La actriz estadounidense Kelley Mack, reconocida por su papel como Addy en la serie “The Walking Dead”, falleció el sábado 2 de agosto a los 33 años, tras una batalla contra un glioma del sistema nervioso central, un tipo de tumor cerebral agresivo.
La noticia fue confirmada por su hermana Kathryn Mack a través de la cuenta oficial de Instagram de la actriz.
¿Qué enfermedad padecía?
Kelley fue diagnosticada con un glioma cerebral, que afecta funciones neurológicas esenciales. En marzo de 2025, compartió que había finalizado su tratamiento con radiación de protones, mostrando una actitud valiente y esperanzadora. Su familia destacó su entereza y coraje durante todo el proceso.
Trayectoria artística
Kelley Mack inició su carrera en producciones independientes antes de llegar a la televisión.
Participó en series como Chicago Med, 9-1-1 y “The Walking Dead”, donde interpretó a una joven sobreviviente del apocalipsis zombi.
Su último trabajo fue en la película “Universal”, junto a Joe Thomas y Rosa Robson.
Homenajes y despedida
El director Michael E. Satrazemis, quien trabajó con ella en TWD, expresó: “Una luz brillante en todos los niveles. Todo mi amor para los que la aman”.
Se ha programado una celebración de vida en Ohio el 16 de agosto, y una ceremonia conmemorativa en Los Ángeles será anunciada próximamente.