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Las autoridades de EEUU multaron por 200 millones de dólares a Boeing por afirmar que su avión 737 MAX era seguro

En enero de 2021, la compañía acordó pagar 2.500 millones de dólares en multas e indemnizaciones para resolver una investigación penal del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

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Boeing acordó este jueves pagar 200 millones de dólares tras ser acusada por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EEUU de afirmar varias veces que su avión 737 MAX no presentaba riesgos, tras dos accidentes aéreos.

Dennis Muilenburg, ex gerente general de la empresa encargado entonces del envío de mensajes, accedió a pagar un millón de dólares en multas.

“En tiempos de crisis y tragedia, es especialmente importante que las empresas con operaciones en bolsa y los ejecutivos brinden información completa, justa y veraz a los mercados”, dijo el presidente de la SEC, Gary Gensler, en un comunicado.

Se trata particularmente de una falla con el software de vuelo MCAS, que provocó la caída de un avión de Lion Air en octubre de 2018 y de uno similar de Ethiopian Airlines en marzo de 2019, ambos de modelo 737 MAX, sin que los pilotos pudieran evitarlo.

El saldo fue de 346 muertes, lo que obligó a dejar en tierra a ese modelo de aeronave durante 20 meses.

“Tras el primer accidente, Boeing y Muilenburg sabían que el MCAS era un problema de seguridad, pero aseguraron al público que el 737 MAX era ‘tan seguro como cualquier avión que haya volado alguna vez’”, recordó la SEC en un comunicado.

“Luego, después del segundo accidente, Boeing y Muilenburg aseguraron al público que no hubo errores ni vacíos en el proceso de certificación del MCAS, pese a conocer informes en sentido contrario”, agregó la agencia.

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Boeing reconoció en enero de 2021 que dos de sus empleados engañaron a un grupo de la autoridad de aviación estadounidense encargado de preparar la formación de pilotos para el software MCAS.

La empresa aeronáutica accedió a pagar más de 2.500 millones de dólares, incluyendo una multa penal de 243,6 millones y 500 millones para indemnizar a familiares de las victimas.

El acuerdo del Departamento de Justicia, que permitió a Boeing evitar el enjuiciamiento, incluyó una multa de 243,6 millones de dólares, una compensación a las aerolíneas de 1.770 millones de dólares y un fondo para las víctimas de accidentes de 500 millones de ,cargos de conspiración de fraude relacionados con el diseño defectuoso del avión.

La SEC encontró que Boeing y Muilenburg violaron leyes del mercado de valores. Si bien Boeing y el ex directivo acordaron pagar una sanción, ninguno admite o niega las conclusiones de la agencia, señala el comunicado de prensa.

(Con información de Reuters)

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El papa canonizó por primera vez a dos beatos de Venezuela: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles

La santificación, aprobada por el Francisco antes de su muerte, marca un momento clave para la fe católica en el país sudamericano, en medio de la grave crisis social y política que aqueja a la población

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La mañana del domingo en la plaza de San Pedro dejó una estampa diferente a la habitual solemnidad romana: una multitud vibrante, colorida y emocionada, con miles de banderas venezolanas ondeando bajo el sol. Era, sobre todo, una jornada de celebración venezolana, marcada por la canonización de dos figuras profundamente queridas: José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, y Carmen Rendiles, fundadora de una congregación religiosa y ejemplo de fortaleza.

En medio de cantos, rezos y lágrimas, la ceremonia oficializó un momento de comunión tanto para los que se congregaron en Roma como para los millones de venezolanos que, desde su país natal, siguieron el acontecimiento en medio de una severa crisis política y económica.

Cuando el papa León XIV pronunció en latín la solemne fórmula de canonización para inscribir en el libro de los santos los nombres de Hernández y Rendiles, la ovación cruzó el Atlántico. El eco del aplauso se expandió en plazas y calles de Caracas, donde cientos de fieles siguieron la transmisión en directo, muchos con imágenes de papeles y estampas del doctor-santo y otros encendiendo velas frente a altares improvisados. El júbilo no distinguía entre oficialistas y opositores: la canonización ofreció una de las pocas ocasiones de unidad para el país, distendiendo —al menos durante unas horas— la fuerte polarización política que define a la Venezuela contemporánea.

A la celebración acudieron cerca de 55.000 peregrinos, según informaron las autoridades locales. De ellos, miles ondeaban con orgullo el tricolor venezolano, y camisetas y gorras con el rostro de José Gregorio Hernández y la imagen de Carmen Rendiles resaltaban entre las delegaciones internacionales.

Entre los asistentes, un testimonio fue recogido por la prensa local: José Ramón Malave Contreras, venezolano que reside en Roma. “Mi mamá me puso mi nombre gracias a este santo venezolano porque según la creencia, yo iba a nacer muerto, así que mi mamá me puso su nombre por haberme salvado la vida. Para mí era imperdible este momento”, declaró emocionado.

La jornada en el Vaticano no fue exclusiva de los venezolanos. En esa misma ceremonia, el papa León XIV sumó a otros cinco santos: el arzobispo Ignacio Choukrallah Maloyan, mártir armenio asesinado durante el genocidio de inicios del siglo XX; Peter To Rot, laico de Papúa Nueva Guinea ejecutado en 1945; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y Maria Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo. Pero la devoción popular venezolana marcó la jornada con un fervor y colorido raramente presentes en Roma.

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Investigan si los viajes espaciales debilitan el sistema inmunitario humano: las estrategias de prevención

Científicos evalúan los riesgos y proponen acciones para preservar la salud de los astronautas. Qué dicen los nuevos estudios

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La humanidad se encuentra en un momento sin precedentes. Los planes de visitar la Luna, establecer estaciones espaciales permanentes e incluso arribar a Marte en la próxima década, ya no pertenecen al reino de la ciencia ficción.

Sin embargo, junto con estas ambiciones extraordinarias surgen riesgos desconocidos y complejos para la salud humana, siendo el sistema inmunitario uno de los más vulnerables.

Para comprender mejor estos efectos, un equipo internacional liderado por el doctor Daniel Winer, del Buck Institute for Research on Aging, en colaboración con la NASA, la Agencia Espacial Europea y otras universidades, ha desarrollado un marco científico integral denominado astroinmunología.

Esta subdisciplina analiza cómo los factores estresantes del espacio alteran la fisiología inmunitaria y explora estrategias para proteger la salud de los astronautas en misiones de larga duración.

“El futuro de la humanidad implicará vivir en el espacio exterior o en mundos distantes para algunas personas. El objetivo principal de establecer esta subespecialidad emergente de la astroinmunología es desarrollar contramedidas para proteger la salud de quienes exploran la vida fuera de la Tierra”, señaló Winer.

El trabajo publicado en Nature Reviews Immunology no se limita a describir los problemas observados durante las misiones espaciales, sino que ofrece una comprensión mecanicista de cómo la microgravedad, la radiación cósmica, los cambios en los patrones de sueño y los factores de estrés fisiológico afectan la función inmunitaria.

Estos estudios aprovechan análisis multiómicos modernos, que incluyen perfiles transcriptómicos, proteómicos y metabolómicos, para delinear los mecanismos celulares y moleculares que explican la disminución de la eficacia del sistema inmunitario en el espacio.

Uno de los hallazgos más críticos es el impacto de la microgravedad en las células inmunitarias. En ausencia de la atracción gravitacional terrestre, los linfocitos T y las células NK presentan una proliferación, diferenciación y capacidad de respuesta reducidas. La desorganización del citoesqueleto altera la señalización y la comunicación intercelular, mientras que la disfunción mitocondrial incrementa la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO), que dañan células y tejidos.

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