Las autoridades sospechaban que Vicky White, subdirectora de correccionales de la cárcel en el condado de Lauderdale, había ayudado a diseñar la fuga de Casey White, quien estaba esperando juicio en un caso de asesinato.

Vicky White había dicho a sus compañeros de trabajo que se llevaría al recluso de la cárcel para una evaluación de salud mental en el juzgado, pero los dos huyeron del área. También había dicho que se sentía mal e iría al médico. Las autoridades descubrirían después que ni la evaluación en el juzgado ni la cita médica habían sido programadas.

La mujer, quien se divorció en 1991 tras un matrimonio de tres años en el que no tuvo hijos, había vendido su casa antes de desaparecer por cerca de $90,000, un valor por debajo del mercado. Vicky White compró una AR-15 y otras armas días antes de su fuga, y la noche previa a su escape durmió en un hotel.

Tras la desaparición, varios de los conocidos y familiares de Vicky White se mostraron sorprendidos y extrañados. La madre de la oficial, Pat Davis, dijo a la emisora local WAAY que incluso dudaba si su hija había sido multada alguna vez por exceso de velocidad o pasarse un alto. Los compañeros de trabajo de la funcionaria, para quienes era «una figura materna», estaban «desolados» por lo ocurrido, según dijo la semana pasada el sheriff Rick Singleton al medio local AL.com.

Tras la fuga, otros reclusos dijeron que los dos tenían una “relación especial” y que ella le dio a Casey White un mejor trato que otros reclusos. Las investigaciones descubrieron que la oficial se comunicaba por teléfono con el preso y que incluso le llegaba a dar más comida en ocasiones.

Los motivos exactos que llevaron a Vicky White a tirar por la borda una carrera ejemplar quedarán sin aclararse. El sheriff Rick Singleton, quien había sido su jefe y había elogiado a la oficial en varias ocasiones antes de que las evidencias apuntaran a que había sido ella quien había ayudado a escapar a Casey White, dijo: » La lección que he aprendido, y que creo que todos hemos aprendido, es que no sabes en quién confiar».