Tecnología
“Nuestros hijos son la generación menos próspera que conocemos”, advierte el reconocido psicólogo Jonathan Haidt en su crítica a la infancia digital
Publicado
8 meses atráson
Por
Enfoque Now
La hiperconectividad, la pérdida del juego libre y la ausencia de marcos éticos sólidos están deteriorando la salud emocional y el desarrollo social de millones de niños y adolescentes
“Nuestros hijos son la generación menos próspera que conocemos, al menos en los tiempos modernos”, declara contundentemente Jonathan Haidt, el reconocido psicólogo social y profesor de Liderazgo Ético en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. Haidt es ampliamente conocido por su bestseller de 2018, “The Coddling of the American Mind”, en el que junto a Greg Lukianoff criticó la cultura universitaria de “espacios seguros” y “advertencias de activación”, y vinculó esta fragilidad emocional con las crecientes tasas de depresión y ansiedad en estudiantes. En los años posteriores, se ha convertido en un colaborador frecuente de Jean Twenge, autora del influyente artículo “¿Han destruido los teléfonos inteligentes a una generación?”, en The Atlantic. En marzo de 2024, Haidt publicó “La generación ansiosa: cómo la gran reconfiguración de la infancia está causando una epidemia de enfermedades mentales”, que rápidamente se convirtió en un bestseller del New York Times.
En su conversación en “The Ezra Klein Show” en The New York Times, el experto desentraña las preocupaciones sobre el impacto negativo de las tecnologías digitales en el desarrollo infantil, resaltando la urgente necesidad de un cambio cultural y legislativo para recuperar una infancia saludable y humana.
La importancia del juego y el desarrollo cerebral en la infancia
Una conversación entre Ezra Klein y Jonathan Haidt revela cómo el abandono del juego libre y la hiperconectividad están moldeando una generación con fragilidad emocional y vacío moral (“The Ezra Klein Show”, The New York Times)
En la conversación, Jonathan Haidt destaca la crítica importancia del juego en el desarrollo infantil, una práctica que él define como “la respuesta de la evolución a cómo tener una criatura cultural con un cerebro grande”. Según Haidt, el juego es esencial para el cableado del cerebro de los niños, ya que “hay un período plástico donde lo que entra moldea quién eres”. Él subraya que sin esta actividad, los niños no alcanzan un desarrollo adecuado hacia la adultez.
El reconocido psicólogo se apoya en estadísticas reveladoras para argumentar su punto. Explica que, a los cinco años, “el cerebro humano es el 90% del tamaño adulto y tiene más neuronas que cuando se es adulto”. Esta etapa temprana es crucial para formar conexiones neuronales que definirán las habilidades y comportamientos futuros de los niños. “Como dicen los neurocientíficos, las neuronas que disparan juntas se conectan juntas”, añade Haidt, enfatizando que las actividades repetitivas, ya sean físicas como escalar árboles o digitales como deslizar y tocar pantallas, tendrán consecuencias duraderas en la estructura cerebral.
El experto lamenta la desaparición del tipo de niñez que permitía a los niños explorar libremente y jugar en ambientes diversos. Recuerda con nostalgia tiempos en los que los niños formaban “manadas errantes” en sus vecindarios, aprendiendo habilidades sociales y cuidando unos de otros. “Así es como siempre ha sido la infancia humana”, afirma, contrastando con el aislamiento que muchas veces genera la dependencia tecnológica actual.
Cultura moderna de la crianza: cambios y consecuencias
Jonathan Haidt llama a reflexionar sobre cómo la falta de exploración y el uso excesivo de dispositivos están reconfigurando los cerebros infantiles desde edades tempranas (“The Ezra Klein Show”, The New York Times)
En las últimas décadas, la forma en que los padres crían a sus hijos ha experimentado un cambio radical. Haidt observa que en los años 90 comenzó una transformación significativa en la cultura de la crianza, motivada por un aumento del miedo y la disminución de la confianza en las comunidades. Durante esta década, los padres se volvieron cada vez más reticentes a permitir que sus hijos jugaran al aire libre sin supervisión constante debido a temores de seguridad, “aunque las tasas de criminalidad estaban disminuyendo”, recuerda.
Además, el tiempo dedicado por los padres al cuidado de los hijos aumentó dramáticamente durante este período. “Un gráfico extraño muestra que al final de los años 90, el tiempo que las mujeres dedicaban a ser madres se disparó”, comenta, explicando que el rol socializador de los padres se intensificó mientras que la interacción de los niños con sus pares disminuyó. Se trataba menos de proporcionar un entorno seguro para la exploración y más de una supervisión intensiva del desarrollo infantil.
