Salud
Oprah Winfrey reveló que los medicamentos inyectables para bajar de peso cambiaron su visión sobre la obesidad
Publicado
2 años atráson
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Enfoque Now
La famosa conductora se refirió en un especial de televisión a su experiencia con la semaglutida, diseñada originalmente para controlar la diabetes tipo 2, que también demuestra eficacia para tratar la obesidad. Cuáles son los últimos hallazgos sobre estos fármacos
Los fármacos como Ozempic, Wegovy y Zepbound han ganado gran popularidad en el último tiempo. Celebridades de Hollywood y personalidades destacadas como el empresario Elon Musk, generaron interés por la droga diseñada para controlar la diabetes tipo 2, quetambién demostró eficacia como opción farmacológica para tratar la obesidad.
Se estima que para 2030, cerca del 10% de la población de Estados Unidos estará utilizando alguno de estos medicamentos. En este contexto, una nueva protagonista irrumpió para hacer oir su voz con respecto a la semaglutida.
Se trata de Oprah Winfrey quien ha contribuido a este auge cultural al compartir su experiencia con estos medicamentos en un especial de ABC, destacando cómo le han cambiado la perspectiva sobre la obesidad, de considerarla una elección personal a entenderla como una enfermedad.

“Todos estos años, pensé que todas las personas que nunca tuvieron que hacer dieta simplemente estaban usando su fuerza de voluntad y, por alguna razón, eran más fuertes que yo”, dijo Winfrey.
Casi el 75% de los ciudadanos estadounidenses están al tanto de la existencia de estos medicamentos, de acuerdo a los últimos datos proporcionados por el Pew Research Center, cifra que se anticipa incrementará tras el especial de Winfrey.
Durante el programa, Winfrey dialogó con individuos que han experimentado notables pérdidas de peso gracias a los fármacos GLP-1, así como con ejecutivos y asesores médicos de las farmacéuticas productoras de estos.
En el programa -llamado “La vergüenza, la culpa y la revolución de la pérdida de peso”– se enfatizó la importancia de los agonistas de GLP-1, medicamentos que imitan una hormona que reduce el apetito y ayuda a controlar el azúcar en sangre, que en algunos casos permite a los pacientes perder alrededor del 20% de su peso corporal.

A pesar de la popularidad de estos medicamentos, respaldada por celebridades y una amplia cobertura mediática, algunos sectores permanecen escépticos sobre su uso extensivo, especialmente para personas que buscan perder solo unos pocos kilos.
Estos medicamentos han causado polémica en relación no solo al uso, sino a los efectos secundarios asociados a los agonistas de GLP-1, como malestar gastrointestinal y riesgos más graves como pancreatitis y posibles obstrucciones del sistema digestivo.
Aunque algunos expertos minimizan estos efectos, calificándolos de leves a moderados, estudios indican que son lo suficientemente severos como para llevar a algunos pacientes a discontinuar su uso, resultando en la recuperación del peso perdido.
En el programa de Winfrey, la doctora Amanda Velázquez, especializada en pérdida de peso del Centro Médico Cedars-Sinai y asesora de farmacéuticas, minimizó la importancia de los efectos secundarios de los medicamentos GLP-1, describiéndolos como “leves” a “moderados” según investigaciones.

Sin embargo, otros estudios indican que estos efectos pueden ser lo suficientemente intensos como para motivar a un número significativo de pacientes a abandonar el tratamiento, lo que conlleva a la recuperación del peso perdido. Velázquez admitió que podría ser necesario el uso continuo de estos fármacos para mantener el peso a largo plazo.
Winfrey concluyó su especial destacando que estos medicamentos no son adecuados para todas las personas y reconoció que algunas pueden preferir no perder peso o hacerlo a través de la dieta y el ejercicio. No obstante, para aquellos que buscan en estos tratamientos una ayuda substancial que les ha sido esquiva, les extendió un mensaje de bendición.
El especial cerró con un mensaje de Winfrey, enfatizando que estos medicamentos no son aptos para todos, y que algunas personas podrían preferir no perder peso o intentarlo con dietas y ejercicio.
Sin embargo, señaló que para quienes buscan un soporte adicional en su lucha contra la obesidad, estos fármacos podrían representar una valiosa ayuda.
¿El medicamento que combate también las enfermedades del corazón?

La droga semaglutida fue diseñada originalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, comercializada bajo el nombre Ozempic™ (en dosis inyectables de 0,25; 0,5 y 1 miligramo).
Luego también fue aprobada para el tratamiento de la obesidad, comercializada bajo el nombre Wegovy™ (semaglutida inyectable de 2,4 mg) en Estados Unidos, Europa y varios países de Asia.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó hace unas semanas el uso de Wegovy para contribuir a la disminución del riesgo cardiovascular en adultos con exceso de peso.
Este avance, que emplea el mismo ingrediente activo que Ozempic —previamente aprobado para la obesidad y el manejo del sobrepeso—, posiciona a Wegovy como el primer tratamiento de su clase que también se enfoca en la prevención de complicaciones cardíacas serias en pacientes con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardíaca establecida.

