Antes de que finalice el verano podremos ver en el cielo una explosión estelar cuya luz ha estado viajando hacia la Tierra durante unos 2,600 años. La vimos por última vez en 1946 y no será visible de nuevo hasta 2104.
La estrella conocida como la «Estrella Blaze», está en el centro de atención de la comunidad astronómica mundial.
Este evento, que se espera ocurra entre verano, es una explosión estelar que hará que la estrella sea visible a simple vista desde la Tierra.
La luz de la explosión que estamos a punto de presenciar ha estado viajando hacia la Tierra durante unos 2,600 años
El fenómeno astronómico que involucra a la estrella T Coronae Borealis, conocida como la «Estrella Blaze», está capturando la atención de astrónomos y entusiastas del cielo en todo el mundo.
A 3.000 años luz de la Tierra
Este evento, considerado como una oportunidad única en la vida, se espera que ocurra entre ahora y septiembre de 2024, cuando la estrella se vuelva visible a simple vista debido a una explosión termonuclear en su superficie. La luz de la explosión ha estado viajando hacia la Tierra durante unos 2.600 años.
T Coronae Borealis es una nova recurrente situada en la constelación de Corona Borealis, aproximadamente a 3.000 años luz de distancia de la Tierra. Las novas recurrentes son sistemas estelares binarios en los que una enana blanca y una estrella gigante roja orbitan mutuamente.
En este sistema, la enana blanca extrae material, principalmente hidrógeno, de su compañera gigante roja. Con el tiempo, este hidrógeno se acumula en la superficie de la enana blanca, aumentando la presión y la temperatura hasta que se produce una explosión termonuclear.
Cada 80 años
T Coronae Borealis ha experimentado explosiones visibles en el pasado, notablemente en 1866 y 1946. Estos eventos hicieron que la estrella brillara intensamente en el cielo nocturno, convirtiéndose en un objeto de interés tanto para astrónomos profesionales como para aficionados.
La explosión de 1946 fue la última vez que la estrella fue visible a simple vista, y desde entonces, ha permanecido en un estado más tranquilo.
Para observar este espectáculo celestial, se recomienda buscar un lugar oscuro y alejado de las luces urbanas. Aunque la estrella aún no es visible, se espera que su brillo aumente significativamente, alcanzando una magnitud similar a la de Polaris, la estrella del norte.
Se sugiere el uso de binoculares para una mejor visualización y aplicaciones de mapas estelares para localizar la constelación Corona Borealis, donde se encuentra la estrella, como el que ha ofrecido la NASA.
Mapa para encontrar a Hércules y la “Corona Boreal” en el cielo nocturno. Mire hacia arriba después del atardecer durante los meses de verano para encontrar a Hércules, luego escanee entre Vega y Arturo, donde se puede identificar el patrón distintivo de la Corona Boreal. / NASA.
La posibilidad de observar un evento tan raro y espectacular desde el patio trasero de casa puede inspirar a nuevas generaciones de astrónomos y fomentar una mayor apreciación del universo, esperan los científicos.
Importancia Científica
Este evento ofrece una oportunidad única para el estudio científico. Se emplearán tecnologías avanzadas, como el Telescopio Espacial James Webb y el Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi de la NASA, para observar y analizar el fenómeno en diversas longitudes de onda.
Estos datos permitirán a los científicos analizar la composición química de la explosión, la velocidad de expansión de los gases y otros aspectos físicos del fenómeno.
Todo un espectáculo celeste nos espera en lo que queda de verano.
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Una inteligencia artificial reveló por qué más de 50.000 terremotos sacudieron italia entre 2022 y 2025
Un innovador análisis de datos sísmicos permitió descubrir estructuras subterráneas responsables de miles de sismos en el sur del país, y así resolver un misterio que la ciencia tradicional no había logrado descifrar
El análisis de datos sísmicos mediante inteligencia artificial (IA) ha permitido identificar una red de fallas ocultas bajo el volcán Campi Flegrei, lo que explica la inusual secuencia de más de 54.000 terremotos registrados en el sur de Italia entre 2022 y 2025.
Este avance, liderado por especialistas de la Universidad de Stanford, ha resuelto un enigma que los métodos tradicionales no habían logrado descifrar, al revelar la existencia de un “anillo de fallas” responsable de la actividad sísmica en la región.
La investigación, publicada en la revista Science, demostró que los sistemas de monitoreo convencionales solo habían detectado cerca de 12.000 movimientos sísmicos en ese periodo.
