El presidente de Madagascar destituyó a su gobierno tras las protestas que dejaron al menos 22 muertos
Andry Rajoelina cedió a la presión de las manifestaciones lideradas por jóvenes contra los cortes de agua y electricidad en uno de los países más pobres del mundo
El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, destituyó el lunes a su gobierno tras días de disturbios mortales que, según Naciones Unidas, han dejado al menos 22 muertos.
Miles de personas han salido a las calles de la nación del océano Índico para protestar contra los repetidos cortes de agua y electricidad.
La policía ha respondido con mano dura, disparando gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud, convocada a la acción en redes sociales por el movimiento “Gen Z”.
La protesta, que duró varios días y estuvo liderada principalmente por jóvenes manifestantes, ha dejado al menos 22 muertos y más de 100 heridos, según un recuento de Naciones Unidas que el gobierno rechaza por no estar verificado y “basado en rumores”.
“He decidido cesar en las funciones del Primer Ministro y del gobierno. A la espera de la formación del nuevo gobierno, quienes ocupen el cargo actuarán como ministros interinos”, declaró Rajoelina en un discurso televisado a la nación.
Las solicitudes para un nuevo primer ministro se recibirán en los próximos tres días antes de que se forme un nuevo gobierno, afirmó.
El viernes, el presidente destituyó a su ministro de energía “por no hacer su trabajo”.
Madagascar, uno de los países más pobres del mundo a pesar de sus vastos recursos, ha experimentado frecuentes levantamientos populares desde su independencia en 1960, incluyendo protestas masivas en 2009 que obligaron al ex presidente Marc Ravalomananaa abandonar el poder.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, condenó la “violenta respuesta” de Madagascar a las protestas.
El lunes, una multitud creciente marchó por la capital, Antananarivo, muchos vestidos de negro y coreando consignas pidiendo la dimisión de Rajoelina.
Llegó al poder tras un golpe de Estado provocado por el levantamiento de 2009.