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Luego de dos intentos fallidos, la NASA intentará lanzar el Artemis I de nuevo

Para esta nueva misión, la cápsula Orion se aventurará hasta 64.000 kilómetros detrás de la Luna y llegará más lejos que ninguna otra nave espacial habitable hasta el momento.

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NASA Artemis I

La NASA podría intentar lanzar su nuevo cohete a la Luna el 23 o 27 de septiembre, tras dos intentos fallidos por problemas técnicos, así lo anunció este jueves Jim Free, un funcionario de la agencia espacial estadounidense, en rueda de prensa.

El esperado vuelo de la misión Artemis 1, sin tripulación a bordo, probará el cohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés) en condiciones reales, además de la cápsula Orion, adaptada para transportar a astronautas en el futuro.

La posible ventana de lanzamiento para el día 23 se abriría a las 6:47 horas (hora local), mientras que el 27 lo haría a las 11:37 (hora local), añadió Jim Free, administrador asociado de la dirección de desarrollo de sistemas de exploración de la agencia.

El despegue, previsto en el centro espacial Kennedy, en Florida, se canceló en el último minuto el sábado por segunda vez en una semana, un contratiempo que aplaza el lanzamiento del programa estadounidense de regreso a la Luna.

A primeras horas de la mañana se detectó un problema de fuga de combustible, justo cuando se cargaban los depósitos de los cohetes. Si bien la nave permaneció a salvo y es demasiado pronto para saber si el aumento en la presurización contribuyó a la causa de la fuga, los ingenieros siguen examinando el problema.

El cohete anaranjado y blanco SLS nunca ha volado y se desarrolla desde hace más de una década con el objetivo de convertirlo en el más potente del mundo.

NASA Artemis I

Cincuenta años después de la última misión ApoloArtemis 1 debería permitir verificar que la cápsula Orion, situada en la parte superior del cohete, es segura para transportar a astronautas a la Luna en el futuro.

Para esta primera misión, Orion se aventurará hasta 64.000 kilómetros detrás de la Luna, es decir que llegará más lejos que ninguna otra nave espacial habitable hasta el momento.

El objetivo principal es probar su escudo térmico, el más grande jamás construido. En su regreso a la atmósfera terrestre, deberá soportar una velocidad de 40.000 km/h y una temperatura equivalente a aproximadamente la mitad del calor del Sol.

Para cumplir con el requisito de Eastern Range para la certificación del sistema de terminación de vuelo, actualmente establecido en 25 días, la NASA deberá trasladar el cohete y la nave espacial de regreso al VAB (edificio de ensamblaje de vehículos) antes del próximo intento de lanzamiento, para restablecer las baterías del sistema. El sistema de terminación de vuelo se requiere en todos los cohetes para proteger la seguridad pública.

(Con información de AFP)

Enfoque Now es una plataforma digital dedicada a conectar e informar a la comunidad latina acerca de los acontecimientos que suceden a nivel local e internacional.

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México ha entregado a EEUU a 55 líderes de cárteles de droga en operaciones secretas durante el 2025

El operativo incluyó sigilo extremo, drones de vigilancia y sustitución de personal penitenciario. Las autoridades temían fugas, atentados y motines de último minuto

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En una de las operaciones conjuntas más ambiciosas entre México y EstadosUnidos, 55 líderes de cárteles mexicanos fueron entregados este año a la justicia estadounidense en dos misiones bajo estrictas medidas de seguridad. La acción, resultado de una presión diplomática ejercida principalmente por la administración de Donald Trump, representa un golpe a las estructuras criminales y un giro en la cooperación bilateral frente al tráfico de drogas.

De acuerdo con información publicada por The Wall Street Journal (WSJ), los reos trasladados representan las cúpulas de organizaciones como Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y Zetas. Entre los extraditados figuran nombres emblemáticos como Rafael Caro Quintero, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985 y prófugo de la justicia estadounidense por décadas.

