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Salud

Psilocibina: revelan que el compuesto de los hongos psicoactivos afecta al cerebro durante semanas

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Investigadores de los Estados Unidos estudiaron esa sustancia que está en más de 180 especies de hongos. Cuáles fueron los resultados, cómo podría aplicarse a diversas terapias y las advertencias sobre el consumo

En el planeta hay más de 180 especies de hongos que contienen sustancias que actúan sobre el sistema nervioso, como la psilocibina. Se los suele llamar erróneamente “hongos alucinógenos” u “hongos mágicos”, aunque lo correcto es que se trata de hongos psicoactivos, ya que no generan alucinaciones, pero modifican en parte la percepción.

Las personas que toman psilocibina pueden sentir emociones intensas que van desde la felicidad hasta el terror y pueden tener efectos secundarios, como aumento de la frecuencia cardíaca o náuseas.

Sin embargo, diferentes grupos científicos investigan el uso de la psilocibina como un posible tratamiento clínico para los trastornos por uso de sustancias y otros trastornos mentales.

Gráfico de Marcelo Regalado

Un equipo de investigadores de los Estados Unidos descubrieron por qué el consumo de psilocibina puede provocar una distorsión de la sensación de espacio, tiempo y de la persona durante uno de los llamados “viajes”.

También aportaron luz sobre el mecanismo por el que se puede ayudar en el desarrollo del tratamiento de la depresión grave. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.

Aunque los investigadores advirtieron que las personas hoy no deben interpretar su estudio como una razón para automedicarse con psilocibina. El fármaco no está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos como tratamiento de la depresión ni de ninguna otra afección, y su consumo sin la supervisión de expertos en salud mental puede implicar riesgos.

La psilocibina se investiga como un potencial tratamiento para la depresión. Los investigadores aclararon que no se debería consumir hoy la sustancia ya que aún no está autorizada por la autoridad regulatoria y aún faltan más estudios que aseguren eficacia y seguridad

Se sabía que la psilocibina distorsiona la percepción del espacio, el tiempo y el sentido del “yo”. También puede producir un alivio rápido y sostenido de los síntomas de la depresión, la adicción y la ansiedad en humanos. Sin embargo, los correlatos neuronales de los efectos subjetivos y duraderos de los psicodélicos siguen sin estar claros.

Cómo se hizo el estudio

Los investigadores Joshua Siegel y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St Louis, llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorizado.

Realizaron un seguimiento de los cambios cerebrales de 7 adultos sanos (de entre 18 y 45 años) mediante resonancias magnéticas antes, durante y 3 semanas después de tomar una dosis alta (25 miligramos) de psilocibina.

Esos adultos también recibieron una dosis adicional de psilocibina entre 6 y 12 meses después. Al estudiarlos, los investigadores descubrieron que la psilocibina alteraba la conectividad funcional en el córtex y el subcórtex del cerebro.

Estos cambios se debían a la desincronización de diferentes regiones del cerebro. Los cambios provocados por la psilocibina fueron más fuertes en la red neuronal por defecto, que está conectada a una región llamada “hipocampo anterior” y que está implicada en la creación de nuestro sentido del espacio, el tiempo y el yo.

El consumo de psilocibina distorsiona la percepción del espacio, el tiempo y el sentido del “yo”. Se la estudia como potencial tratamiento de la depresión, la adicción y la ansiedad en humanos (EFE/ Abir Sultan)

La psilocibina provocó una disminución persistente de la conectividad funcional entre el hipocampo anterior y la red por defecto, que duró semanas. Además, se observó que la realización de una sencilla tarea de emparejamiento audiovisual reducía el efecto de la psilocibina en el hipocampo anterior.

Se “observaron cambios tan masivos inducidos por la psilocibina que los patrones de las redes cerebrales de algunos participantes en el estudio parecían los de una persona totalmente distinta. Nunca había visto un efecto tan fuerte”, afirmó Shan Siddiqi, neurocientífico psiquiátrico de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts.

La mayoría de estos cambios duraron unas horas, pero un vínculo clave entre distintas partes del cerebro permaneció alterado durante semanas.

Qué es la “medicina psicodélica”

La psilocibina es una sustancia que se encuentra en hongos. Ya se la había propuesto para la depresión en las décadas de 1950 y 1960, pero las políticas restrictivas anularon su investigación (AP Foto/Craig Mitchelldyer)

La psilocibina es una de varias drogas psicodélicas, como el LSD, la ketamina y el MDMA (también conocido como éxtasis), que se están investigando como terapias para afecciones como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.

