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Salud

Es cancerígeno y todos lo utilizan: el implemento de cocina que no recomienda la OMS

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El perfluorooctanoico es una sustancia química y se agrupa en trece tipos de materias que, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, “son únicas”, ya que, repelen el aceite, agua y grasas. Estas se han visto presentes en objetos como ropa, alfombras, cartones, llantas y elementos para embalar.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó este químico como un elemento posiblemente cancerígeno y poco recomendable en su uso diario. Esto lo ratifican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades cuando afirmó en un resumen científico del 2015 que podría producir, cáncer de próstata, riñones y testículos, pero que, “se necesitan más estudios para esclarecer este asunto”.

Tomando en cuenta estas recomendaciones de entes académicos, institucionales y médicos, la Unión Europea en el 2020 prohibió el uso del teflón que tenía el PFOA, uno de los trece grupos del perfluorooctanoico. Según la entidad geopolítica, se encontraba en sartenes antiadherentes en el mercado y, con la medida, se buscaba generar un ambiente de salubridad mucho más seguro, pues son químicos imposibles de eliminar una vez creados.

¿Cómo pueden ingresar los perfluroalquilos al cuerpo al usar este utensilio de cocina?

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos habla que se puede transmitir mediante vía respiratoria y oral. Algunas de las acciones que más se han visto en las que se pasa este elemento es ingiriendo alimentos, agua o estar expuesto en espacios donde haya perfluroalquilos.

También afirma que en los químicos de los extintores para mitigar incendios se encuentran, e incluso, que se encontraría este compuesto en la ropa que usamos fuera de la casa. En relación con esto, pueden, “permanecer sin cambiar durante largo tiempo” en el cuerpo y toman cuatro años en que la cantidad disminuya a la mitad.

¿Cómo se puede reducir el riesgo a exponerse a esta sustancia?

En Colombia, aún no está prohibida la comercialización ni tampoco uso de sartenes y otros implementos con perfluorooctanoico. Por eso, autoridades académicas y científicas internacionales recomiendan que, en primer lugar, se consuma agua en botella o con filtros de carbón activado, ya que se ha identificado en tuberías de otras partes del mundo niveles considerables de esta sustancia.

En sus palabras, la CDC concluyó que, “se ha demostrado que el consumo de agua en botella y el uso de filtros de carbón activado con el tiempo pueden reducir los niveles de PFOA en la sangre reduciendo la exposición a perfluoroalquilos”.

En segundo lugar, se pide no comprar productos que, “repelen manchas o empaques de alimentos resistentes a grasa”. Particularmente, se hace énfasis en que sartenes de cocina antiguos o anteriormente fabricados a la prohibición de la Unión Europea, ya que, podrían contener aún el químico cancerígeno.

¿Qué otros efectos a la salud tiene esta sustancia?

De acuerdo con la Agencia Europea del Medioambiente, provoca problemas de salud como daños hepáticos, enfermedades de las tiroides, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer, como antes ya se ha mencionado. En cuanto a niños, se ha hecho la especificación de que los bajos niveles de peso y defectos de nacimientos estarían correlacionados con la exposición al perfluorooctanoico.

Tanto en menores como en adultos, se encontró altos niveles de colesterol, problemas para el desarrollo del sistema inmune y reproductiva y alteraciones al metabolismo.

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Mundo

Cuando el estrés y la ansiedad se “disfrazan” de enfermedades físicas comunes: cómo identificarlas

Sensaciones corporales inesperadas pueden alterar la vida cotidiana y dificultar el diagnóstico, mientras médicos y especialistas buscan respuestas ante los síntomas más diversos

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La ansiedad puede provocar síntomas físicos como escalofríos, dolor muscular y malestar estomacal similares a la gripe. Una sensación de malestar físico parecida a la de un resfriado o una gripe puede tener un origen inesperado: la ansiedad. De acuerdo con expertos citados por Prevention, este trastorno de salud mental, suele manifestarse a través de síntomas físicos fácilmente confundibles con enfermedades comunes, lo que dificulta tanto su detección como el tratamiento adecuado.

La ansiedad, el problema de salud mental más frecuente en Estados Unidos, trasciende la simple preocupación o el nerviosismo. El psiquiatra David Merrill, del Pacific Neuroscience Institute, explicó a Prevention: “Además de los síntomas emocionales, muchas personas experimentan irritabilidad, fatiga, inquietud y una sensación general de desequilibrio

No obstante, los síntomas físicos pueden resultar aún más desconcertantes, al imitar afecciones como resfriados, alergias o una resaca. Merrill advirtió que estos síntomas mentales y físicos suelen formar un ciclo, en el que la ansiedad desencadena malestares corporales y estos, a su vez, intensifican la ansiedad.

Síntomas físicos de la ansiedad

Entre las manifestaciones físicas más frecuentes, los especialistas destacan la aceleración de la frecuencia cardíaca. El psicólogo clínico Joseph Laino, profesor asistente en la Facultad de Medicina Grossman de la NYU, precisó que la ansiedad activa el sistema de alarma del cuerpo.