John Sharretts, a cargo del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA, destacó la importancia de esta nueva aprobación en la prevención de eventos cardiovasculares adversos graves. Por su parte, Doug Langa de Novo Nordisk en América del Norte, señaló el compromiso de la compañía en seguir ofreciendo opciones terapéuticas que respondan a las necesidades de este grupo poblacional.
Este logro de Wegovy se basa en evidencia de un estudio de cinco años, el cual registró una reducción del 20% en el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones cardiovasculares en adultos con sobrepeso y antecedentes de enfermedades cardíacas.
Consultado por Infobae, Pablo Lamelas, profesor de Epidemiología Clínica de la Universidad de McMaster en Canada, y cardiólogo intervencionista de la Fundación Favaloro, sostuvo a Infobae en una nota reciente: “El Wegovy es un medicamento inyectable llamado Semaglutida, que ya se utilizaba para reducción de peso en pacientes con sobrepeso y factores de riesgo cardiovascular, como tener diabetes por ejemplo. Hoy en día lo que sucedió es que a través de los resultados de un estudio clínico que incluyó más de 17 mil personas, demostró que no solamente reduce peso, sino también reduce eventos clínicos como el riesgo de infarto o un accidente cerebrovascular, aproximadamente un 20%”.

El médico deportólogo y cardiólogo Jorge Franchella, director del Consejo de Cardiología del Ejercicio de la Sociedad Argentina de Cardiología, analizaba por su parte a Infobae: “Desde el punto de vista médico, me parece excelente la semaglutida, realmente es una oportunidad histórica y genial. Forma parte de una serie de nuevas drogas que se están utilizando por este nuevo mecanismo que es inhibir a la GLP1. Y yo agregaría que en todo el mundo se recomienda que junto con la administración de la GLP, que es esencial, tiene que ir acompañado, y lo dice la mismo empresa que lo ha descubierto por un plan de actividad física que es indispensable y está descripto dentro de la mecánica de acción”.
Hace unas semanas, otro estudio, en este caso del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU, sugirió que el medicamento podría reducir la grasa hepática en pacientes VIH positivos.
Seis meses de inyecciones semanales de Ozempic (semaglutida) resultaron en una reducción promedio del 31 por ciento de una acumulación dañina de grasa en el hígado de los pacientes VIH positivos, encontró el estudio.

Otro estudio reciente encontró que estos medicamentos, como la semaglutida encontrada en fármacos bajo la denominación comercial Wegovy™ y Ozempic™, tienen el potencial de actuar en el cerebro y disminuir la inflamación en todo el cuerpo.
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Mundo
Cuando el estrés y la ansiedad se “disfrazan” de enfermedades físicas comunes: cómo identificarlas
Sensaciones corporales inesperadas pueden alterar la vida cotidiana y dificultar el diagnóstico, mientras médicos y especialistas buscan respuestas ante los síntomas más diversos
Publicado
3 semanas atráson
3 de diciembre de 2025Por
Enfoque Now
La ansiedad puede provocar síntomas físicos como escalofríos, dolor muscular y malestar estomacal similares a la gripe. Una sensación de malestar físico parecida a la de un resfriado o una gripe puede tener un origen inesperado: la ansiedad. De acuerdo con expertos citados por Prevention, este trastorno de salud mental, suele manifestarse a través de síntomas físicos fácilmente confundibles con enfermedades comunes, lo que dificulta tanto su detección como el tratamiento adecuado.

