Astrónomos han detectado por tercera vez en la historia un objeto interestelar entrando en nuestro sistema solar, bautizado como 3I/ATLAS. Este cometa, descubierto el 1 de julio por un telescopio en Chile, tiene un tamaño estimado de hasta 20 kilómetros de ancho y se mueve a tal velocidad que la gravedad del Sol no puede atraparlo.
Lo que lo hace único es que fue identificado antes de su máxima aproximación al Sol, prevista para octubre, lo que permitirá a los científicos estudiarlo durante más tiempo. Actualmente se encuentra dentro de la órbita de Júpiter y se espera que sea visible desde la Tierra hasta 2026.
Este hallazgo ofrece una oportunidad excepcional para analizar la composición de un objeto formado en otro sistema estelar, lo que podría revelar pistas sobre la formación de planetas en la Vía Láctea. Los dos visitantes anteriores fueron Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019), pero ninguno pudo ser observado con tanta anticipación.