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Ciencia

El telescopio James Webb se puso en marcha: la astronomía ya no volverá a ser la misma

La NASA presentó las primeras imágenes del universo. Los astrónomos tienen ahora la herramienta más poderosa de la historia.

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James webb nasa

Pues bien, ha funcionado. Esta imagen de “campo profundo” muestra que el telescopio espacial James Webb (JWST) está haciendo lo que se le encomendó: tomar imágenes espectaculares del cosmos. La imagen muestra el SMACS 0723, un cúmulo de galaxias comparativamente cercanas cuya gravedad actúa doblando y concentrando la luz de otras mucho más lejanas que se encuentran detrás de ellas. Por el momento (ya que el JWST acaba de ponerse en marcha), las más débiles de esas galaxias con lente gravitacional son los objetos más distantes que los terrícolas han visto jamás.

El JWST fue lanzado, tras 11 años de retrasos y con un coste de 9.700 millones de dólares, el día de Navidad de 2021. Su abultado presupuesto, incluso dividido entre la NASA y las agencias espaciales de Europa Canadá, estuvo a punto de ser cancelado. Pero era demasiado grande para ser hundido. Antes del despegue, Thomas Zurbuchen, director científico de la NASA, declaró a The Economist que “lo último que queremos es ahorrar mil millones de dólares y fracasar”.

Sin embargo, tras siete meses de misión, todos los aspectos del lanzamiento, el despliegue y el rendimiento parecen haber ido según lo previsto, si no mejor. Como resultado, los astrónomos disponen ahora de la herramienta más potente que se les ha dado hasta ahora para escanear el cosmos en las frecuencias infrarrojas de la luz. Esto les permitirá estudiar muchas cosas que hasta ahora les costaba examinar, en particular la formación de estrellas y planetas, desde la juventud del universo, hace más de 13.000 millones de años, hasta la actualidad.

Calor y polvo

Tras su lanzamiento, el JWST maniobró hasta Lagrange 2 (L2), un punto del espacio situado a 1,5m km de la Tierra. En este punto, los campos gravitatorios de la Tierra y del Sol conspiran para crear un pozo de gravedad. El telescopio no se sitúa en L2. Se eligió L2 en parte por su capacidad para anclar una nave espacial de esta manera y en parte porque la alineación de la Tierra y el sol, vista desde allí, significa que la iluminación de ambos puede ser bloqueada por un solo escudo. Dado que los instrumentos de detección de infrarrojos deben mantenerse fríos, es importante protegerlos de fuentes de calor y luz extrañas.

James webb nasa

En el viaje a L2 los operadores del telescopio desplegaron sus paneles solares, una antena para facilitar la comunicación con la Tierra, el escudo y los dos espejos que dan forma a las imágenes. Uno de ellos es un primario parabólico de 6,8 metros de diámetro, ensamblado con celdas hexagonales de berilio dorado. Este espejo recoge y enfoca la radiación electromagnética entrante. El segundo es un secundario hiperbólico más pequeño, sostenido delante del primario por tres puntales. Utilizando un diseño inventado por Laurent Cassegrain, un astrónomo francés del siglo XVII, este secundario intercepta el haz estrecho del primario y lo refleja a través de un agujero en el centro del primario hacia cuatro instrumentos.

Se trata de MIRI (para detectar longitudes de onda del infrarrojo largo), nirCam nirSpec (que toman imágenes y analizan el infrarrojo de onda corta) y FGS/NIRISS (que estudia objetivos brillantes como estrellas cercanas orbitadas por exoplanetas). Las longitudes de onda examinadas por MIRI corresponden a objetos como los exoplanetas que no tienen una fuente interna de calor, y a cuerpos más calientes pero más lejanos cuya luz ha sido estirada desde la visibilidad hasta el infrarrojo por la expansión del universo. Dado que “más lejos” también significa “hace más tiempo” en términos cósmicos, esto le permitirá detectar señales del amanecer cósmico, el momento en que se encendieron las primeras estrellas del universo. Y, además de estas dos ventajas, el infrarrojo de longitud de onda larga, como el que detecta MIRI, penetra en las nubes de polvo con más éxito que la luz visible, desgarrando así el velo de las intrigantes bolsas del cielo en las que el polvo se está fusionando en estrellas y planetas.

La precisión del lanzamiento hizo que las correcciones de rumbo necesarias para poner el telescopio en órbita utilizaran menos combustible del presupuestado. Eso deja más para los pequeños ajustes necesarios para mantener el instrumento en la estación. Dado que el mantenimiento de la estación es la principal limitación de la duración de la misión, esto es importante. El objetivo inicial era de diez años, pero ahora la NASA calcula que puede mantener el telescopio en su sitio durante 20. Además, los cuatro instrumentos parecen ser más sensibles de lo que se había previsto y, por tanto, capaces de recoger entre un 10 y un 20% más de fotones de lo esperado.

La publicación de esta imagen (representada en su totalidad a continuación), junto con algunas más que llegarán el martes, marca la conclusión de la puesta en marcha del telescopio, un largo proceso destinado a garantizar que sea apto para su propósito. La gestión se transferirá ahora al Space Telescope Science Institute de Baltimore, que tendrá la ingrata tarea de asignar tiempo en él a los ansiosos astrónomos. La buena noticia es que las nuevas estimaciones de su vida útil significan que muchas más solicitudes acabarán siendo atendidas. La mala es que la espera puede ser larga.