Esta transformación coincidió con la explosión de las oportunidades de entretenimiento en pantalla. La llegada de canales como Nickelodeon y videoconsolas como el Nintendo Entertainment System posibilitó que, en cualquier momento, los niños pudieran sumergirse en contenidos atrayentes. “Antes no había un canal que programara para niños en todo momento”, señala el psicólogo, comparando esto con su propia infancia limitada a programas simples de televisión.
La combinación de miedo, falta de confianza comunitaria y el auge de la tecnología digital han generado consecuencias palpables en el desarrollo infantil, donde un incremento del tiempo frente a las pantallas ha reemplazado la interacción social directa. En palabras de Haidt, “para evaluar si un padre fue bueno esta semana se asume que significa cuántas horas pasan los padres con sus hijos”, una percepción que, según él, es incorrecta y que distorsiona la esencia de una crianza efectiva.
Impacto psicológico de la tecnología en niños y adolescentes
El impacto de la tecnología digital en la salud mental de niños y adolescentes es uno de los puntos más preocupantes que aborda el psicólogo durante su conversación. Haidt lanza una advertencia contundente: “Nuestros hijos son la generación menos próspera que conocemos, al menos en los tiempos modernos”. Alerta sobre cómo la irrupción de los teléfonos inteligentes y las redes sociales ha contribuido a un incremento en los índices de ansiedad y problemas de atención entre los jóvenes. “Fue alrededor de 2012 y 2013 cuando todos los indicadores de enfermedades mentales comenzaron a aumentar”, afirma.
El análisis de Haidt revela que el uso excesivo de dispositivos y la exposición constante a estímulos en línea afectan negativamente el bienestar emocional de los jóvenes. “Estamos viendo a los chicos reírse juntos en juegos para múltiples jugadores, mientras las chicas están solas con sus cuentas de Instagram”, dice, destacando las diferencias en las formas en que los diferentes géneros interactúan con la tecnología.
Para el profesor de la Universidad de Nueva York, el mundo digital presenta un entorno desprovisto de un marco moral compartido, que tradicionalmente ayudaría en la formación de valores y sentido de pertenencia en los jóvenes. “Las redes sociales son millones de pequeños fragmentos de insensatez”, comenta, refiriéndose a la carencia de una narrativa ética coherente en plataformas como TikTok e Instagram.
Particularmente, señala a TikTok como uno de los mayores destructores de atención en la historia humana. Subraya cómo esta plataforma, diseñada para ser altamente adictiva, captura cantidades inimaginables de atención de los usuarios diariamente.
Aunque los adolescentes reconocen que se sienten atrapados por TikTok, existe una paradoja de dependencia de la que no pueden escapar, con casi el 50% de la Generación Z prefiriendo que TikTok nunca hubiera sido inventado. Este sentimiento de saturación y descontento entre los jóvenes destaca la urgencia de revaluar cómo la tecnología se integra en la vida diaria y cómo afecta el desarrollo de las nuevas generaciones.
Las redes sociales, como TikTok e Instagram, plantean problemas emocionales y de atención en niños y adolescentes, según el reconocido psicólogo Jonathan Haidt (Imagen Ilustrativa Infobae)
Moralidad, orden social y el rol de la tecnología
En la conversación, el reconocido psicólogo social explora cómo la tecnología ha alterado profundamente la moralidad y el orden social que tradicionalmente guiaban el desarrollo infantil. Según el experto de la Universidad de Nueva York, la pérdida de un marco moral significativo ha llevado a una especie de anomia, o falta de normas, especialmente evidente en cómo los jóvenes interactúan en el entorno digital.
El académico observa que, históricamente, el desarrollo infantil siempre fue nutrido por narrativas morales sólidas, ya sea a través de la familia, la religión o la comunidad. “Cuando se cría a los niños dentro de un orden moral, tienen un sentido de su lugar en el mundo y un sentido de significado”, menciona. Sin embargo, en la actualidad, ese orden se ha debilitado.
Para el profesor, la falta de contenido moral en la dieta digital diaria de los jóvenes implica un riesgo significativo: “Lo que ves en TikTok e Instagram no son realmente historias; son amorales o inmorales”, explica. Esto ha generado que los jóvenes crezcan en un entorno careciente de los límites y valores que tradicionalmente ayudaban a formar individuos socialmente responsables.
El experto en psicología moral subraya la importancia de revivir estos marcos éticos y considera vital que los padres y las comunidades actúen para restablecer un orden social que fomente el florecimiento humano más allá de las métricas económicas y el éxito material.
El futuro: retos de IA y estrategias para padres y educadores
Jonathan Haidt advierte que «nuestros hijos son la generación menos próspera que conocemos», debido al colapso silencioso de la atención, el juego y la moral compartida (Imagen Ilustrativa Infobae)
Durante el podcast, el profesor destaca la llegada inminente de la inteligencia artificial (IA) como un desafío todavía mayor para el desarrollo infantil. Argumenta que la IA podría representar la pérdida absoluta de fricción entre los deseos humanos y su satisfacción, llevándonos a lo que él describe como un “colapso de todo tipo de fricción entre tú y cualquier deseo que pueda cumplirse en una computadora”.
