Desde Tel Aviv.- La Plaza de los Rehenes en el centro de la ciudad dejó de ser el lugar sombrío que fue durante más de dos años. Bien temprano a la mañana y llena de gente, estalló de alegría. Es que el grupo terrorista Hamasliberó a los 20 rehenes israelíes: David Cunio, Ariel Cunio, Eitan Horn, Bar Avraham Kuperstein, Evyatar David, Yosef Haim Ohana, Segev Calfon, Avinatan Or, Elkana Buhbut, Maxim Herkin, Nimrod Cohen, Matan Tzangauker, Matan Angrest, Eitan Mor, Gali Berman, Ziv Berman, Omri Miran, Alon Ohel, Guy Gilboa-Dalal y Rom Breslavski.
Se trata de los secuestrados que llevaban más tiempo en cautiverio en Gaza. Hoy, 738 días después del brutal ataque terrorista que masacró, torturó y secuestró, Hamas ya no tiene más rehenes israelíes con vida en su poder.
En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a suelo israelí. El norteamericano ya se reunió con familiares de secuestrados y habló ante el Parlamento en Jerusalén: “Es el fin de una guerra, el fin de una era de terror y el comienzo de una era de fe y esperanza”. Luego viajó a Egipto para sellar el acuerdo por la paz rodeado de líderes árabes y occidentales.
El convenio alcanzado entre el grupo terrorista e Israel, por iniciativa del norteamericano, establecía como primera fase la entrega de todos los secuestrados y la retirada progresiva de las tropas israelíes de territorio palestino. Después de mucho esperar, con las liberaciones, comenzó a completarse. Aún queda pendiente la entrega de los cuerpos de los secuestrados muertos que, según lo previsto, comenzarán a llegar a Israel entre esta tarde y la noche.
El plan operativo, aprobado por el jefe del Estado Mayor de Israel establece protocolos diferenciados para la atención de rehenes vivos y fallecidos, además de medidas logísticas y apoyo a las familias.
Tal como estaba previsto, el proceso se inició con la entrega de los rehenes vivos por parte de Hamas a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en varios puntos coordinados dentro de la Franja de Gaza que los transportaron hasta otro punto para reunirse con unidades especiales de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).