Una escena insólita sorprendió a empleados y clientes de un restaurante McDonald’s en Cary, Carolina del Norte, cuando una boa constrictora de casi 1,2 metros fue descubierta escondida bajo la ventanilla del autoservicio. El hallazgo ocurrió el sábado 21 de junio y generó una rápida movilización para asegurar al animal.

La serpiente fue inicialmente detectada por una pareja de clientes, quienes observaron cómo otro conductor retiraba al reptil del área de entrega y lo dejaba cerca del establecimiento. Preocupados por la seguridad de las personas y del animal, la pareja lo colocó en una caja de cartón y contactó a Talena Chavis, reconocida rescatista de reptiles conocida como NC Snake Catcher.

Al llegar al lugar, Chavis confirmó que se trataba de una boa constrictora —y no una pitón, como se pensó inicialmente—, un hallazgo poco común incluso para su experiencia de casi una década. La serpiente, probablemente una hembra, se encontraba en buen estado de salud y mostraba un comportamiento dócil, lo que sugiere que no llevaba mucho tiempo fuera de cautiverio.
El incidente puso en evidencia vacíos en la gestión de fauna exótica urbana, ya que el control de animales local no respondió al llamado por tratarse de un animal no doméstico. Finalmente, la boa fue adoptada por un miembro del equipo de Chavis, mientras se investiga si tiene un dueño registrado.
Este curioso episodio ha generado debate sobre la tenencia responsable de animales exóticos y la necesidad de protocolos más claros para su manejo en espacios públicos.