La ingeniería noruega avanza en un proyecto de referencia en el continente europeo con la aprobación oficial para levantar el túnel submarino más extenso y profundo del planeta. El Rogfast, ya en fase de ejecución, alcanzará los 26,7 kilómetros de longitud y una profundidad máxima de 392 metros, conectando puntos estratégicos del suroeste de Noruega y transformando la movilidad a escala nacional.
Ole Martin Lilleby, director del proyecto, confirmó en medios locales el pasado mes de agosto que ya casi se había logrado alcanzar el récord histórico de profundidad con las excavaciones. De esta forma, el proyecto sigue avanzando hacia convertirse en una obra histórica para el país y Europa.
La infraestructura permitirá reducir en más de la mitad el tiempo de trayecto entre las ciudades de Trondheim y Kristiansand, dibujando un nuevo escenario logístico para el país escandinavo. La enorme ventaja que puede suponer unida al gran paso de ingeniería que supone lo convierte en un evento crucial.
Actualmente, el viaje completo por la carretera E39, de 1.090 kilómetros entre Trondheim y Kristiansand, exige aproximadamente 21 horas e incluye siete desplazamientos en ferry. Con la puesta en marcha de Rogfast, el mismo recorrido podrá realizarse en unas 10 horas, ya que el paso subterráneo solo demandará 35 minutos de conducción atravesando bajo el mar un tramo de 26 kilómetros.
El proyecto está coordinado por Statens Vegvesen, la Administración Noruega de Carreteras Públicas, que califica la obra como un hito al tratarse del primer túnel submarino de carretera con cuatro carriles que logra estas cifras. La construcción se basa en excavaciones en roca bajo el lecho marino, una labor compleja que exige tecnología avanzada y equipos cualificados.