Salud

Piojos en aumento con el regreso a clases en EE.UU. 

Hasta 12 millones de niños se contagian de piojos cada año en Estados Unidos. Expertos revelan cómo prevenir el problema y cuál es el tratamiento más seguro y eficaz

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El regreso a las aulas trae consigo no solo nuevas experiencias y aprendizajes, sino también preocupaciones entre padres ante posibles infestaciones de piojos en la comunidad escolar.

Según los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los piojos de la cabeza afectan cada año a hasta 12 millones de niñas y niños de entre 3 y 11 años en Estados Unidos, con mayor incidencia en estudiantes de preescolar y primaria.

Los piojos son insectos parasitarios del tamaño de una semilla de sésamo que se alimentan de sangre humana y sobreviven principalmente en el cuero cabelludo.

Aunque las escuelas no son el único espacio de contagio, el contacto cabeza con cabeza—más común en actividades deportivas, en fiestas de pijamas o durante el recreo—es señalado como el principal modo de transmisión. “La limpieza personal o del entorno no es un factor para contraer piojos”, advierte el CDC, lo que desmonta viejas creencias sobre higiene y nivel socioeconómico.

Prevención en el entorno escolar y familiar

Los CDC recomiendan una serie de medidas de prevención para evitar la propagación de los piojos entre menores:

Evitar el contacto directo cabeza con cabeza en juegos, deportes y campamentos.

No compartir accesorios para el cabello, sombreros, bufandas o prendas de abrigo.

No intercambiar toallas, peines o cepillos entre personas.

Lavar y secar a alta temperatura la ropa de cama y prendas utilizadas por la persona infestada durante los dos días previos al tratamiento, o almacenarlas en bolsas plásticas cerradas por dos semanas si no es posible lavarlas.

Vaciar alfombras, muebles y superficies donde la persona infestada haya estado.

Los CDC aclaran que dedicar excesivo tiempo y dinero a la limpieza profunda del hogar no es necesario para evitar la reinfestación: el parásito solo sobrevive 30 días en la cabeza y muere en dos días fuera de su huésped.