El martes 2 de septiembre, un nuevo sismo de magnitud 5,2 sacudió el oriente de Afganistán, afectando las mismas zonas devastadas por el terremoto de magnitud 6 ocurrido el fin de semana. El epicentro fue ubicado a 34 km al noreste de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, con una profundidad de 10 km.
Balance trágico del primer sismo
Más de 1.400 muertos y 3.100 heridos solo en la provincia de Kunar, según autoridades talibanas
Decenas de víctimas siguen atrapadas bajo los escombros en zonas como el valle de Dewagal y la aldea de Shaheedan, donde aún no ha llegado ayuda formal
Las réplicas continúan, aunque el nuevo sismo no ha causado víctimas adicionales hasta el momento
Rescate en condiciones extremas
Comandos fueron desplegados por vía aérea en zonas inaccesibles por tierra
Voluntarios locales caminan hasta cuatro horas con palas, pan seco y agua para asistir a los heridos
Clínicas móviles operan en puntos estratégicos, pero muchos equipos médicos no logran avanzar por falta de infraestructura
“No nos quedó nada”, relató Abdul Majeed, quien perdió a su esposa, dos hijas y un hijo en el primer terremoto.