A pesar de los datos prometedores que han acelerado la aprobación de los tratamientos, los investigadores aún no comprenden del todo el mecanismo que subyace a sus efectos terapéuticos.

Muchos estudios han investigado cómo afectan los psicodélicos a células individuales, pero el doctor Siegel y su equipo adoptó un enfoque más amplio para observar cómo afecta la psilocibina a las redes de neuronas de todo el cerebro.

Siegel y sus colegas realizaron un seguimiento de la actividad cerebral de las personas sanas antes, durante y después de tomar una dosis alta de psilocibina. Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para obtener imágenes de los cambios en el flujo sanguíneo en distintas partes del cerebro, un indicador utilizado para medir cómo se comunican entre sí los grupos de neuronas del cerebro.

En el estudio con la sustancia derivada de hongos, cada participante se sometió a un promedio de 18 escáneres cerebrales por resonancia magnética funcional en los días o semanas previos, durante y hasta tres semanas después de sus experiencias con psilocibina (Felix Blei/Leibniz-HKI)

En diálogo con Infobae, el doctor Luis Ernesto Acosta, biólogo, doctorado en neurociencias en la Universidad de Buenos Aires, docente investigador y asesor en la coordinación de salud alimentos y biotecnología del Conicet, que dio recientemente una charla sobre hongos psicodélicos en el Instituto de Inmunología, Genética y Metabolismo (INIGEM), comentó: “El nuevo estudio publicado en Nature intenta describir los mecanismos subyacentes que hacen que el uso de la psilocibina pueda generar cambios persistentes en el cerebro humano. Los resultados podrían llegar a explicar los potenciales efectos terapéuticos de la sustancia en casos de personas con depresión, ansiedad y consumo problemático de drogas”.

El experto comentó que hay diversos centros de investigación en el mundo que están trabajando sobre la eficacia y la seguridad del uso de psilocibina. “También se investiga para la medicina del dolor, el trastorno obsesivo-compulsivo, y enfermedades neurodegenerativas. Si demostrara su eficacia y seguridad, sería una opción terapéutica accesible para muchas personas”, resaltó.

Mundo

Cuando el estrés y la ansiedad se “disfrazan” de enfermedades físicas comunes: cómo identificarlas

Sensaciones corporales inesperadas pueden alterar la vida cotidiana y dificultar el diagnóstico, mientras médicos y especialistas buscan respuestas ante los síntomas más diversos

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La ansiedad puede provocar síntomas físicos como escalofríos, dolor muscular y malestar estomacal similares a la gripe. Una sensación de malestar físico parecida a la de un resfriado o una gripe puede tener un origen inesperado: la ansiedad. De acuerdo con expertos citados por Prevention, este trastorno de salud mental, suele manifestarse a través de síntomas físicos fácilmente confundibles con enfermedades comunes, lo que dificulta tanto su detección como el tratamiento adecuado.

La ansiedad, el problema de salud mental más frecuente en Estados Unidos, trasciende la simple preocupación o el nerviosismo. El psiquiatra David Merrill, del Pacific Neuroscience Institute, explicó a Prevention: “Además de los síntomas emocionales, muchas personas experimentan irritabilidad, fatiga, inquietud y una sensación general de desequilibrio

No obstante, los síntomas físicos pueden resultar aún más desconcertantes, al imitar afecciones como resfriados, alergias o una resaca. Merrill advirtió que estos síntomas mentales y físicos suelen formar un ciclo, en el que la ansiedad desencadena malestares corporales y estos, a su vez, intensifican la ansiedad.

Síntomas físicos de la ansiedad

Entre las manifestaciones físicas más frecuentes, los especialistas destacan la aceleración de la frecuencia cardíaca. El psicólogo clínico Joseph Laino, profesor asistente en la Facultad de Medicina Grossman de la NYU, precisó que la ansiedad activa el sistema de alarma del cuerpo.

La amígdala cerebral detecta amenazas y provoca la liberación de sustancias como cortisol y adrenalina, lo que prepara al organismo para reaccionar. Este proceso eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial, e incluso puede causar palpitaciones. Laino subrayó que, aunque esta reacción resulta imprescindible para la supervivencia, puede resultar dañina si se prolonga excesivamente.

