El proyecto, liderado por el genetista David Sinclair, se prepara para pruebas en personas.
El genetista David Sinclair lidera un proyecto que ha logrado rejuvenecer células y tejidos en animales, y ahora se prepara para pruebas en humanos. Este avance promete transformar la medicina preventiva y la longevidad humana.

El desarrollo científico orientado a prolongar la vida y revertir el envejecimiento ha alcanzado avances inéditos. Investigadores liderados por el doctor David Sinclair, genetista y profesor titular en Harvard, lograron rejuvenecer células y tejidos en animales. Este avance abre la posibilidad de trasladar estos resultados a ensayos clínicos en humanos el próximo año.
En una entrevista concedida al podcast Moonshots de Peter H. Diamandis, Sinclair indicó que los resultados obtenidos son tan sorprendentes que ya existe la certeza de que el primer individuo que llegará a los 150 años ya ha nacido. Según la información difundida por 20minutos.es, el equipo científico utilizó inteligencia artificial para identificar nuevas terapias genéticas, que podrían modificar los actuales parámetros de esperanza de vida.

La clave de la investigación radica en el rejuvenecimiento de células y tejidos, lo que transformaría la prevención médica y las terapias regenerativas, siempre que los ensayos en humanos logren replicar los resultados observados en animales.
Conforme indicó Sinclair, la estrategia que se está desarrollando es de tipo epigenético, lo que implica cambios en la expresión de los genes que no alteran la secuencia del ADN, pero sí pueden activar o desactivar genes específicos. Esto representa un cambio integral en el concepto de salud, longevidad y la reversión del deterioro asociado con la edad.
Hasta ahora, el grupo liderado por Sinclair ha logrado rejuvenecer cuantificablemente células en ratones y monos. Los próximos ensayos en humanos buscan que estos avances sean accesibles para toda la población, ya que su éxito podría modificar drásticamente el enfoque de la medicina preventiva.
Sin embargo, Sinclair ha destacado que la falta de apoyo institucional sigue siendo uno de los mayores obstáculos para continuar la investigación, ya que se requiere tanto respaldo financiero como voluntad política para que este proyecto avance.
La nueva terapia epigenética busca reprogramar células adultas para devolverlas a una etapa juvenil, prolongando la vida saludable. No se trata de una alteración superficial, sino de un cambio medible en la edad biológica y en la función física. Como resumió Sinclair: “Los datos muestran que la edad retrocede”.

Según el científico, el proceso se basa en la información biológica vinculada al envejecimiento, especialmente en la pérdida de información epigenética que impide que las células realicen sus funciones específicas correctamente.
El equipo de investigación ha hallado un método para restaurar esta información sin necesidad de clonación: la reconfiguración epigenética segura del organismo permite “reiniciar” el epigenoma sin necesidad de reiniciar la vida.
Para facilitar la investigación, se ha empleado inteligencia artificial para identificar moléculas que puedan rejuvenecer células mediante administración oral. Como explicó Sinclair, la IA acelera el análisis de millones de compuestos y predice sus efectos en los mecanismos epigenéticos, un proceso que anteriormente requería extensos periodos temporales. Los avances sugieren que, en pocos años, un tratamiento farmacológico de corta duración podría rejuvenecer células de forma significativa.
Los próximos ensayos clínicos comenzarán en enero del año siguiente, y se centrarán en enfermedades oculares como el glaucoma y la neuropatía óptica isquémica. El ojo fue elegido por su alta accesibilidad y la facilidad para evaluar objetivamente los efectos terapéuticos. El tratamiento experimental incluirá una inyección ocular seguida de doxiciclina para activar genes relacionados con la juventud celular.
Si estos ensayos tienen éxito, el equipo planea ampliar la investigación hacia enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), así como otros problemas de salud vinculados al envejecimiento.
Según las estimaciones de Sinclair, la prolongación de la vida activa podría reducir los costos en salud pública y dependencia, además de tener un impacto favorable en la productividad y el impacto macroeconómico. Sin embargo, existen barreras en la financiación pública y en el coste elevado de las terapias potenciales. Sinclair espera que, con el tiempo, las terapias sean accesibles para toda la población, y no solo para ciertos grupos.
El éxito de estos ensayos dependerá de su seguimiento, financiación y regulación, lo que determinará si el rejuvenecimiento clínico en humanos se convierte en una realidad accesible y verificable.