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Combinación del covid, la guerra y el cambio climático empeoraron la situación de hambre en el mundo

A estas tres crisis se añaden además a factores subyacentes, como son la pobreza, la desigualdad, gobiernos inadecuados, la falta de infraestructuras y la baja productividad agrícola.

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La combinación de las crisis resultantes de la pandemia de covid-19, las consecuencias del cambio climático y la guerra en Ucrania ha tenido como resultado un empeoramiento del hambre en el mundo, según un informe difundido este jueves en Alemania.

El Índice Global del Hambre, que publican tres ONG coordinadas desde Alemania, constata en su informe de 2022 que está aumentando uno de sus indicadores clave, el que muestra el porcentaje de seres humanos que no tienen un acceso regular a suficientes calorías en su dieta.

El informe señala que 828 millones de personas estaban desnutridas en 2021, el año de referencia en el estudio, “lo que representa un revés después de más de una década de avances en el manejo del hambre”.

Las ONG -la alemana Welthungerhilfe (Ayuda Mundial contra el Hambre), la irlandesa Concern Worldwide y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI)- advierten de que “sin un cambio importante, ni el mundo en su conjunto ni un total de 46 países alcanzarán para 2030 el nivel de ‘hambre bajo’” citado en el índice.

”Es probable que la situación empeore en vista del solapamiento de crisis globales -conflictos, cambio climático y la crisis económica por la pandemia de covid-19- que son importantes causas del hambre”, según el informe de 2022.

Los expertos de las tres organizaciones destacan que la guerra en Ucrania “ha empujado al alza aún más los precios globales de los alimentos, el combustible y los fertilizantes y tiene el potencial de agravar el hambre en 2023 y más allá”.

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Esas tres crisis se añaden además a factores subyacentes, como son la pobreza, la desigualdadgobiernos inadecuados, la falta de infraestructuras y la baja productividad agrícola, que contribuyen por sí solos al hambre crónica y la vulnerabilidad.

”Globalmente, y en muchos países y regiones, los actuales sistemas de alimentos no están en condiciones de afrontar la tarea de responder a esos desafíos y acabar con el hambre”, se afirma en el informe.

Por regiones del mundo, el documento alerta de que la situación de hambre es “grave” tanto en el sureste asiático, de donde proceden los peores registros, como en los países africanos al sur del Sahara, cuyos resultados son los segundos peores del mundo.

Además, precisa que el sureste asiático tiene la tasa de retraso en el crecimiento infantil mayor del mundo; al sur del Sahara, la prevalencia de la desnutrición y la tasa de mortalidad infantil son las más elevadas del planeta.

Partes de África están atravesando las peores sequías de los últimos 40 años, lo que amenaza la supervivencia de millones de personas. En Asia occidental y el norte de África aunque el hambre es “moderado”, existen “signos preocupantes” en la tendencia de mejora contra ese fenómeno en los últimos años.

Por el contrario, los niveles de hambre se consideran “bajos” en Latinoamérica y el Caribe, Europa y Asia central, así como en el este de Asia.

El hambre es “alarmante” en cinco países: la República Centroafricana, Chad, la República Democrática del Congo, Madagascar y Yemen, mientras que se considera que otros cuatro países tienen una situación “provisionalmente” alarmante: Burundi, Somalia, Sudán del Sur y Siria.

En otros 35 países el hambre es una situación “grave” y en otros está empeorando. El informe advierte de que desde 2014 el hambre ha aumentado en veinte países y que hay regiones en las que se detectan situaciones con niveles moderados, graves o alarmantes.

Las ONG que coordinan el informe avisan de que incluso en países y regiones que arrojan buenos resultados existen lugares específicos donde hay inseguridad alimentaria y nutricional.

El informe de este año incluye datos de un total de 136 países, que proceden de fuentes de Naciones Unidas, el Banco Mundial y el Programa de Sondeos Demográficos y Sanitarios; de todos los países solo en quince casos no había datos suficientes para calcular el índice publicado por las ONG.

Las organizaciones que coordinan el estudio elaboran una serie de recomendaciones para afrontar el problema y destacan que es necesario responder a las situaciones de emergencia al tiempo que se transforman los sistemas alimentarios para que sean más equitativos, inclusivos, sostenibles y resilientes, con el fin de que puedan soportar la presión de crisis futuras.

(con información de EFE)

Enfoque Now es una plataforma digital dedicada a conectar e informar a la comunidad latina acerca de los acontecimientos que suceden a nivel local e internacional.

