyas todavía debe confirmarse, ya que podrían ser falsificaciones. Sin embargo, incluso como posibles reproducciones, su análisis puede aportar información relevante sobre el mercado de antigüedades y las metodologías que permiten distinguir piezas genuinas de imitaciones.