La película que obligó a Anne Hathaway a pedir perdón públicamente: “Lo debo por el dolor que he causado”
La famosa actriz reconoció que la representación de su personaje había herido la sensibilidad de algunas personas y manifestó su empatía hacia quienes se sintieron heridos
En 2021, Anne Hathaway se vio en el centro de una polémica que la llevó a emitir una disculpa pública tras el estreno de la película “Las brujas”, dirigida por Robert Zemeckis.Según informó el medio especializado Sensacine, la controversia surgió debido a la representación de las brujas en la cinta, quienes fueron diseñadas con características físicas que muchos consideraron ofensivas hacia las personas con discapacidades. Este hecho generó un intenso debate y críticas hacia la producción, obligando a la actriz a reconocer el impacto negativo que tuvo el filme en ciertos sectores de la audiencia.
La película, basada en la obra homónima del reconocido autor Roald Dahl, narra la historia de un niño huérfano que, junto a su abuela, descubre una reunión secreta de brujas en un hotel. Estas villanas, al revelar su verdadera apariencia, muestran deformidades físicas como manos y pies con dos o tres dedos, un diseño que, según las críticas, perpetúa estereotipos negativos hacia las personas con diferencias en las extremidades. Este detalle, que en el libro original de Dahl no tenía una connotación explícitamente relacionada con discapacidades, fue interpretado por muchos como una representación insensible en la adaptación cinematográfica.
El impacto de la representación en pantalla y las críticas al diseño
La controversia se centró en la escena clave de la película, en la que las brujas se quitan sus disfraces y revelan su verdadera apariencia. Según detalló Sensacine, el diseño de los personajes, que incluía deformidades físicas, fue señalado como una representación que podría reforzar prejuicios hacia las personas con discapacidades. Organizaciones y activistas expresaron su descontento, argumentando que este tipo de caracterización perpetúa ideas anticuadas y dañinas.
El diseño de las brujas, que buscaba diferenciar a los personajes antagonistas, fue interpretado por algunos como una asociación entre las diferencias físicas y la maldad. Esto generó una ola de críticas hacia el equipo creativo de la película, liderado por Zemeckis, y hacia Hathaway, quien interpretó a la Gran Bruja, el personaje principal de la historia. La controversia no solo afectó la percepción de la película, sino que también abrió un debate más amplio sobre la responsabilidad de las producciones cinematográficas al abordar temas sensibles.