La amígdala cerebral detecta amenazas y provoca la liberación de sustancias como cortisol y adrenalina, lo que prepara al organismo para reaccionar. Este proceso eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial, e incluso puede causar palpitaciones. Laino subrayó que, aunque esta reacción resulta imprescindible para la supervivencia, puede resultar dañina si se prolonga excesivamente.

Otra manifestación habitual es la alteración de la temperatura corporal. Merrill indicó que el hipotálamo, responsable de regular el calor corporal, responde a la ansiedad con escalofríos, sudoración excesiva o ambos síntomas a la vez. Además, la activación muscular durante estos episodios puede producir dolores musculares inusuales.

La dificultad respiratoria representa otro síntoma relevante. Merrill explicó que el incremento del ritmo cardíaco deja menos oxígeno disponible, lo que obliga a los pulmones a esforzarse más.

En situaciones de ansiedad extrema, como un ataque de pánico, resulta frecuente experimentar taquicardia y sensación de falta de aire. El especialista recomendó practicar respiración profunda para aliviar ambos síntomas, aunque insistió en buscar atención médica inmediata si el dolor en el pecho se mantiene o se agrava.

Los problemas digestivos también son recurrentes. Merrill indicó que el sistema nervioso central, especialmente el intestino, ejerce una función clave en la respuesta al estrés. La serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, se localiza principalmente en el intestino, y su alteración por estrés emocional produce náuseas, indigestión y malestar estomacal.

El tránsito intestinal puede variar, alternando entre estreñimiento y diarrea. Merrill explicó que, durante la respuesta de lucha o huida, el cuerpo prioriza el flujo sanguíneo hacia los músculos y órganos sensoriales, lo que disminuye la actividad digestiva. Esto se traduce en hinchazón, gases, dolor abdominal y calambres.

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Ciencia

Cifra récord de agotamiento laboral en Estados Unidos: el 72% de los empleados dice sentirse exhausto

De acuerdo con el estudio, la fatiga mental y física alcanza su punto más alto en seis años, con especial impacto entre los jóvenes de la Generación Z

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El informe anual realizado por Aflac Incorporated reveló que el 72% de los trabajadores estadounidenses experimenta niveles de agotamiento moderado a alto, cifra que representa el valor más elevado registrado desde 2019. El estudio, denominado Aflac WorkForces Report, fue publicado tras una encuesta realizada entre abril y mayo de 2025 a 2.000 empleados a lo largo de Estados Unidos y destaca el incremento del estrés y la preocupación entre los asalariados.

Según datos proporcionados, el fenómeno afecta de manera transversal a varios sectores de la fuerza laboral, pero son los trabajadores de Generación Z quienes presentan la mayor incidencia, con un 74% reportando síntomas relacionados. El informe matiza que la sobrecarga laboral y la inseguridad financiera son los principales factores detonantes. Newsweek enfatiza que el carácter multifacético de la problemática y la preocupación institucional por el bienestar de los empleados.

El contexto económico y social durante el periodo analizado contribuyó a estos máximos históricos. Las persistentes señales de una desaceleración en el mercado laboral y el encarecimiento del costo de vida han incidido en los resultados. De acuerdo con datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, se mantiene una tendencia de moderación en la creación de empleos, motivo por el cual muchas personas optan por permanecer en sus puestos debido a la incertidumbre y la falta de mejores alternativas en el mercado. El estudio se consolida como un indicador representativo de la creciente presión sobre la salud mental y financiera de los asalariados, según reflejan cifras oficiales y análisis sectoriales.

¿Qué es el burnout laboral y cuáles son sus síntomas?

De acuerdo con el estudio, el burnout laboral es un estado de agotamiento emocional, desmotivación y reducción del desempeño originado por la exposición constante a exigencias profesionales y presión en el entorno laboral. El informe describe tres niveles: bajo, moderado y alto. El 72% de los participantes se ubica en los dos niveles superiores.

Entre los síntomas más destacados figuran la fatiga constante, la sensación de desapego, el descenso en la productividad y la dificultad para concentrarse. El documento destaca además que la sobrecarga de tareas y la preocupación financiera agravan este cuadro.

¿Cuáles son las principales causas del burnout en Estados Unidos según el informe?

El informe identifica como principal causante del burnout la carga excesiva de trabajo, mencionada por el 35% de los encuestados. A esto se suma la incertidumbre económica: 44% declara no tener fondos suficientes para afrontar un gasto imprevisto de 1.000 dólares en caso de emergencia sanitaria. El fenómeno llamado “medanxiety” —miedo persistente a los gastos médicos inesperados— afecta al 52% de los trabajadores consultados.

El reporte reconoce la presión adicional provocada por la necesidad de conservar el empleo ante la falta de mejores opciones, fenómeno que ha sido definido como “job hugging”. Estos factores, junto con expectativas no satisfechas respecto al apoyo institucional, alimentan el ciclo de agotamiento.

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