Desde hace más de dos décadas, la ONG APOPO, con sede en Morogoro, Tanzania, entrena ratas para cumplir tareas de alto impacto social:
- Detección de minas terrestres
- Búsqueda de personas atrapadas en desastres
- Diagnóstico de tuberculosis (TB)

¿Por qué ratas?
- Tienen un olfato excepcional, son livianas y pueden moverse por espacios estrechos sin activar explosivos.
- Cada una cuesta unos 6.000 euros en entrenamiento y puede trabajar hasta 10 años.
- Usan refuerzo positivo: cuando detectan algo, reciben una recompensa (como un trozo de plátano).

En zonas de guerra y terremotos
- Han ayudado a limpiar más de 50.000 minas en Angola y Camboya desde 2014.
- En Turquía, ya colaboran en rescates post-terremoto, equipadas con mochilas que activan alertas al encontrar sobrevivientes entre escombros.

En laboratorios contra la tuberculosis
- Analizan 100 muestras en 20 minutos, lo que equivale al trabajo de 55 hospitales en un día.
- Han detectado más de 30.000 casos positivos que habían sido diagnosticados como negativos en hospitales.
- En África subsahariana, donde la TB sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal, su aporte es vital.
Limitaciones y desafíos
- La OMS no las reconoce como herramienta diagnóstica primaria, lo que impide que reciban financiamiento oficial.
- APOPO debe confirmar cada muestra positiva con microscopía antes de iniciar tratamiento.
- Aun así, su impacto social es incuestionable: salvan vidas que de otro modo pasarían desapercibidas.