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Ciencia

¿A qué huelen las momias de Egipto? El misterioso aroma resucitado por la ciencia con una “nariz electrónica”

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Una investigación, llevada a cabo por conservadores del Museo Egipcio de El Cairo y científicos de Eslovenia, Polonia y el Reino Unido, utilizó un análisis químico avanzado para dar con el característico olor

Las momias egipcias siguen desprendiendo olores a dulce, especias o madera cinco milenios después de su embalsamamiento, según ha revelado un estudio publicado en la revista Journal of the American Chemical Society.

La investigación, llevada a cabo por conservadores del Museo Egipcio de El Cairo y científicos de Eslovenia, Polonia y el Reino Unido, ha utilizado análisis químicos avanzados, como una “nariz electrónica”, junto con un análisis olfativo directo.

Los investigadores destacan que el buen olor era un aspecto clave en la momificación egipcia, ya que para esta civilización “la pureza de los dioses estaba asociada con el buen olor, mientras que la corrupción y putrefacción de un cuerpo se representaban con el mal olor”.

Las momias egipcias siguen desprendiendo olores a dulce, especias o madera cinco milenios después de su embalsamamiento, según ha revelado un estudio publicado en la revista Journal of the American Chemical Society

A pesar del tiempo transcurrido, los conservadores siguen describiendo el aroma de los cuerpos momificados como “agradable”, ya que aún contienen resinas aromáticas de pino, cedro, enebro, mirra e incienso, además de ceras empleadas en el embalsamamiento.

Los olores son moléculas químicas suspendidas en el aire que se desprenden de una sustancia. Para su análisis, los científicos emplearon un cromatógrafo de gases acoplado a un espectrómetro de masas, un instrumento que permite medir y cuantificar las sustancias químicas emitidas por los cuerpos momificados.

Además, un equipo de evaluadores humanos entrenados realizó un análisis sensorial directo, en el que describieron los olores en términos de calidad, intensidad y agrado. Combinando estos dos métodos, los investigadores pudieron determinar si los olores detectados provenían de los materiales originales de la momificación, de productos de conservación añadidos posteriormente, de pesticidas o del deterioro natural de la momia debido a mohos, bacterias u otros microorganismos.Emma Paolin, investigadora de laEmma Paolin, investigadora de la Universidad de Liubliana (en la parte trasera) y Cecilia Bembibre, profesora del University College London (en la parte delantera) tomando muestras de hisopos con fines de análisis microbiológico en la Universidad de Economía de Cracovia (CRÉDITO Abdelrazek Elnaggar)

Los resultados confirmaron la presencia de aromas a madera, especias y dulces, y demostraron que el análisis del olor puede utilizarse como una herramienta no invasiva y no destructiva para clasificar y estudiar restos arqueológicos.

Una investigación pionera en la conservación del patrimonio

El director del Museo Egipcio de El Cairo, Ali Abdelhalim, coautor del estudio, explicó la importancia del embalsamamiento en la civilización egipcia: “Para los antiguos egipcios, la momificación era una importante práctica mortuoria destinada a preservar el cuerpo y el alma para la otra vida mediante un minucioso ritual de embalsamamiento del difunto con aceites, ceras y bálsamos”.

Además, señaló que el análisis de los distintos métodos y materiales utilizados en la momificación proporciona información clave sobre la época, la ubicación y el estatus socioeconómico del individuo momificado.

Por su parte, Cecilia Bembibre, investigadora del University College de Londres y coautora del estudio, destacó que la colaboración con expertos egipcios fue fundamental para la investigación, ya que “mientras que la mayoría de los estudios sobre cuerpos momificados se han realizado hasta ahora en museos europeos, aquí hemos trabajado en estrecha colaboración con nuestros colegas egipcios para garantizar que sus conocimientos y experiencia perceptiva estuvieran representados”.Emma Paolin, investigadora de laEmma Paolin, investigadora de la Universidad de Liubliana, preparando un muestreo activo del aire que rodea a las momias egipcias. CRÉDITO Abdelrazek Elnaggar

El investigador Matija Strlic, afiliado al University College de Londres y a la Universidad de Liubliana, subrayó la relevancia de la investigación: “El olor de los cuerpos momificados ha despertado un gran interés durante años, pero hasta ahora no se había realizado ningún estudio científico que combinara técnicas químicas y percepción. Estamos ante un estudio pionero”.

Según los autores, este tipo de análisis no solo ayudará a mejorar la conservación del patrimonio, sino que también contribuirá a garantizar la seguridad de los conservadores que trabajan con restos antiguos. Además, los hallazgos podrían permitir que los museos ofrezcan experiencias inmersivas a los visitantes a través del sentido del olfato, mediante la creación de lo que los investigadores denominan “paisajes olfativos”.