La ansiedad, el problema de salud mental más frecuente en Estados Unidos, trasciende la simple preocupación o el nerviosismo. El psiquiatra David Merrill, del Pacific Neuroscience Institute, explicó a Prevention: “Además de los síntomas emocionales, muchas personas experimentan irritabilidad, fatiga, inquietud y una sensación general de desequilibrio”
No obstante, los síntomas físicos pueden resultar aún más desconcertantes, al imitar afecciones como resfriados, alergias o una resaca. Merrill advirtió que estos síntomas mentales y físicos suelen formar un ciclo, en el que la ansiedad desencadena malestares corporales y estos, a su vez, intensifican la ansiedad.
Síntomas físicos de la ansiedad
Entre las manifestaciones físicas más frecuentes, los especialistas destacan la aceleración de la frecuencia cardíaca. El psicólogo clínico Joseph Laino, profesor asistente en la Facultad de Medicina Grossman de la NYU, precisó que la ansiedad activa el sistema de alarma del cuerpo.
La amígdala cerebral detecta amenazas y provoca la liberación de sustancias como cortisol y adrenalina, lo que prepara al organismo para reaccionar. Este proceso eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial, e incluso puede causar palpitaciones. Laino subrayó que, aunque esta reacción resulta imprescindible para la supervivencia, puede resultar dañina si se prolonga excesivamente.
Otra manifestación habitual es la alteración de la temperatura corporal. Merrill indicó que el hipotálamo, responsable de regular el calor corporal, responde a la ansiedad con escalofríos, sudoración excesiva o ambos síntomas a la vez. Además, la activación muscular durante estos episodios puede producir dolores musculares inusuales.
La dificultad respiratoria representa otro síntoma relevante. Merrill explicó que el incremento del ritmo cardíaco deja menos oxígeno disponible, lo que obliga a los pulmones a esforzarse más.
En situaciones de ansiedad extrema, como un ataque de pánico, resulta frecuente experimentar taquicardia y sensación de falta de aire. El especialista recomendó practicar respiración profunda para aliviar ambos síntomas, aunque insistió en buscar atención médica inmediata si el dolor en el pecho se mantiene o se agrava.
Los problemas digestivos también son recurrentes. Merrill indicó que el sistema nervioso central, especialmente el intestino, ejerce una función clave en la respuesta al estrés. La serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, se localiza principalmente en el intestino, y su alteración por estrés emocional produce náuseas, indigestión y malestar estomacal.
El tránsito intestinal puede variar, alternando entre estreñimiento y diarrea. Merrill explicó que, durante la respuesta de lucha o huida, el cuerpo prioriza el flujo sanguíneo hacia los músculos y órganos sensoriales, lo que disminuye la actividad digestiva. Esto se traduce en hinchazón, gases, dolor abdominal y calambres.
Ciencia
Cifra récord de agotamiento laboral en Estados Unidos: el 72% de los empleados dice sentirse exhausto
De acuerdo con el estudio, la fatiga mental y física alcanza su punto más alto en seis años, con especial impacto entre los jóvenes de la Generación Z
Publicado
3 meses atráson
11 de octubre de 2025Por
Enfoque Now
El informe anual realizado por Aflac Incorporated reveló que el 72% de los trabajadores estadounidenses experimenta niveles de agotamiento moderado a alto, cifra que representa el valor más elevado registrado desde 2019. El estudio, denominado Aflac WorkForces Report, fue publicado tras una encuesta realizada entre abril y mayo de 2025 a 2.000 empleados a lo largo de Estados Unidos y destaca el incremento del estrés y la preocupación entre los asalariados.

Según datos proporcionados, el fenómeno afecta de manera transversal a varios sectores de la fuerza laboral, pero son los trabajadores de Generación Z quienes presentan la mayor incidencia, con un 74% reportando síntomas relacionados. El informe matiza que la sobrecarga laboral y la inseguridad financiera son los principales factores detonantes. Newsweek enfatiza que el carácter multifacético de la problemática y la preocupación institucional por el bienestar de los empleados.
El contexto económico y social durante el periodo analizado contribuyó a estos máximos históricos. Las persistentes señales de una desaceleración en el mercado laboral y el encarecimiento del costo de vida han incidido en los resultados. De acuerdo con datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, se mantiene una tendencia de moderación en la creación de empleos, motivo por el cual muchas personas optan por permanecer en sus puestos debido a la incertidumbre y la falta de mejores alternativas en el mercado. El estudio se consolida como un indicador representativo de la creciente presión sobre la salud mental y financiera de los asalariados, según reflejan cifras oficiales y análisis sectoriales.
¿Qué es el burnout laboral y cuáles son sus síntomas?
De acuerdo con el estudio, el burnout laboral es un estado de agotamiento emocional, desmotivación y reducción del desempeño originado por la exposición constante a exigencias profesionales y presión en el entorno laboral. El informe describe tres niveles: bajo, moderado y alto. El 72% de los participantes se ubica en los dos niveles superiores.
Entre los síntomas más destacados figuran la fatiga constante, la sensación de desapego, el descenso en la productividad y la dificultad para concentrarse. El documento destaca además que la sobrecarga de tareas y la preocupación financiera agravan este cuadro.
¿Cuáles son las principales causas del burnout en Estados Unidos según el informe?
El informe identifica como principal causante del burnout la carga excesiva de trabajo, mencionada por el 35% de los encuestados. A esto se suma la incertidumbre económica: 44% declara no tener fondos suficientes para afrontar un gasto imprevisto de 1.000 dólares en caso de emergencia sanitaria. El fenómeno llamado “medanxiety” —miedo persistente a los gastos médicos inesperados— afecta al 52% de los trabajadores consultados.
El reporte reconoce la presión adicional provocada por la necesidad de conservar el empleo ante la falta de mejores opciones, fenómeno que ha sido definido como “job hugging”. Estos factores, junto con expectativas no satisfechas respecto al apoyo institucional, alimentan el ciclo de agotamiento.
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Cuando el estrés y la ansiedad se “disfrazan” de enfermedades físicas comunes: cómo identificarlas







