La convivencia con la naturaleza mejora la salud y atenúa los efectos negativos de la contaminación. Un nuevo estudio destacó que además impulsa la longevidad. Los hallazgos de los investigadores
“Otros factores, como el estrés, las cualidades del espacio verde circundante y el apoyo social, pueden afectar el grado de beneficios de los espacios verdes en términos de envejecimiento”, advirtió Kim autor del estudio (Getty Images)
Los parques y espacios verdes de las ciudades ayudan a contrarrestar el calor, aumentan la biodiversidad e infunden una sensación de calma en medio de la vorágine citadina. Más de la mitad de la población mundial ahora vive en áreas urbanas y se proyecta que alrededor del 68% lo hará para 2050.
Los espacios verdes en esas zonas, incluidos los parques, los techos verdes y los jardines comunitarios, brindan servicios ecosistémicos críticos y sus beneficios potenciales para el envejecimiento saludable (incluida una mejor salud cardiovascular y una menor mortalidad) se estudian desde hace años. Aunque se han sugerido vías potenciales, incluidas la actividad física y la interacción social, para explicar cómo la vegetación circundante podría beneficiar la salud, los mecanismos biológicos moleculares subyacentes de estas asociaciones seguían sin estar claros.
En ese línea de investigación, ahora acaba de publicarse enScience Advances un estudio realizado por especialistas de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, EEUU, que confirmó que los espacios verdes ayudan a retrasar el envejecimiento, ya que las personas que tienen acceso a espacios verdes son en promedio 2,5 años biológicamente más jóvenes que las que no lo tienen.
Los espacios verdes favorecen el funcionamiento cerebral debido a una mejor oxigenación y retrasan el envejecimiento
“Vivir cerca de espacios verdes puede ayudar a ser más joven que lo que indica la edad real -explicó Kyeezu Kim, autora principal del estudio y becaria postdoctoral en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern-. Creemos que nuestros hallazgos tienen implicaciones significativas para la planificación urbana en términos de expansión de la infraestructura verde para promover la salud pública y reducir las disparidades en la salud”.
El doctor Ricardo Corral, médico psiquiatra (MN 67653), jefe del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital Borda, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras, se había referido en enfoquenow.com a este tipo de asociación.
“Hay dos aspectos a destacar en relación a cómo la naturaleza favorece la salud del cerebro. Uno, tiene que ver con los espacios verdes, abiertos, con árboles, o también con el estar en el mar o la montaña, que generan sensación de relajación y tienden a disminuir el estrés. En esos lugares se reducen mucho los estímulos que tienen las zonas urbanas, esto favorece la atención en uno mismo y la naturaleza, contribuye a la introspección, reduce la ansiedad y genera tranquilidad. El segundo aspecto es más físico y biológico, y está relacionado con la pureza del aire. En las ciudades hay esmog, más sustancias en el aire que son contaminantes y afectan la salud”.
Los espacios con árboles, ríos, lagos, plantas y flores de todo tipo favorecen el cerebro que produce la liberación de endorfinas y con ellas, la sensación de bienestar (Getty)
Agregó el doctor Corral: “El estar en ambientes naturales favorece y estimula la práctica de actividad física, ya sea una simple caminata. Desde el punto de vista de la perspectiva biológica -oxigenarse mejor, respirar aire más puro- y, por otro lado, reducir el estrés mejora lo que es el funcionamiento cerebral debido a una mejor oxigenación. Los radicales libres oxidativos que se producen juntamente ante situaciones de estrés o el cortisol, que es una expresión biológica de esas circunstancias, se reducen al estar al aire libre”.
El cortisol es la llamada hormona del estrés. Su aumento eleva la presión arterial y el nivel de azúcar, influyendo en la memoria y la concentración. Pasear por espacios verdes, en contacto con la naturaleza reduce sus niveles y aumenta nuestro bienestar físico y mental.
Entender la genética verde
Los próximos pasos del equipo serán investigar el vínculo entre los espacios verdes y los resultados de salud específicos
Más allá de todos los beneficios comprobados que otorga vivir cerca de espacios verdes, no está claro si los parques realmente retrasaron el envejecimiento a nivel celular. Para investigar esta hipótesis, el equipo detrás del estudio examinó las modificaciones químicas del ADN conocidas como metilación.
Trabajos anteriores han demostrado que los llamados relojes epigenéticos basados en la metilación del ADN pueden ser un buen predictor de condiciones de salud frente a enfermedades cardiovasculares, cáncer, función cognitiva y una forma más precisa de medir la edad que los años calendario.
Para su investigación, Kim y sus colegas siguieron a más de 900 personas de cuatro ciudades estadounidenses (Birmingham, Chicago, Minneapolis y Oakland) durante un período de 20 años, de 1986 a 2006. Usando imágenes satelitales, el equipo evaluó qué tan cerca estaban las direcciones residenciales de los participantes de los espacios naturales y los parques circundantes, y comparó estos datos con muestras de sangre tomadas en los años 15 y 20 del estudio, para determinar su edad biológica.