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Ciencia

Una inteligencia artificial reveló por qué más de 50.000 terremotos sacudieron italia entre 2022 y 2025

Un innovador análisis de datos sísmicos permitió descubrir estructuras subterráneas responsables de miles de sismos en el sur del país, y así resolver un misterio que la ciencia tradicional no había logrado descifrar

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El análisis de datos sísmicos mediante inteligencia artificial (IA) ha permitido identificar una red de fallas ocultas bajo el volcán Campi Flegrei, lo que explica la inusual secuencia de más de 54.000 terremotos registrados en el sur de Italia entre 2022 y 2025.

Este avance, liderado por especialistas de la Universidad de Stanford, ha resuelto un enigma que los métodos tradicionales no habían logrado descifrar, al revelar la existencia de un “anillo de fallas” responsable de la actividad sísmica en la región.

La investigación, publicada en la revista Science, demostró que los sistemas de monitoreo convencionales solo habían detectado cerca de 12.000 movimientos sísmicos en ese periodo.

Sin embargo, el modelo basado en aprendizaje automático multiplicó esa cifra por más de cuatro, lo que permitió a los científicos cartografiar con precisión el subsuelo del Campi Flegrei y descubrir las estructuras responsables de su inestabilidad actual.

De qué forma el estudio usó IA para analizar este fenómeno en el país europeo

El estudio identificó una correlación directa entre: los microseísmos y un sistema circular de fracturas situado bajo la localidad de Pozzuoli.

Según citó El Confidencial, William Ellsworth, profesor emérito de geofísica en Stanford y coautor del estudio, explicó que “por primera vez tenemos una visión clara de las estructuras que desencadenan esta actividad sísmica”.

El investigador añadió que los datos obtenidos confirman la posibilidad de que la zona experimente terremotos de magnitud 5, lo que podría tener un gran impacto en las áreas habitadas cercanas a Nápoles.

Qué otros datos reveló la inteligencia artificial sobre el territorio

El modelo de inteligencia artificial permitió detectar que el terreno de Pozzuoli continúa elevándose a un ritmo de diez centímetros al año, un fenómeno conocido como bradisismo.

Este ascenso progresivo, que ya se había observado en la década de 1980, coincide con el perímetro del anillo de fallas descubierto. Xing Tan, investigador principal del proyecto, destacó que “nuestros colegas italianos se sorprendieron al ver el anillo tan bien definido; hasta ahora solo tenían indicios fragmentados”.

A pesar de la magnitud del hallazgo, los científicos aclararon que los seísmos analizados son superficiales, porque se producen a menos de 4 kilómetros de profundidad, y no constituyen una señal de ascenso de magma hacia la superficie.

No obstante, advirtieron que un terremoto fuerte o poco profundo podría causar daños muy estructurales, sobre todo considerando que más de 360.000 personas residen dentro de la caldera del Campi Flegrei.

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Ciencia

Descubrieron en La Rioja uno de los dinosaurios más antiguos del mundo

Científicos del Conicet, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y universidades públicas identificaron a la nueva especie que llamaron Huayracursor jaguensis. Combina características nunca vistas en ejemplares de hace más de 220 millones de años

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Un grupo de paleontólogos encontró uno de los dinosaurios más antiguos que ya mostraba el cuello largo y el cuerpo grande al mismo tiempo, algo nunca visto en ejemplares de hace más de 220 millones de años.

El hallazgo ocurrió en la provincia de La Rioja, Argentina, dentro de una región montañosa que antes no había sido explorada.

Se trata de una especie desconocida de dinosaurio herbívoro. Los investigadores que la describieron pertenecen al Centro Regional de Investigaciones Científicasy Transferencia Tecnológica de La Rioja (CRILAR) del Conicet, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de La Rioja y el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN) y la llamaron Huayracursor jaguensis.

“Huayra” significa viento en quechua, “cursor” quiere decir corredor en latín y “jaguensis” se refiere a Jagüé, la zona donde lo encontraron. Es decir, su nombre completo significa “corredor del viento de Jagüé”, una forma de rendir homenaje a su posible agilidad y a su tierra de origen.

La investigación fue publicada en la revista Nature. El equipo estuvo dirigido por Martín Hechenleitner y participaron Agustín Martinelli, Sebastián Rocher, Lucas Fiorelli, Malena Juarez, Jeremías Taborda y Julia Desojo.

Qué se sabía sobre los dinosaurios de cuello largo

Los dinosaurios de cuello largo existieron desde el periodo Triásico, hace aproximadamente 230 millones de años, y prosperaron durante el Jurásico y el Cretácico.

Este grupo sobrevivió por más de 140 millones de años, hasta la extinción masiva que ocurrió hace 66 millones de años. Durante ese largo tiempo, evolucionaron en distintas formas y tamaños, pero casi siempre mantuvieron el cuello largo como característica principal.

Los dinosaurios de cuello largo formaron parte del grupo de los sauropodomorfos. Presentaban cuerpos grandes, patas robustas y colas largas. La mayoría de esos animales fueron herbívoros.

En Brasil, los restos de la especie Bagualosaurus, había mostrado ciertas señales de transición, pero todavía no se conocía un caso tan temprano que combinara ambas características: mayor tamaño y cuello más extenso.

Ahora, el hallazgo del dinosaurio Huayracursor jaguensis en La Rioja aportó más luz.

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