El académico alerta sobre cómo la facilidad para obtener lo que uno quiere mediante interacciones digitales podría tener un impacto negativo en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los jóvenes. “En teoría, podrías tener cualquier amigo digital que quieras, o incluso un amante digital”, explica, subrayando el potencial de las relaciones artificiales para distorsionar las expectativas y habilidades interpersonales reales.
Frente a estos desafíos, el psicólogo insta a los padres y educadores a centrarse en restablecer marcos de crianza que resalten la importancia de la interacción humana auténtica y el desarrollo de competencias emocionales. Propone que los entornos de aprendizaje y crecimiento deben enfatizar la resolución de problemas reales y el fomento de la empatía y el entendimiento mutuo. “Necesitamos darnos cuenta de que los niños deben pasar por una infancia en el mundo real con otros niños dentro de un universo moral”, señala.
Ante el avance inexorable de la tecnología, el experto aboga por un esfuerzo consciente por preservar los aspectos fundamentales de la experiencia humana que fomentan un desarrollo integral y saludable.
La revolución legislativa y cultural propuesta
El influyente psicólogo aboga por una revolución tanto legislativa como cultural para enfrentar los desafíos impuestos por la tecnología en la infancia. Señala que, si bien la intervención del gobierno federal ha sido limitada, existen movimientos significativos a nivel estatal e internacional que buscan establecer regulaciones más estrictas sobre el uso de tecnología por parte de los jóvenes.
El académico menciona ejemplos de iniciativas exitosas, como las regulaciones en Australia y Utah (EEUU). En estos lugares se han implementado medidas para limitar el acceso de los menores a redes sociales y dispositivos digitales. “El principal paso que están tomando todos es tan fácil y obvio: escuelas libres de teléfonos”, destaca, subrayando el compromiso creciente de diversas regiones por generar un cambio tangible.
El experto enfatiza que estas acciones no solo reflejan la preocupación de los legisladores, sino una movilización más amplia por parte de los padres y comunidades, quienes exigen entornos más saludables para el desarrollo de sus hijos. “Es una revolución de los padres diciendo que están hartos. Estamos cansados de esto y queremos hacer algo al respecto”, añade.
Para él, este movimiento es un indicativo de que, a pesar de los desafíos que presenta la tecnología, es posible un cambio significativo si hay voluntad y acción concertada para proteger y fomentar un entorno propicio para que los niños prosperen.
Recuperar la infancia pasa por fomentar el juego, la interacción humana y moralidades significativas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
A medida que miramos hacia un futuro incierto, Haidt nos hace reflexionar sobre lo que significa realmente una infancia plena. Su mensaje no solo transmite preocupación, sino que también abre una puerta a la esperanza y al cambio.
Más allá de las restricciones tecnológicas, nos invita a cuestionarnos cómo podemos devolver a los niños las simples alegrías del juego al aire libre y la riqueza de las narrativas que construyen valores duraderos.
Plantea una inquietante cuestión: “Nuestros hijos son la generación menos próspera que conocemos, al menos en los tiempos modernos”. Esta afirmación invita a los padres, educadores y comunidades a considerar profundamente qué tipo de adultos queremos formar.
¿Es posible encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la preservación de experiencias humanas esenciales?
La decisión final, parece, recae en nuestra voluntad de proteger lo humano en una era cada vez más digital.
Enfoque Now es una plataforma digital dedicada a conectar e informar a la comunidad latina acerca de los acontecimientos que suceden a nivel local e internacional.
Mundo
Investigan si los viajes espaciales debilitan el sistema inmunitario humano: las estrategias de prevención
Científicos evalúan los riesgos y proponen acciones para preservar la salud de los astronautas. Qué dicen los nuevos estudios
Publicado
1 mes atráson
19 de octubre de 2025Por
Enfoque Now
La humanidad se encuentra en un momento sin precedentes. Los planes de visitar la Luna, establecer estaciones espaciales permanentes e incluso arribar a Marte en la próxima década, ya no pertenecen al reino de la ciencia ficción.

Sin embargo, junto con estas ambiciones extraordinarias surgen riesgos desconocidos y complejos para la salud humana, siendo el sistema inmunitario uno de los más vulnerables.
Para comprender mejor estos efectos, un equipo internacional liderado por el doctor Daniel Winer, del Buck Institute for Research on Aging, en colaboración con la NASA, la Agencia Espacial Europea y otras universidades, ha desarrollado un marco científico integral denominado astroinmunología.