Los beneficios de los espacios verdes no se repartieron equitativamente entre personas de raza blanca y negra (Freepik)
El equipo construyó modelos estadísticos para evaluar los resultados y controlar otras variables, como la educación, los ingresos y ciertos factores de comportamiento de los participantes como fumar, que podrían haber afectado los resultados.
Los científicos descubrieron que las personas cuyas casas estaban rodeadas por un 30% de espacios verdes dentro de un radio de cinco kilómetros a la redonda eran, en promedio, 2,5 años más jóvenes biológicamente en comparación con aquellas cuyas viviendas estaban rodeadas por un 20% de cubierta natural.
Los beneficios no se repartieron equitativamente.
Las personas negras con más acceso a espacios verdes eran solo un año biológicamente más jóvenes, mientras que las blancas eran tres años más jóvenes.
«Creemos que nuestros hallazgos tienen implicaciones significativas para la planificación urbana en términos de expansión de la infraestructura verde para promover la salud pública y reducir las disparidades en la salud”, dijo la autora del estudio
“Otros factores, como el estrés, las cualidades del espacio verde circundante y el apoyo social, pueden afectar el grado de beneficios de los espacios verdes en términos de envejecimiento”, advirtió Kim, explicando que estas disparidades requieren más análisis para arribar a conclusiones. Por ejemplo, citó, “Los parques en barrios desfavorecidos utilizados para actividades ilícitas pueden ser menos frecuentados, anulando los beneficios”.
Los próximos pasos del equipo serán investigar el vínculo entre los espacios verdes y los resultados de salud específicos. “Tampoco está claro cómo exactamente la vegetación reduce el envejecimiento, solo que lo hace -agregó Kim-. Ahora, al menos, tenemos más y mejores evidencias científicas para aumentar y promover el uso de los espacios verdes urbanos, aunque quedan muchas aristas que rastrear”, concluyó la especialista.
A Kim la acompañaron en la formulación de esta investigación los especialistas Brian T. Joyce, Drew R. Nannini, Yinan Zheng, Penny Gordon-Larsen, James M. Shikany, Donald M. Lloyd-Jones, Ming Hu, Mark J. Nieuwenhuijsen, Douglas E. Vaughan, Kai Zhang y Lifang Hou.
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El epicentro del temblor y su impacto inmediato
El sismo, uno de los más fuertes registrados en la región desde 1952, ocurrió a 74 kilómetros de profundidad bajo el fondo marino. Sus efectos se sintieron con intensidad en varias localidades del Lejano Oriente ruso, provocando daños estructurales y dejando decenas de heridos.
La cirugía que desafió al Cinturón de Fuego
Según el ministro regional de Salud, Oleg Melnikov, los médicos mantuvieron la calma y completaron la intervención con éxito. El paciente se encuentra fuera de peligro, y el video del momento —captado por una cámara de seguridad— muestra cómo el equipo médico aseguraba al paciente mientras la sala quirúrgica temblaba visiblemente.
Reacciones virales y reconocimiento global
El video, compartido por el medio RT en la red social X, acumuló más de 850.000 interacciones en pocas horas. Usuarios de todo el mundo expresaron admiración por la valentía del equipo médico. Comentarios como “Mis respetos a estos doctores” y “Imaginen despertar de la cirugía y enterarse de que sobrevivieron al sexto terremoto más fuerte de la historia” inundaron las redes.
Alerta sísmica y riesgo de tsunami
El terremoto activó alertas de tsunami en varias zonas del Pacífico, incluyendo Japón, Hawaii, Alaska y California. Las autoridades rusas continúan evaluando daños y monitoreando réplicas, algunas de hasta magnitud 6.9, mientras la región permanece bajo vigilancia.
En julio de 2025, Suecia se convirtió en el primer país del mundo en lograr una producción de huevos completamente libre de jaulas, liberando a más de 17 millones de gallinas ponedoras de sistemas de confinamiento. Este avance histórico se alcanzó sin necesidad de una ley prohibitiva, gracias a la presión social, el compromiso empresarial y campañas informativas sostenidas durante décadas.
¿Cómo se logró esta transformación?
Campañas como Project 1882 difundieron datos científicos sobre bienestar animal y movilizaron a consumidores.
Más de 85 empresas clave del sector alimentario adoptaron compromisos voluntarios para eliminar las jaulas.
La renovación de infraestructuras permitió a los productores optar por sistemas alternativos en lugar de reinvertir en jaulas enriquecidas.
La autosuficiencia del país (97,5 %) en producción de huevos facilitó el cambio sin depender de importaciones.
Impacto y modelo replicable
Hoy, todas las gallinas ponedoras suecas viven en aviarios, sistemas en libertad o en suelo, alejadas del estrés del confinamiento. Este modelo se ha convertido en referencia internacional para países que buscan una avicultura más ética y sostenible.