Durante sus estancias en prisiones de México, estos reclusos contaban con redes de corrupción que les permitían acceso a armas, drogas, mujeres y dispositivostelefónicos. Según funcionarios estadounidenses y mexicanos, desde sus celdas coordinaban el envío de toneladas de heroína, fentanilo, cocaína y metanfetamina hacia Estados Unidos, además de ordenar homicidios y secuestros.

El proceso de extradición se mantuvo en completo sigilo ante el temor de fugas, motines y posibles atentados contra los propios capos, quienes representaban riesgos de filtración de información sensible. “Nunca en la historia de nuestra agencia hemos visto la remoción de este nivel de criminales desde México”, señaló Derek Maltz, exjefe interino de la Administración de Control de Drogas (DEA).

La transferencia de los líderes criminales requirió la movilización de 2.000 efectivos de fuerzas especiales mexicanas. “Fue una misión que no podía fallar. Cualquier filtración habría encendido alarmas y disparado la violencia”, aseguró un alto funcionario mexicano al WSJ.

El nivel de secreto fue tal que los propios detenidos desconocían su destino hasta pisar territorio estadounidense. “Welcome to America!”, exclamó Maltz al recibir al primer grupo de extraditados. Los raslados se ejecutaron en dos bloques: la primera hace nueve meses y la segunda en agosto. Los prisioneros desembarcaron en ciudades como Chicago, Phoenix, San Antonio, Nueva York y Washington D.C..

Entre los extraditados sobresalen los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño, antiguos jefes de Los Zetas, organización responsable de una oleada de violencia. Conforme a fuentes oficiales mexicanas, los Treviño controlaban desde prisión una red de más de 600 internos y han sido vinculados al asesinato de 18 custodios penitenciarios.

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Nicolás Maduro recurre a custodios cubanos y se esconde en múltiples lugares ante el temor de un ataque de Estados Unidos

El dictador chavista ha cambiado su rutina, teléfonos y lugares de descanso, y ha delegado responsabilidades clave de su protección en agentes de inteligencia de La Habana

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reforzado de manera significativa su seguridad personal, incluyendo el cambio de lugar donde duerme, y ha recurrido a Cuba, su principal aliado, ante la creciente amenaza de una intervención militar estadounidense en el país.

Así lo confirman varias personas cercanas al gobierno venezolano. Describen un clima de tensión y preocupación dentro del entorno íntimo del mandatario, aunque aseguran que Maduro considera que mantiene el control y que podrá superar este desafío, el más grave en sus 12 años de gobierno.

Para protegerse de un posible ataque de precisión o de una incursión de fuerzas especiales, Maduro ha cambiado repetidamente de lugar para dormir y de teléfono celular, según dichas fuentes. Estas precauciones se intensificaron desde septiembre, cuando Estados Unidos empezó a acumular buques de guerra y a atacar embarcaciones que la administración de Trump afirma que traficaban drogas desde Venezuela.

Para reducir el riesgo de ser traicionado, Maduro también ha ampliado el papel de los guardaespaldas cubanos en su equipo de seguridad personal y ha incorporado más oficiales de contrainteligencia cubanos al ejército venezolano, indicó una de las fuentes.

Sin embargo, en público, Maduro ha intentado minimizar las amenazas de Washington, mostrándose relajado y despreocupado, haciéndose presente en actos públicos sin previo aviso, bailando y publicando videos propagandísticos en TikTok.

Las siete personas cercanas al gobierno entrevistadas para este artículo pidieron el anonimato por temor a represalias o porque no estaban autorizadas a hablar con la prensa. El Ministerio de Comunicación de Venezuela, responsable de las consultas de medios, no respondió a la solicitud de comentarios sobre el artículo.

La administración Trump ha acusado a Maduro de liderar un “cártel narcoterrorista” que inunda a Estados Unidos de drogas, una narrativa que, según muchos funcionarios actuales y anteriores en Washington, busca en última instancia un cambio de régimen. Sin embargo, Trump ha combinado esas amenazas con menciones a una posible solución diplomática. Él y Maduro conversaron por teléfono el mes pasado para discutir una posible reunión.

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