Esta subdisciplina analiza cómo los factores estresantes del espacio alteran la fisiología inmunitaria y explora estrategias para proteger la salud de los astronautas en misiones de larga duración.
“El futuro de la humanidad implicará vivir en el espacio exterior o en mundos distantes para algunas personas. El objetivo principal de establecer esta subespecialidad emergente de la astroinmunología es desarrollar contramedidas para proteger la salud de quienes exploran la vida fuera de la Tierra”, señaló Winer.
El trabajo publicado en Nature Reviews Immunology no se limita a describir los problemas observados durante las misiones espaciales, sino que ofrece una comprensión mecanicista de cómo la microgravedad, la radiación cósmica, los cambios en los patrones de sueño y los factores de estrés fisiológico afectan la función inmunitaria.
Estos estudios aprovechan análisis multiómicos modernos, que incluyen perfiles transcriptómicos, proteómicos y metabolómicos, para delinear los mecanismos celulares y moleculares que explican la disminución de la eficacia del sistema inmunitario en el espacio.
Uno de los hallazgos más críticos es el impacto de la microgravedad en las células inmunitarias. En ausencia de la atracción gravitacional terrestre, los linfocitos T y las células NK presentan una proliferación, diferenciación y capacidad de respuesta reducidas. La desorganización del citoesqueleto altera la señalización y la comunicación intercelular, mientras que la disfunción mitocondrial incrementa la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO), que dañan células y tejidos.
Ciencia
Una inteligencia artificial reveló por qué más de 50.000 terremotos sacudieron italia entre 2022 y 2025
Un innovador análisis de datos sísmicos permitió descubrir estructuras subterráneas responsables de miles de sismos en el sur del país, y así resolver un misterio que la ciencia tradicional no había logrado descifrar
Publicado
1 mes atráson
15 de octubre de 2025Por
Enfoque Now
El análisis de datos sísmicos mediante inteligencia artificial (IA) ha permitido identificar una red de fallas ocultas bajo el volcán Campi Flegrei, lo que explica la inusual secuencia de más de 54.000 terremotos registrados en el sur de Italia entre 2022 y 2025.

Este avance, liderado por especialistas de la Universidad de Stanford, ha resuelto un enigma que los métodos tradicionales no habían logrado descifrar, al revelar la existencia de un “anillo de fallas” responsable de la actividad sísmica en la región.
La investigación, publicada en la revista Science, demostró que los sistemas de monitoreo convencionales solo habían detectado cerca de 12.000 movimientos sísmicos en ese periodo.
Sin embargo, el modelo basado en aprendizaje automático multiplicó esa cifra por más de cuatro, lo que permitió a los científicos cartografiar con precisión el subsuelo del Campi Flegrei y descubrir las estructuras responsables de su inestabilidad actual.
De qué forma el estudio usó IA para analizar este fenómeno en el país europeo
El estudio identificó una correlación directa entre: los microseísmos y un sistema circular de fracturas situado bajo la localidad de Pozzuoli.
Según citó El Confidencial, William Ellsworth, profesor emérito de geofísica en Stanford y coautor del estudio, explicó que “por primera vez tenemos una visión clara de las estructuras que desencadenan esta actividad sísmica”.
El investigador añadió que los datos obtenidos confirman la posibilidad de que la zona experimente terremotos de magnitud 5, lo que podría tener un gran impacto en las áreas habitadas cercanas a Nápoles.
Qué otros datos reveló la inteligencia artificial sobre el territorio
El modelo de inteligencia artificial permitió detectar que el terreno de Pozzuoli continúa elevándose a un ritmo de diez centímetros al año, un fenómeno conocido como bradisismo.
Este ascenso progresivo, que ya se había observado en la década de 1980, coincide con el perímetro del anillo de fallas descubierto. Xing Tan, investigador principal del proyecto, destacó que “nuestros colegas italianos se sorprendieron al ver el anillo tan bien definido; hasta ahora solo tenían indicios fragmentados”.
A pesar de la magnitud del hallazgo, los científicos aclararon que los seísmos analizados son superficiales, porque se producen a menos de 4 kilómetros de profundidad, y no constituyen una señal de ascenso de magma hacia la superficie.
No obstante, advirtieron que un terremoto fuerte o poco profundo podría causar daños muy estructurales, sobre todo considerando que más de 360.000 personas residen dentro de la caldera del Campi Flegrei.
El papa canonizó por primera vez a dos beatos de Venezuela: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles
Investigan si los viajes espaciales debilitan el sistema inmunitario humano: las estrategias de prevención
Un soldado norcoreano desertó y cruzó la peligrosa frontera hacia el sur: ahora está bajo custodia de Seúl
Mateo Silvetti, el “protegido” de Messi que anotó el golazo con el que Argentina llegó a la final del Mundial Sub 20