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El papa canonizó por primera vez a dos beatos de Venezuela: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles

La santificación, aprobada por el Francisco antes de su muerte, marca un momento clave para la fe católica en el país sudamericano, en medio de la grave crisis social y política que aqueja a la población

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La mañana del domingo en la plaza de San Pedro dejó una estampa diferente a la habitual solemnidad romana: una multitud vibrante, colorida y emocionada, con miles de banderas venezolanas ondeando bajo el sol. Era, sobre todo, una jornada de celebración venezolana, marcada por la canonización de dos figuras profundamente queridas: José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, y Carmen Rendiles, fundadora de una congregación religiosa y ejemplo de fortaleza.

En medio de cantos, rezos y lágrimas, la ceremonia oficializó un momento de comunión tanto para los que se congregaron en Roma como para los millones de venezolanos que, desde su país natal, siguieron el acontecimiento en medio de una severa crisis política y económica.

Cuando el papa León XIV pronunció en latín la solemne fórmula de canonización para inscribir en el libro de los santos los nombres de Hernández y Rendiles, la ovación cruzó el Atlántico. El eco del aplauso se expandió en plazas y calles de Caracas, donde cientos de fieles siguieron la transmisión en directo, muchos con imágenes de papeles y estampas del doctor-santo y otros encendiendo velas frente a altares improvisados. El júbilo no distinguía entre oficialistas y opositores: la canonización ofreció una de las pocas ocasiones de unidad para el país, distendiendo —al menos durante unas horas— la fuerte polarización política que define a la Venezuela contemporánea.

A la celebración acudieron cerca de 55.000 peregrinos, según informaron las autoridades locales. De ellos, miles ondeaban con orgullo el tricolor venezolano, y camisetas y gorras con el rostro de José Gregorio Hernández y la imagen de Carmen Rendiles resaltaban entre las delegaciones internacionales.

Entre los asistentes, un testimonio fue recogido por la prensa local: José Ramón Malave Contreras, venezolano que reside en Roma. “Mi mamá me puso mi nombre gracias a este santo venezolano porque según la creencia, yo iba a nacer muerto, así que mi mamá me puso su nombre por haberme salvado la vida. Para mí era imperdible este momento”, declaró emocionado.

La jornada en el Vaticano no fue exclusiva de los venezolanos. En esa misma ceremonia, el papa León XIV sumó a otros cinco santos: el arzobispo Ignacio Choukrallah Maloyan, mártir armenio asesinado durante el genocidio de inicios del siglo XX; Peter To Rot, laico de Papúa Nueva Guinea ejecutado en 1945; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y Maria Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo. Pero la devoción popular venezolana marcó la jornada con un fervor y colorido raramente presentes en Roma.

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Investigan si los viajes espaciales debilitan el sistema inmunitario humano: las estrategias de prevención

Científicos evalúan los riesgos y proponen acciones para preservar la salud de los astronautas. Qué dicen los nuevos estudios

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La humanidad se encuentra en un momento sin precedentes. Los planes de visitar la Luna, establecer estaciones espaciales permanentes e incluso arribar a Marte en la próxima década, ya no pertenecen al reino de la ciencia ficción.

Sin embargo, junto con estas ambiciones extraordinarias surgen riesgos desconocidos y complejos para la salud humana, siendo el sistema inmunitario uno de los más vulnerables.

Para comprender mejor estos efectos, un equipo internacional liderado por el doctor Daniel Winer, del Buck Institute for Research on Aging, en colaboración con la NASA, la Agencia Espacial Europea y otras universidades, ha desarrollado un marco científico integral denominado astroinmunología.

Esta subdisciplina analiza cómo los factores estresantes del espacio alteran la fisiología inmunitaria y explora estrategias para proteger la salud de los astronautas en misiones de larga duración.

“El futuro de la humanidad implicará vivir en el espacio exterior o en mundos distantes para algunas personas. El objetivo principal de establecer esta subespecialidad emergente de la astroinmunología es desarrollar contramedidas para proteger la salud de quienes exploran la vida fuera de la Tierra”, señaló Winer.

El trabajo publicado en Nature Reviews Immunology no se limita a describir los problemas observados durante las misiones espaciales, sino que ofrece una comprensión mecanicista de cómo la microgravedad, la radiación cósmica, los cambios en los patrones de sueño y los factores de estrés fisiológico afectan la función inmunitaria.

Estos estudios aprovechan análisis multiómicos modernos, que incluyen perfiles transcriptómicos, proteómicos y metabolómicos, para delinear los mecanismos celulares y moleculares que explican la disminución de la eficacia del sistema inmunitario en el espacio.

Uno de los hallazgos más críticos es el impacto de la microgravedad en las células inmunitarias. En ausencia de la atracción gravitacional terrestre, los linfocitos T y las células NK presentan una proliferación, diferenciación y capacidad de respuesta reducidas. La desorganización del citoesqueleto altera la señalización y la comunicación intercelular, mientras que la disfunción mitocondrial incrementa la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO), que dañan células y tejidos.

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