Otra manifestación habitual es la alteración de la temperatura corporal. Merrill indicó que el hipotálamo, responsable de regular el calor corporal, responde a la ansiedad con escalofríos, sudoración excesiva o ambos síntomas a la vez. Además, la activación muscular durante estos episodios puede producir dolores musculares inusuales.

La dificultad respiratoria representa otro síntoma relevante. Merrill explicó que el incremento del ritmo cardíaco deja menos oxígeno disponible, lo que obliga a los pulmones a esforzarse más.

En situaciones de ansiedad extrema, como un ataque de pánico, resulta frecuente experimentar taquicardia y sensación de falta de aire. El especialista recomendó practicar respiración profunda para aliviar ambos síntomas, aunque insistió en buscar atención médica inmediata si el dolor en el pecho se mantiene o se agrava.

Los problemas digestivos también son recurrentes. Merrill indicó que el sistema nervioso central, especialmente el intestino, ejerce una función clave en la respuesta al estrés. La serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, se localiza principalmente en el intestino, y su alteración por estrés emocional produce náuseas, indigestión y malestar estomacal.

El tránsito intestinal puede variar, alternando entre estreñimiento y diarrea. Merrill explicó que, durante la respuesta de lucha o huida, el cuerpo prioriza el flujo sanguíneo hacia los músculos y órganos sensoriales, lo que disminuye la actividad digestiva. Esto se traduce en hinchazón, gases, dolor abdominal y calambres.

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Ciencia

Cifra récord de agotamiento laboral en Estados Unidos: el 72% de los empleados dice sentirse exhausto

De acuerdo con el estudio, la fatiga mental y física alcanza su punto más alto en seis años, con especial impacto entre los jóvenes de la Generación Z

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El informe anual realizado por Aflac Incorporated reveló que el 72% de los trabajadores estadounidenses experimenta niveles de agotamiento moderado a alto, cifra que representa el valor más elevado registrado desde 2019. El estudio, denominado Aflac WorkForces Report, fue publicado tras una encuesta realizada entre abril y mayo de 2025 a 2.000 empleados a lo largo de Estados Unidos y destaca el incremento del estrés y la preocupación entre los asalariados.

Según datos proporcionados, el fenómeno afecta de manera transversal a varios sectores de la fuerza laboral, pero son los trabajadores de Generación Z quienes presentan la mayor incidencia, con un 74% reportando síntomas relacionados. El informe matiza que la sobrecarga laboral y la inseguridad financiera son los principales factores detonantes. Newsweek enfatiza que el carácter multifacético de la problemática y la preocupación institucional por el bienestar de los empleados.

El contexto económico y social durante el periodo analizado contribuyó a estos máximos históricos. Las persistentes señales de una desaceleración en el mercado laboral y el encarecimiento del costo de vida han incidido en los resultados. De acuerdo con datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, se mantiene una tendencia de moderación en la creación de empleos, motivo por el cual muchas personas optan por permanecer en sus puestos debido a la incertidumbre y la falta de mejores alternativas en el mercado. El estudio se consolida como un indicador representativo de la creciente presión sobre la salud mental y financiera de los asalariados, según reflejan cifras oficiales y análisis sectoriales.

¿Qué es el burnout laboral y cuáles son sus síntomas?

De acuerdo con el estudio, el burnout laboral es un estado de agotamiento emocional, desmotivación y reducción del desempeño originado por la exposición constante a exigencias profesionales y presión en el entorno laboral. El informe describe tres niveles: bajo, moderado y alto. El 72% de los participantes se ubica en los dos niveles superiores.

Entre los síntomas más destacados figuran la fatiga constante, la sensación de desapego, el descenso en la productividad y la dificultad para concentrarse. El documento destaca además que la sobrecarga de tareas y la preocupación financiera agravan este cuadro.

¿Cuáles son las principales causas del burnout en Estados Unidos según el informe?

El informe identifica como principal causante del burnout la carga excesiva de trabajo, mencionada por el 35% de los encuestados. A esto se suma la incertidumbre económica: 44% declara no tener fondos suficientes para afrontar un gasto imprevisto de 1.000 dólares en caso de emergencia sanitaria. El fenómeno llamado “medanxiety” —miedo persistente a los gastos médicos inesperados— afecta al 52% de los trabajadores consultados.

El reporte reconoce la presión adicional provocada por la necesidad de conservar el empleo ante la falta de mejores opciones, fenómeno que ha sido definido como “job hugging”. Estos factores, junto con expectativas no satisfechas respecto al apoyo institucional, alimentan el ciclo de agotamiento.

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