Carlos Eduardo Téllez, un joven colombiano de 20 años, fue detenido en Florida por no portar documentos migratorios y trasladado al centro Alligator Alcatraz, una prisión de ICE rodeada de fauna peligrosa y condiciones extremas.
Su madre denuncia que está incomunicado, sin acceso a medicamentos, baños adecuados ni representación legal, y que no aparece en registros oficiales, lo que genera incertidumbre sobre su paradero.
El centro ha sido criticado por su falta de garantías básicas, incluyendo la privación de libertad religiosa y el hacinamiento extremo.
La familia exige ayuda humanitaria y respuestas de las autoridades, mientras el caso pone en evidencia las fallas del sistema migratorio estadounidense y la vulnerabilidad de los detenidos en centros de alta seguridad.