En Tanzania, un hombre de 44 años acudió al hospital por una secreción persistente en el pezón derecho.
Lo que parecía una infección menor terminó revelando un hallazgo médico insólito: tenía un cuchillo completo alojado en su pecho, desde una agresión ocurrida ¡ocho años atrás!
Según el reporte publicado en el Journal of Surgical Case Reports, el paciente había sido apuñalado en 2016, pero tras recibir atención médica inicial, nunca se le realizó una radiografía torácica. Con el tiempo, olvidó el incidente y jamás presentó síntomas graves. Su cuerpo, en un acto de defensa biológica, encapsuló el cuchillo en una cápsula fibrosa, aislándolo de órganos vitales como el corazón y los pulmones.
Durante años, el hombre vivió sin dolor, fiebre ni dificultad para respirar. Solo cuando la cápsula comenzó a infectarse y generar pus, apareció la secreción que lo llevó al hospital.
Los médicos del Hospital Nacional Muhimbili realizaron una tomografía que reveló la silueta completa del cuchillo. En la cirugía, extrajeron el arma rodeada de tejido muerto y material purulento.
El paciente pasó 24 horas en cuidados intensivos y se recuperó sin complicaciones. El caso fue documentado como un ejemplo extraordinario de supervivencia y resiliencia fisiológica.