Sin embargo, el modelo basado en aprendizaje automático multiplicó esa cifra por más de cuatro, lo que permitió a los científicos cartografiar con precisión el subsuelo del Campi Flegrei y descubrir las estructuras responsables de su inestabilidad actual.
De qué forma el estudio usó IA para analizar este fenómeno en el país europeo
El estudio identificó una correlación directa entre: los microseísmos y un sistema circular de fracturas situado bajo la localidad de Pozzuoli.
Según citó El Confidencial, William Ellsworth, profesor emérito de geofísica en Stanford y coautor del estudio, explicó que “por primera vez tenemos una visión clara de las estructuras que desencadenan esta actividad sísmica”.
El investigador añadió que los datos obtenidos confirman la posibilidad de que la zona experimente terremotos de magnitud 5, lo que podría tener un gran impacto en las áreas habitadas cercanas a Nápoles.
Qué otros datos reveló la inteligencia artificial sobre el territorio
El modelo de inteligencia artificial permitió detectar que el terreno de Pozzuoli continúa elevándose a un ritmo de diez centímetros al año, un fenómeno conocido como bradisismo.
Este ascenso progresivo, que ya se había observado en la década de 1980, coincide con el perímetro del anillo de fallas descubierto. Xing Tan, investigador principal del proyecto, destacó que “nuestros colegas italianos se sorprendieron al ver el anillo tan bien definido; hasta ahora solo tenían indicios fragmentados”.
A pesar de la magnitud del hallazgo, los científicos aclararon que los seísmos analizados son superficiales, porque se producen a menos de 4 kilómetros de profundidad, y no constituyen una señal de ascenso de magma hacia la superficie.
No obstante, advirtieron que un terremoto fuerte o poco profundo podría causar daños muy estructurales, sobre todo considerando que más de 360.000 personas residen dentro de la caldera del Campi Flegrei.
Descubrieron en La Rioja uno de los dinosaurios más antiguos del mundo
Científicos del Conicet, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y universidades públicas identificaron a la nueva especie que llamaron Huayracursor jaguensis. Combina características nunca vistas en ejemplares de hace más de 220 millones de años
Un grupo de paleontólogos encontró uno de los dinosaurios más antiguos que ya mostraba el cuello largo y el cuerpo grande al mismo tiempo, algo nunca visto en ejemplares de hace más de 220 millones de años.
El hallazgo ocurrió en la provincia de La Rioja, Argentina, dentro de una región montañosa que antes no había sido explorada.
Se trata de una especie desconocida de dinosaurio herbívoro. Los investigadores que la describieron pertenecen al Centro Regional de Investigaciones Científicasy Transferencia Tecnológica de La Rioja (CRILAR) del Conicet, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de La Rioja y el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN) y la llamaron Huayracursor jaguensis.
“Huayra” significa viento en quechua, “cursor” quiere decir corredor en latín y “jaguensis” se refiere a Jagüé, la zona donde lo encontraron. Es decir, su nombre completo significa “corredor del viento de Jagüé”, una forma de rendir homenaje a su posible agilidad y a su tierra de origen.
La investigación fue publicada en la revista Nature. El equipo estuvo dirigido por Martín Hechenleitner y participaron Agustín Martinelli, Sebastián Rocher, Lucas Fiorelli, Malena Juarez, Jeremías Taborda y Julia Desojo.
Qué se sabía sobre los dinosaurios de cuello largo
Los dinosaurios de cuello largo existieron desde el periodo Triásico, hace aproximadamente 230 millones de años, y prosperaron durante el Jurásico y el Cretácico.
Este grupo sobrevivió por más de 140 millones de años, hasta la extinción masiva que ocurrió hace 66 millones de años. Durante ese largo tiempo, evolucionaron en distintas formas y tamaños, pero casi siempre mantuvieron el cuello largo como característica principal.
Los dinosaurios de cuello largo formaron parte del grupo de los sauropodomorfos. Presentaban cuerpos grandes, patas robustas y colas largas. La mayoría de esos animales fueron herbívoros.
En Brasil, los restos de la especie Bagualosaurus, había mostrado ciertas señales de transición, pero todavía no se conocía un caso tan temprano que combinara ambas características: mayor tamaño y cuello más extenso.
Ahora, el hallazgo del dinosaurio Huayracursor jaguensis en La Rioja aportó más luz.