Ciencia

Por qué los glaciares podrían empezar a derretirse más rápido en la próxima década, según científicos

Un estudio internacional advierte que un mecanismo de defensa natural está llegando a su límite. Además, la investigación prevé que, en pocos años, sus temperaturas comenzarán a aumentar con mayor velocidad

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El fenómeno de autoenfriamiento de los glaciares, que hasta ahora ha servido como una especie de mecanismo natural de defensa frente al calentamiento global, se encuentra en una fase crítica y próxima a su límite, según un estudio internacional liderado por el grupo de Francesca Pellicciotti en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria (ISTA).

Los resultados, publicados en Nature Climate Change, advierten que la capacidad de los glaciares para enfriar el aire circundante alcanzará su punto máximo en la próxima década, tras lo cual se acelerará el aumento de sus temperaturas superficiales y, en consecuencia, su derretimiento.

Cómo se realizó el estudio

Durante el verano de 2022, Thomas Shaw, investigador postdoctoral del grupo de Pellicciotti, se encontraba en el glaciar de Corbassière, en los Alpes suizos, a 2.600 metros de altitud, en una jornada soleada con 17 ℃. Allí, mientras recopilaba datos sobre el estado del hielo, se hacía evidente una paradoja: aunque la temperatura ambiente global ha ido en aumento, las temperaturas cercanas a la superficie de los glaciares muestran un rezago.

Este fenómeno, que se observa incluso en los grandes glaciares del Himalaya, se traduce en la expulsión de vientos fríos por sus laderas, un intento de preservar sus ecosistemas. Sin embargo, este efecto no implica estabilidad a largo plazo.

El estudio dirigido por Shaw demuestra que la reacción de los glaciares al calentamiento global, consistente en enfriar su propio microclima y los entornos valle abajo, está próxima a su límite. “Cuanto más se caliente el clima, más provocará que los glaciares enfríen su propio microclima y los entornos locales valle abajo”, afirmó Shaw.

No obstante, advirtió que este efecto “no durará mucho, y se producirá un cambio de tendencia antes de mediados de siglo”. A partir de ese momento, el derretimiento y la fragmentación de los glaciares, impulsados por el cambio climático de origen humano, se intensificarán y sus temperaturas superficiales aumentarán con mayor rapidez, acelerando su desaparición.

El análisis de los efectos climáticos locales en regiones remotas y la cartografía de su evolución global han representado un desafío considerable, principalmente por la escasez de datos in situ. Esta limitación afecta la precisión de los modelos computacionales que simulan la evolución climática. Pellicciotti y su equipo se sorprendieron al analizar los datos de una estación climática situada a 5.000 metros en las laderas del Monte Everest.