Las autoridades británicas buscan mitigar el impacto ambiental de los pequeños fragmentos que podrían perjudicar la fauna local

Las autoridades británicas han iniciado una operación de recuperación tras el derrame de pellets de plástico en el mar, presuntamente provocado por la colisión entre un carguero y un petrolero frente a la costa este de Inglaterra, según informó el lunes la Guardia Costera del Reino Unido.

El Servicio de Botes Salvavidas del Reino Unido informó el domingo sobre la presencia de “una mancha que ahora sabemos que son nurdles de plástico” cerca del Estuario del Wash, una extensa bahía ubicada a unos 70 kilómetros (43 millas) al sur del lugar donde ocurrió la colisión la semana pasada, según la Guardia Costera.

Los nurdles son pequeñas bolitas de resina plástica de entre 1 y 5 milímetros (0,04-0,2 pulgadas) utilizadas en la producción de plásticos. Aunque no son tóxicos, pueden perjudicar a la fauna si son ingeridos.

“Se han identificado nurdles en la costa”, informó el jefe de la Guardia Costera, Paddy O’Callaghan. “La recuperación ha comenzado hoy. Es una situación en desarrollo y el secretario de Transporte recibe actualizaciones de forma regular”, agregó.

La Guardia Costera indicó que los nurdles probablemente ingresaron al agua en el punto de la colisión. En la reserva natural de Titchwell, Norfolk, se han detectado acumulaciones de estos pellets, advirtió el administrador de la reserva, Steve Rowland. El área alberga especies de aves raras y amenazadas.

“Actualmente, la contaminación está en la línea de marea, pero solo tenemos unos días para retirar los residuos antes de que las mareas los dispersen, devolviéndolos al mar e incorporándolos a la cadena alimentaria”, señaló Rowland en un comunicado, describiendo la situación como “una verdadera carrera contra el tiempo”.

Detalles del accidente y consecuencias

La colisión entre el Solong, con bandera portuguesa, y el Stena Immaculate, con bandera estadounidense, ocurrió el 10 de marzo a unos 20 kilómetros (13 millas) del puerto inglés de Hull. Las autoridades aún desconocen las causas que provocaron el choque entre ambos buques.

El impacto provocó incendios de gran magnitud en ambos barcos, que requirieron varios días y un esfuerzo masivo para ser extinguidos.

El Stena Immaculate, un petrolero fletado por el ejército de EE. UU., transportaba aproximadamente 220.000 barriles de combustible de aviación. Al menos uno de sus tanques se rompió, generando preocupación por el posible impacto ambiental.

La operadora del buque, Crowley, informó el domingo que 17.515 barriles de combustible Jet-A1 se perdieron debido al impacto y al incendio. No obstante, aseguró que “el resto de la carga y los tanques de combustible están seguros”.

Equipos de salvamento determinaron que los daños se limitaron a un tanque de combustible y uno de agua. La compañía elogió la “acción heroica” de la tripulación al tomar medidas de seguridad contra el fuego antes de abandonar la embarcación.

Un tripulante del Solong, identificado como Mark Angelo Pernia, de 38 años y nacionalidad filipina, se encuentra desaparecido y se presume muerto.

El capitán del Solong, de nacionalidad rusa, fue acusado el fin de semana de homicidio por negligencia grave.

Las pérdidas económicas derivadas del incidente no han sido confirmadas, pero la agencia de calificación crediticia Morningstar DBRS estima que los costos asegurados podrían oscilar entre 100 y 300 millones de dólares.

(Con información de AP)