(Con información de EFE)

Ciencia

Una inteligencia artificial reveló por qué más de 50.000 terremotos sacudieron italia entre 2022 y 2025

Un innovador análisis de datos sísmicos permitió descubrir estructuras subterráneas responsables de miles de sismos en el sur del país, y así resolver un misterio que la ciencia tradicional no había logrado descifrar

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El análisis de datos sísmicos mediante inteligencia artificial (IA) ha permitido identificar una red de fallas ocultas bajo el volcán Campi Flegrei, lo que explica la inusual secuencia de más de 54.000 terremotos registrados en el sur de Italia entre 2022 y 2025.

Este avance, liderado por especialistas de la Universidad de Stanford, ha resuelto un enigma que los métodos tradicionales no habían logrado descifrar, al revelar la existencia de un “anillo de fallas” responsable de la actividad sísmica en la región.

La investigación, publicada en la revista Science, demostró que los sistemas de monitoreo convencionales solo habían detectado cerca de 12.000 movimientos sísmicos en ese periodo.

Sin embargo, el modelo basado en aprendizaje automático multiplicó esa cifra por más de cuatro, lo que permitió a los científicos cartografiar con precisión el subsuelo del Campi Flegrei y descubrir las estructuras responsables de su inestabilidad actual.

De qué forma el estudio usó IA para analizar este fenómeno en el país europeo

El estudio identificó una correlación directa entre: los microseísmos y un sistema circular de fracturas situado bajo la localidad de Pozzuoli.

Según citó El Confidencial, William Ellsworth, profesor emérito de geofísica en Stanford y coautor del estudio, explicó que “por primera vez tenemos una visión clara de las estructuras que desencadenan esta actividad sísmica”.

El investigador añadió que los datos obtenidos confirman la posibilidad de que la zona experimente terremotos de magnitud 5, lo que podría tener un gran impacto en las áreas habitadas cercanas a Nápoles.

Qué otros datos reveló la inteligencia artificial sobre el territorio

El modelo de inteligencia artificial permitió detectar que el terreno de Pozzuoli continúa elevándose a un ritmo de diez centímetros al año, un fenómeno conocido como bradisismo.

Este ascenso progresivo, que ya se había observado en la década de 1980, coincide con el perímetro del anillo de fallas descubierto. Xing Tan, investigador principal del proyecto, destacó que “nuestros colegas italianos se sorprendieron al ver el anillo tan bien definido; hasta ahora solo tenían indicios fragmentados”.

A pesar de la magnitud del hallazgo, los científicos aclararon que los seísmos analizados son superficiales, porque se producen a menos de 4 kilómetros de profundidad, y no constituyen una señal de ascenso de magma hacia la superficie.

No obstante, advirtieron que un terremoto fuerte o poco profundo podría causar daños muy estructurales, sobre todo considerando que más de 360.000 personas residen dentro de la caldera del Campi Flegrei.

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Ciencia

Descubrieron en La Rioja uno de los dinosaurios más antiguos del mundo

Científicos del Conicet, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y universidades públicas identificaron a la nueva especie que llamaron Huayracursor jaguensis. Combina características nunca vistas en ejemplares de hace más de 220 millones de años

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Un grupo de paleontólogos encontró uno de los dinosaurios más antiguos que ya mostraba el cuello largo y el cuerpo grande al mismo tiempo, algo nunca visto en ejemplares de hace más de 220 millones de años.

El hallazgo ocurrió en la provincia de La Rioja, Argentina, dentro de una región montañosa que antes no había sido explorada.

Se trata de una especie desconocida de dinosaurio herbívoro. Los investigadores que la describieron pertenecen al Centro Regional de Investigaciones Científicasy Transferencia Tecnológica de La Rioja (CRILAR) del Conicet, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de La Rioja y el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN) y la llamaron Huayracursor jaguensis.

“Huayra” significa viento en quechua, “cursor” quiere decir corredor en latín y “jaguensis” se refiere a Jagüé, la zona donde lo encontraron. Es decir, su nombre completo significa “corredor del viento de Jagüé”, una forma de rendir homenaje a su posible agilidad y a su tierra de origen.

La investigación fue publicada en la revista Nature. El equipo estuvo dirigido por Martín Hechenleitner y participaron Agustín Martinelli, Sebastián Rocher, Lucas Fiorelli, Malena Juarez, Jeremías Taborda y Julia Desojo.

Qué se sabía sobre los dinosaurios de cuello largo

Los dinosaurios de cuello largo existieron desde el periodo Triásico, hace aproximadamente 230 millones de años, y prosperaron durante el Jurásico y el Cretácico.

Este grupo sobrevivió por más de 140 millones de años, hasta la extinción masiva que ocurrió hace 66 millones de años. Durante ese largo tiempo, evolucionaron en distintas formas y tamaños, pero casi siempre mantuvieron el cuello largo como característica principal.

Los dinosaurios de cuello largo formaron parte del grupo de los sauropodomorfos. Presentaban cuerpos grandes, patas robustas y colas largas. La mayoría de esos animales fueron herbívoros.

En Brasil, los restos de la especie Bagualosaurus, había mostrado ciertas señales de transición, pero todavía no se conocía un caso tan temprano que combinara ambas características: mayor tamaño y cuello más extenso.

Ahora, el hallazgo del dinosaurio Huayracursor jaguensis en La Rioja aportó más luz.

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