Tom Phillips, ciudadano neozelandés, fue abatido por la policía el 7 de septiembre de 2025 tras un enfrentamiento armado en la región de Waikato, al noroeste de Auckland.
El hombre había estado prófugo desde 2021, oculto en zonas rurales junto a sus tres hijos: Embers, Maverick y Jayda, de 9, 10 y 12 años respectivamente.
El desenlace
La policía respondió a un llamado por robo armado en una localidad del oeste de Waikato.
Durante el operativo, Phillips fue alcanzado por disparos; una de sus hijas estaba presente pero resultó ilesa.
Un agente recibió un disparo en la cabeza y fue trasladado de urgencia al hospital.
Phillips portaba armas de fuego y se encontraba en una zona de difícil acceso.
Años de fuga en el bosque
Phillips se había internado en los bosques tras una disputa familiar en diciembre de 2021.
Vivió en una granja costera en Marokopa, propiedad de sus padres, donde fue visto en varias ocasiones.
Se le vinculó a robos locales y a un asalto bancario en 2023.
Su habilidad como cazador y conocedor del entorno natural complicó la búsqueda.
Impacto familiar y operativo actual
La madre de los niños, Catherine, expresó alivio al saber que Jayda está a salvo:
“Los hemos extrañado cada día durante casi cuatro años. Deseamos darles la bienvenida a casa con amor y cariño”
Los otros dos menores, Embers y Maverick, siguen desaparecidos.
Las autoridades activaron un operativo de búsqueda urgente, enfrentando condiciones climáticas adversas.